A vueltas con la entrevista a Xavi Pascual publicada esta semana en Marca notamos que, al fin, no es sólo opinión de los medios de comunicación la necesidad de cambiar cosas en el baloncesto. Ya hay técnicos que lo piden. En cuanto a algunas reglas y en cuanto a sistema de competición. Pascual se moja con frases como "tenemos que conseguir que pase algo cada día en nuestra Liga, no jugar nueve meses y que lo importante venga al final". Pues tiene razón.

Lo que sucede es que Pascual se mete luego con algunas cosas por las que ha sido bastante criticado en las redes sociales. Pide Pascual cambios para un mejor baloncesto y, dicen algunos, que por qué es, precisamente Pascual, adalid del baloncesto defensivo y de presión el que lo comenta. Dicen que podría mirarse al ombligo y hacer él, por mejorar esto.

Pero la cosa no va de eso, amigos. La cosa es que cada uno hace lo que quiere con su plantilla. Maneja a su antojo el arsenal y potencial que tiene. No hay que olvidar que el Barcelona fue subcampeón el año pasado de Liga, campeón de Copa y se metió en la Final Four sin contar a pleno rendimiento en ningún momento del año con Navarro, Mickeal y Jawai. Eso es así. Es objetivo y nadie puede decir lo contrario. Y quien lo diga, sencillamente, está faltando a la verdad.

Porque es cierto que a Pascual muchas veces le puede el hermetismo táctico, el cerrojo defensivo, el encorsetamiento de los sistemas. Pero parece que no le ha ido mal durante cinco años en el cargo. Desde marzo de 2008, el amigo Xavi ha disputado 16 de las 17 finales de competición ACB, 14 de ellas consecutivas. Digo, sólo parece que mal no le ha ido. Para que el dato sea completo, ha ganado nueve títulos (3 ligas, 3 copas y 3 supercopas).

Este año tiene una plantilla poderosa y tampoco se puede decir nada del ritmo anotador y de juego del Barcelona, que lejos de ser el perfecto y tardará en llegar, es bueno. 76 puntos ante Valencia y 83 ante la Penya en ACB; Algo más bajo en Euroliga donde el equipo nunca ha pasado de 70 puntos. Aún así esta plantilla está por hacerse. Las estrellas han de armarse y las futuras estrellas (en este Barça Abrines, Hezonja, Todorovic) siempre se han forjado con el tiempo.

Todo lo que se ha dicho en las redes sociales tras la entrevista es altamenterespetable, totalmente diría. Pero sonrojan algunas cosas, algunos datos que no están acertados. Que me permitan los tuiteros que lo exprese así, por no decir que es una barbaridad infame algunas cosas de las que se han comentado. Repito que respeto a todos, pero decir que a Ricky Rubio casi le estropea Pascual el paso a la NBA es ocultar claramente que el chico jugó mal por los problemas con el tiro, por las defensas férreas a las que le sometían. Pero esas temporadas con Pascual le valieron a Ricky para que los Wolves se acabaran de convencer. Claro, en la NBA defienden, habitualmente, con la mirada y Ricky es mejor allí. A esos tuiteros les diría que se miraran el Eurobasket lamentable que ha hecho Rubio. Una pista, jugaba en Europa. Otra pista, el entrenador no era Pascual.

Es uno de los ejercicios preferidos del periodismo español y de la sociedad en general. Criticar a un buen técnico español por utilizar sus armas y llamar genio a un serbio, croata, francés, italiano, americano, lituano, ruso por llevar este baloncesto a los altares. Un baloncesto que siempre utilizaron las grandes para ganar títulos. Pero Pascual está fuera de todo eso. A él le han renovado hasta 2017 en el Barcelona. Señal que, efectivamente, están descontentos con el trabajo. Y mira que hay técnicos que se han postulado al cargo, y buenos. Pero mira por donde el Barcelona sigue con la cabezonería de la continuidad de Xavi Pascual. ¿Será posible?

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Dani Blanco en twitter @blancopineda

Fotos: ACB y FC Barcelona