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Pat Summitt: Una lucha para alcanzar la cima

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Por Alejandro Diago

Hace unos días, una noticia dejó en blanco a los aficionados al baloncesto femenino. Pat Summitt, la histórica entrenadora de la Universidad de Tennessee que llevaba entrenando a las Lady Vols desde 1974, anunció que fue diagnosticada con un inicio temprano de demencia. No obstante, Summitt reiteró su voluntad de seguir entrenando al equipo femenino durante la próxima temporada. La entrenadora de las Lady Vols se enfrenta a un reto muy complicado, posiblemente el más difícil de una carrera donde las dificultades comenzaron desde el origen de esta misma.

Ya en su infancia, Patricia Sue Head (nombre de nacimiento de la técnico de las Lady Vols) tuvo que hacer frente a los quehaceres diarios de vivir en una granja junto con sus padres y sus cuatro hermanos. Pese a ello, su familia siempre le apoyó para que se dedicara al baloncesto. De construir una canasta en el pajar (hecha en principio para que jugaran sus tres hermanos mayores), a mudarse a una casa más cercana al instituto donde podría jugar al baloncesto, todo fueron facilidades de esta familia para que Trish, como la llamaban en casa, se dedicara a este deporte.

TENNESSEE, EL LUGAR DONDE COMENZÓ TODO

Sin embargo, el paso definitivo vino cuando entró a la Universidad de Tennessee at Martin en 1970. Al no haber becas para deporte femenino, fue su familia quien pagó la matrícula para que jugara en esta universidad. Su aspecto rural al empezar la universidad resultó muy llamativo. Pero al entrar dentro de una hermandad, cambiaron radicalmente la apariencia y el carácter de Pat (su apodo en el campus).

Summit era muy ambiciosa y su meta era ir a unos Juegos Olímpicos. En la temporada 71-72 (previa al inicio del stage de la selección de EEUU para Montreal ’76), llegaría un primer torneo universitario con una estructura sólida: el organizado por la AIAW (Association for Intercollegiate Athletics for Women). Pat Summitt se convirtió en la líder del equipo de la Universidad, llegando a disputar los cuartos de final de un torneo que se llevó la Universidad de Immaculata.

Tras ese torneo universitario recibió la llamada del equipo nacional para preparar los Juegos de Montreal ’76, en los que el baloncesto femenino entraría por primera vez. Su talento destacó entre todas las jugadoras convocadas, entre las que figuraban algunos nombres como Nancy Lieberman o Ann Meyers. Sin embargo, pronto una lesión de ligamento cruzado frenó la temporada de Summitt en 1974, sin saber que meses más tarde comenzaría una meteórica carrera como entrenadora que le llevaría a ser una de las figuras más reconocidas del baloncesto en los EE.UU.

DE LAS LADY VOLS AL ORO DE INGLEWOOD

"Fue un accidente, de verdad. Se suponía que debía ser asistente, pero el entrenador principal se fue y el puesto estaba libre. Así que me hice cargo de él". Así se confiesa Pat sobre su llegada al banquillo de las Lady Vols al tiempo que reconoce las dificultades económicas que pasaba su equipo a su llegada. "El año antes de mi llegada, el equipo vendía rosquillas para comprar camisetas. En los viajes, solíamos dormir cuatro personas por habitación debido al escaso dinero que había (...) El presupuesto anual para el departamento de deportes femeninos era de 5.000 dólares", reconoce la entrenadora que comenzó cobrando un salario de 250 dólares mensuales por dirigir al equipo a la par que lavaba los uniformes de las Lady Vols para que estuvieran impecables en cada partido.

Sin embargo, entrenar a la Universidad de Tennessee no era la única obligación que ocupaba la vida diaria de Pat Summit. Además de proseguir con sus estudios de Educación Física, seguía preparándose con el equipo nacional de EE.UU para dos citas: los Juegos Panamericanos de México DF en 1975 y la cita más importante hasta entonces: los JJ.OO. de Montreal ’76. Pese a no jugar en los Panamericanos, Pat Summitt ya ejercía como líder dentro del vestuario. Este hecho influyó en la seleccionadora de la época, Billie Moore, para nombrarle co-capitana del equipo en los Juegos Olímpicos. En Montreal, EE.UU. sólo sucumbió ante el poder de la URSS, en la que destacaba una gigante de 2,10 metros llamada Uliana Semenova que llevó a las soviéticas al oro, dejando a las americanas la plata.

Esta medalla lanzó la carrera de Pat Summit, que en 1980 fue nombrada asistente de la seleccionadora Sue Gunter para preparar los Juegos Olímpicos de Moscú. Pero el boicot norteamericano impidió participar en los Juegos a este equipo. Dos años después, Summit reemplazó a Gunter como entrenadora de la selección de cara a los JJ.OO. de Los Ángeles en 1984. "Ese trabajo me marcó durante años. Yo nunca he tenido tanto estrés de esa manera. Durante dos años y medio, no hubo un día que no pensara en los Juegos Olímpicos...". Así expresaba Summitt su dedicación a esta empresa. Sin embargo, el resultado no pudo ser mejor: medalla de oro con jugadoras calificadas por ella como "All-Stars" entre las que se encontraban Cheryl Miller, Anne Donovan, Cathy Boswell Pamela McGee.

UNA DINASTÍA EN LA NCAA

Una vez terminado su periplo como seleccionadora, Pat Summitt volvió a dedicarse en exclusiva a su equipo: las Lady Vols de la Universidad de Tennessee. Dos años antes, en 1982, la NCAA (National College Athletics Association) adquirió los derechos del campeonato nacional universitario, sustituyendo a la AIAW. En 1983, Summitt comenzó a aplicar un sistema revolucionario: el llamado Rebound & Two Points (Rebote y dos puntos), basado en una fuerte acción psicológica en sus jugadoras para que se quedara en sus mentes.

Y pronto comenzó a dar resultado ese sistema. Un año después, la Universidad de Tennessee llegaba a la final de la NCAA contra la Universidad del Sur de California. Aquel equipo derrotó a las Lady Vols en la final del Campeonato universitario. Pese a la derrota, Summitt no tuvo que esperar mucho para ver su primer título. En 1987, llegó el primero de ocho campeonatos que conseguiría Pat Summitt. Ocho torneos universitarios que le colocan como la segunda entrenadora con más títulos universitarios, solo por detrás de los 10 de John Wooden.

Pero la figura de Pat Summit en la Universidad de Tennessee no se ciñe sólo a los 8 campeonatos de la NCAA. La única entrenadora que ha conseguido más de 1.000 victorias en el torneo universitario; 18 apariciones en la Final Four (más que ningún otro técnico); ser la única universidad que ha aparecido siempre, desde la fundación de la NCAA, en la postemporada y miembro del Hall of Fame de Massachusetts desde el año 2000. Una trayectoria impecable para una entrenadora que afronta en estos momentos el reto más importante de su vida: superar un principio de demencia que pese a todo no podrá borrar nunca de los aficionados el gran recuerdo que ha dejado en el baloncesto. 

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comentarios
1 Miki Borges, día

Muy buen trabajo Diago. Interesante historia

2 vbnwfdkn, día

pronto comenzó a dar Replica watches uk resultado ese sistema

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