Una Copa bien fría
La Copa del Rey de este año me ha dejado más bien frío. Y no me refiero a las bajas temperaturas que reinaban en "Sibería-Gasteiz" sino a que debido a los caprichos del sorteo y a la no emisión televisiva de, digamos, la mitad de los partidos este año no he sentido ese ambiente especial, esa sensación diferente, que siento siempre que llega este evento.
Este año la Copa del Rey, creo que esto no es una opinión mía, ha ido de más a menos. El aperitivo entre Real Madrid y Barcelona prometía pero el desarrollo del partido fue más allá de lo esperado. Debido a esto el resto de partidos han parecido una sombra comparado con éste. Lógicamente hablo en general, los aficionados de los equipos implicados no compartirán esta opinión. El hecho de que el sorteo haya deparado dos partes del cuadro tan diferenciadas ha contribuido a esa de sensación de diminuendo. Lo opuesto a lo que debería ser cualquier torneo. También ha ayudado la penosa primera vuelta del Barcelona que, irremediablemente, le iba a enfrentar a uno de los cabeza de serie en cuartos dejando a uno de los favoritos en la cuneta a las primeras de cambio.
Ya sé que la opinión generalizada va por otro lado pero yo creo que a la final de cualquier torneo deben llegar siempre los mejores. Y con los mejores no me refiero al Madrid, el Barça y el Caja Laboral si no a los que han sido mejores a lo largo del torneo. Para fomentar esto, creo que los cuadros deben quedar marcados por la posición al final de la primera vuelta como ocurre en los play off y no mediante un sorteo. Algunos dirán que de esta manera veremos menos sorpresas pero la sorpresa no debe ser que un equipo más modesto llegue a la final por haberle tocado el lado débil del cuadro si no por haber despachado por el camino a los equipos teóricamente superiores. De esta manera también tendría más aliciente la primera fase de la liga. No solo habría lucha por clasificarse entre los ocho primeros y ser cabeza de serie. El puesto también tendría su importancia.
Hablando de sorpresas. Año tras año vuelvo a oír la cantinela del torneo del KO donde todo puede pasar y se suceden las sorpresas. Pero ¿dónde están las sorpresas? La verdadera sorpresa sería que ganara un equipo de los que no contaban en las quinielas, no que alguno gane en cuartos de final a un favorito y después pierda en semis de 20 puntos. Parafraseando a Stacey King tras el partido en que Jordan anoto 69 puntos podríamos decir que entre el Manresa, el Real Madrid y el Barcelona han ganado 57 copas del Rey a lo largo de su historia. Es más, desde 1980, por no irnos a la prehistoria, el Barcelona ha ganado en trece ocasiones, el Caja Laboral seis, Real Madrid cinco, Joventut, Estudiantes y Zaragoza dos, Valencia, Manresa y Unicaja una. Vamos, que hay sorpresas pero con cuentagotas, tampoco nos engañemos.
El otro factor, aparte del deportivo, que ha hecho que esta copa no me resulte tan motivante ha sido la cobertura televisiva, o más bien, la escasez de ella. Debido a que vivo en la Comunidad de Madridsolo he podido disfrutar por televisión de la mitad de los partidos. Pero es que la otra mitad, entre los que se incluyen el Real Madrid-Barcelona de cuartos de final, apenas pude verlos debido al horario que decidió RTVE para su emisión. Es curioso, regalas los derechos televisivos a una emisora para ganar visibilidad a cambio de que lo emitan en La 1 y precisamente por emitir en La 1 no usan el prime time por lo que pierde visibilidad. Paradójico ¿no?
Muchos aficionados se preguntan por el mal trato que RTVE da al baloncesto. ¿cómo es posible que teniendo los derechos apenas hablen de ello en los telediarios? ¿Por qué no hacen previa y post-partido? ¿Por qué cambian los horarios sin explicaciones? ¿Qué hay de los partidos en Teledeporte? La cuestión está muy clara. Un producto se valora de dos maneras. Por un lado lo que el vendedor pide por él y por otro lo que el comprador está dispuesto a dar. En este caso el vendedor ha dejado claro que el producto no vale nada y como tal lo trata el comprador. Como no le ha costado nada no tiene ningún interés en él y, en este caso, RTVE no le va a sacar ningún rendimiento al no haber publicidad. Es una cuestión de economía básica. Si un supermercado paga dinero por un producto y le puede sacar beneficio lo colocará en un lugar preferente donde sus ventas aumenten. Si por el contrario el producto no le ha costado nada y, además, no le puede sacar beneficio lo dejará al fondo de la tienda donde menos moleste. Si lo vende bien y si no también. Por eso hubiera sido mejor vender los derechos a cualquier canal con opciones de sacar algún beneficio. Ellos serían los primeros interesados en colocar el producto en primera línea de caja y darle visibilidad.
Todo esto no son más que sensaciones mías. No sé si las compartirán conmigo en su totalidad, a medias o nada. Pero para mí, en lugar de ser el momento más caliente de la temporada el torneo de esta temporada se ha convertido en una copa bien fría.
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(Fotos: ACB)