"Duro día pero gracias a todos por estos años de apoyo, gracias Raptors fans. Gracias Toronto por hacerme sentir como en casa". Con este conciso tuit se despedía José Manuel Calderón del que ha sido su equipo desde la temporada 2005-06, los Toronto Raptors, única franquicia canadiense de la NBA tras la despedida de aquellos Vancouver Grizzlies hoy afincados en Memphis.

El base internacional español ha sido traspasado a Detroit Pistons, en una operación a tres bandas entre Toronto (que recibe al alero Rudy Gay y al gigante iraní Hamed Haddadi), Memphis (que se hace con un campeón NBA y Olímpico como Tayshaun Prince y con el pujante Ed Davis y otro joven como Austin Daye), y los propios Pistons, que se quedan con `Calde´. No cabe duda que el ganador a corto plazo del traspaso es el equipo de Marc Gasol, que si consigue recuperar al mejor Prince habrá dado posiblemente un paso adelante en sus aspiraciones.

Calderón, al teléfono, abandona el Phillips Arena de Atlanta. Acababa de ser traspasado a Detroit. NBA en estado puro

A partir de ahí, cabría pensar a priori en un triste futuro para Calderón en Detroit. Un equipo sin alma, quelleva varios años retozando como una de las franquicias con menor implicación de la liga, y por la que han pasado algunos de esos jugadores que uno, sinceramente, nunca querría tener en su equipo, tales como Ben Gordon o el ínclito Charlie Villanueva, que como recuerda Moncho Monsalve en la entrevista concedida a www.tirandoafallar.com (pincha aquí para leerla), fue expulsado el pasado verano de la selección de República Dominicana por el seleccionador, John Calipari. Y claro, cuando hablamos de una franquicia con tres títulos de campeón de la NBA (1989 y 1990, con el mítico equipo de los `Bad Boys´ y 2004, vapuleando a los Lakers en la final), suena muy duro hablar de esta manera. Pero hay motivos para ser optimista con el futuro de José Calderón en el estado de Michigan.

En primer lugar, hay que aclarar que, si Pistons y jugador llegasen a un acuerdo, podría incluso producirse un buyout, es decir, una rescisión de contrato, quedando el extremeño libre para poder negociar con cualquier equipo. Pero en el caso de que el ex jugador del Baskonia, `Fuenla´ y Alicante se mantenga en Detroit, su panorama podría ser el siguiente:

-A nivel deportivo: para esta temporada, pocas aspiraciones. Detroit está en un nivel muy similar a Toronto en el balance de victorias y derrotas, y parece complejísimo pensar que puedan alcanzar la zona de play off. Seguramente el final de campaña se le hará muy largo a `Calde´, que peleará el puesto de base con el joven Brandon Knight, el irregular Rodney Stuckey y el no menos inestable Will Bynum, ex jugador del Maccabi de Tel Aviv (por ello, al haber ya tres bases, no es descartable que se dé el mencionado buyout). A buen seguro, los Pistons perderán muchos más partidos de los que ganarán, seguirán confiando en el crecimiento de sus dos jóvenes interiores, Greg Monroe y Andre Drummond, y caerán puestos para poder cazar algo en el próximo draft.

-A nivel social: va a ser duro para el español. Era uno de los auténticos líderes de los Raptors, donde el público siempre le ha demostrado un enorme cariño. Pese a que en Toronto los resultados nunca, especialmente desde la marcha Chris Bosh, fueron los deseados, sí dio la sensación de ser una plantilla con posible crecimiento a lomos de jugadores jóvenes (DeRozan, Ed Davis, Valanciunas...), en la que el español era un auténtico jefe en el vestuario. Por el contrario, aterrizar en los Pistons, con una afición que puede llegar a ser tan caliente como desmotivada se encuentra ahora, con un vestuario repleto de veteranos de vuelta, y en un entorno en el que la mayoría negra de `La Motown´ obviamente buscará implicarse más con jugadores afines, sin que ello suene a racista, hará que las próximas semanas y quizá meses del extremeño en el vestuario Piston no sean sencillas, por mucho que pueda encontrar mayor afinidad con Kyle Singler, ex jugador del Real Madrid la temporada pasada.

-Futuro: he aquí el gran punto de esta operación para Calderón. Será agente libre la próxima temporada (recordemos, siempre que no haya un buyout en las próximas fechas, lo que le convertiría en jugador sin ataduras de inmediato). Ello le va a permitir negociar con cualquier equipo de la NBA. Su aspiración, llegado ese punto, debería ser poder meter la cabeza, a buen seguro como base reserva, en una franquicia puntera de la liga. Va a ser el verano de Calderón en ese sentido, pues muy mal tendría que moverse para no subir dos o tres escalones en sus aspiraciones como equipo.Y aquí es donde se abre la puerta a poder seguir en Detroit. Los Pistons, merced al traspaso cuajado por Joe Dumars, mítico ex jugador de la franquicia y actual máximo responsable deportivo, serán uno de los equipos estrella del mercado NBA este próximo verano. Han liberado 21 millones del salario de Tayshaun Prince, y el próximo verano concluyen contrato varios de esos veteranos `resabiados, como Corey Maggette (10´9 millones), Jason Maxiell (5´5), o el citado Bynum (3´5). El propio Calderón generará un mayor espacio salarial, con los 10`5 millones que dejará de cobrar. Por tanto, todo ello, unido al buen puñado de jóvenes de la franquicia de Detroit (Brandon Knight, Kyle Singler, Andre Drummond y Greg Monroe principalmente), hacen que, tras lo ocurrido, Detroit pueda ser un equipo muy atractivo la próxima temporada. Una franquicia tan interesante que, si no comete errores del pasado, como cuando invirtió muchísimo dinero en los mencionados Ben Gordon o Charlie Villanueva de una tacada, podría ser el lugar perfecto para que José Manuel Calderón renovara y volviera a disputar los play offs la próxima temporada.

Andre Drummond (izquierda), y Brandon Knight (derecha)

Y es que el universo NBA es así, tan de idas y venidas que no podemos descartar que Calderón no llegase ni a enfundarse la camiseta Piston, o que la próxima temporada siga en Detroit en una de las franquicias con más crecimiento potencial de la liga.

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José M. Puertas en twitter: @josempuertas