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La hora de Paniagua: El cromo que señala el futuro

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Siempre he sospechado que los cromos, las colecciones de cromos, no te abandonan nunca, que son parte de tu vida. Empiezas a hacer colecciones cuando eres niño. Luego abandonas un poco ese espacio de álbumes e intercambios de cromos cuando te conviertes en y crees que todo ese universo alrededor de los cromos pertenece a un época infantil que sin duda deseas dejar atrás lo antes posible. Pero luego, cuando pasan unos años más, y dejas atrás aquellos maravillosos años de estudiante, te adentras en la edad adulta, te casas, y vienen los hijos. Y entonces uno vuelve al Rastro en Madrid, o al Mercat de Sant Antoni en Barcelona, o a una plaza similar en cada ciudad y pueblo de este país, para ayudar a cambiar cromos a tus hijos o a tus sobrinos. Y más tarde, casi sin darte cuenta, te encuentras otra vez en la plaza de siempre cambiando cromos otra vez. Solo que esta vez lo haces en el nombre de tus nietos.

Es cierto que en España puede haber algún cromo que tenga mucho valor sentimental, la verdad es que no lo sé: Pero sospecho que los cromos en sí, incluso una colección lo suficientemente antigua como para ser definida como histórica, no se cotizan especialmente caros. En nuestro país, los cromos no están dentro de esos circuitos de coleccionista como lo están determinados sellos, determinados libros o determinadas monedas.

En los Estados Unidos, sin embargo, el cromo tiene un concepto muy distinto. La mayoría de los cromos deportivos llegan a alcanzar un cierto valor material, sea éste mucho o poco. Pero hay algunos cromos que logran alcanzar precios verdaderamente estratosféricos: particularmente los del deporte que habita en el alma de los estadounidenses; el beisbol. Un ejemplo: el cromo más cotizado en Norteamérica es uno de pelota. Concretamente, el de Honus Wagner, un torpedero que jugó en los Piratas de Pittsburgh de principios del Siglo XX, y cuyo cromo se cotiza en casi 3 millones de dólares. A este cromo de Wagner los coleccionistas lo denominan la "Mona Lisa" de los cromos deportivos. Literalmente.

Por su parte, los cromos de baloncesto, uno de los cuatro deportes mayoritarios en los Estados Unidos, no alcanzan ese valor, casi de locura, que llegan a tener sus equivalentes de beisbol. Pero también hay cromos de baloncesto muy valiosos. El más caro, el que se cotiza más alto en el mercado, es el de George Mikan (1948), editado por Bowman. Mikan fue aquel pivote de la NBA pionera que llevaba aquellas inconfundibles gafas de pasta y que jugó en los Lakers de Minnesota años antes de que el equipo amarillo se mudara a Los Ángeles. Por el cromo de George Mikan, una verdadera rareza de coleccionista, se piden 220.000 dólares en el mercado. El segundo cromo en el ranking es, como no, el de Michael Jordan (1986) precisamente el de su año "rookie". Este cromo en cuestión del gran MJ está editado por Fleer y se vendió este verano por el nada módico precio de 100.000 dólares. El tercero en el podio de cromos de basket más cotizados es (era) el de Oscar Robertson (1961) también el de su año del debut en la NBA. Como es bien sabido, "Big O" consiguió el, hasta ahora, único triple doble al final de una temporada en toda la historia de la NBA. El cromo de Oscar se cotiza en unos 29.000 dólares.

Pues bien, un jugador de la NBA actual, con apenas un año de experiencia en las canchas de juego, acaba de destronar a "Big O" de ese tercer lugar del cajón de cromos más valiosos. A principios de este año 2012, un cromo del alero Blaker Griffin, de los Clippers de L.A., concretamente el de 2009, editado por Panini América, se ha vendido por 38.000 dólares USA. Es cierto que el cromo en cuestión incluye un autógrafo y el logo de la NBA arrancado de una de sus camisetas de juego, pero, con todo, ese precio representa una de las cantidades más importantes pagadas por un cromo de baloncesto en la era moderna de la NBA.

Pagar esa cantidad por el cromo de un jugador con menos de dos años en activo en la Liga, y con toda una carrera por delante, es sorprendente. Solamente había ocurrido algo similar con los cromos del año de novato de Michael Jordan. Pero el precio que alcanzó el cromo de Air Jordan no alcanzó jamás el que ha logrado alcanzar ahora el de Blake Griffin.

Y eso indica una cosa muy clara: que Blake Griffin es percibido por los aficionados y, lo que es más importante, por los coleccionistas-inversores en cromos y "memorabilia", como el jugador con más potencial de futuro en toda la NBA.

La imagen de Griffin, muy habitual en los "highlights" del día de la NBA, y su look de buen chaval del Medio Oeste, han situado ya al jugador de los Clippers en la senda de Kobe, de LeBron, y sospecho, que en la senda de Michael Jordan muy pronto también.

Y, dado que los cromos de baloncesto se cotizan todavía bastante baratos en relación con los cromos de otros deportes mayoritarios, es evidente que tienen un enorme potencial como inversión a medio-largo plazo. Más aún; sospecho que la globalización de la NBA hará que compradores potenciales no solo de América sino de países con economías emergentes, como la India o China, se interesen también por este tipo de productos en breve.

Y en la cima, pero muy en la cima, de ese mercado de cromos, se encuentra ya Blake Griffin. Los inversores en este tipo de artículos coleccionables rara vez se equivocan; así que su decidida apuesta por el chaval de los Clippers parece indicarnos con bastante claridad por dónde va a circular el futuro inmediato de la NBA.

Hace unos pocos meses le conseguí una camiseta de juego de los Clippers, firmada por el mismísimo Blake Griffin, a mi compañero de COPE Rubén Parra. Parra, aunque es un Laker irredento, sabe mucho de este juego y profesa una auténtica devoción por Griffin. Sin embargo, se me olvidó decirle al bueno de Parrita que iríamos a medias en caso de que algún día pusiera en venta esa camiseta del crack. Craso error.

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Miguel Ángel Paniagua (publicado en Gigantes)

Miguel Ángel Paniagua en Twitter: @pantxopaniagua

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comentarios
1 raul, día

Te perdí la pista desde el último blog en solobasket. Busqué si escribias un nuevo blog y ahora veo que si es así. Todo un hallazgo para mi, siempre un placer leerte.

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