Trilogía de baloncesto (y III), “Responsabilidad”
Lo que en un principio quedaba y sonaba muy bien, ha terminado por cansar. La frasecita esa de “Hay que saber vender el producto”era muy interesante al principio, pero la hemos utilizado tanto que ha terminado desgastada, perdiendo su esencia e incluso sonar vacía.
¿Qué hay que saber vender?, esta es la pregunta. Lo fácil es responder baloncesto, pero no es así. Hay que saber vender emociones y sentimiento. Y esto es lo difícil. Lo que de verdad implica un gran esfuerzo, dedicación y responsabilidad.
Señores, no dejen el calendario en manos del azar, dirijan el sorteo, pues ni todos los partidos son iguales, ni todas las fechas merecen el mismo trato.
Ustedes saben qué enfrentamientos generan más pasión, qué equipos suscitan un mayor interés y qué fechas serían más adecuadas para determinados partidos.
Empiecen por ahí, por el calendario, y sean inteligentes. Incentiven la emoción y premien el espectáculo.
El Real Madrid (que aún está por ver si este estilo gana títulos) les ha mostrado el camino. Divierte, encandila, llena las canchas y es el equipo más atractivo de ver de Europa.
Y a final de cuentas esto es lo que quiere el aficionado, divertirse, pasárselo bien y ver un buen espectáculo. No debería valer el ganar de cualquier manera (aunque es lícito), pues el triunfo y los títulos están muy bien, pero si el juego no engancha, por mucho que se gane, igual se te queda la cancha como un solar y las audiencias por los suelos (¿verdad?).
Olvídense de tanta asamblea inútil (al simple aficionado nos importa un pimiento, por ejemplo, si Henk Norel y Tomas Satoransky son cupos o no) y trabajen por el bien del baloncesto como entretenimiento. No se preocupen sólo de repartirse los huevos, pues como parece que no se enteran, igual entre reparto y reparto se les muere la gallina.
El baloncesto nacional está enfermo y ustedes parece que no se dan cuenta. Sus mayores preocupaciones son meras banalidades a vistas del aficionado medio (que es la principal fuente de ingresos, no lo olviden) y por muy listos e inteligentes que se crean, da la sensación de que es esto del baloncesto, muchos de ustedes, no diferenciarían entre una pelota de basket y una sandía. Pero el problema no acaba ahí, empieza.
Mientras pierden el tiempo mirándose el ombligo y creyéndose los “Reyes del mambo”, el enemigo se les ha metido hasta la cocina.
Con “el beso de Judas” como estrategia y viendo sus carencias y limitaciones, la FEB está al acecho, esperando su momento y preparada para asestarles el golpe de gracia. En Junio del 2011 el Presidente Sáez ya lo dejó claro y para muestra, un botón: “¿Presidir la ACB?, por qué no (Gigantes del basket nº 1338)”.
Recuperar la hegemonía perdida (allá por 1983) es su intención, y no lo duden, al amparo que dan las medallas, están en ello. Por desgracia y a diferencia de antaño, ustedes no son gente de basket y tal vez por eso y por ser un poco perezosos de mente, no se dan cuenta de la situación real del baloncesto de club.
El aficionado es y será la clave de todo este asunto y mientras unos parecen tenerlo claro (ÑBA, Ruta Ñ, Un día menos para el Oro…), otros no se enteran.
Señores de la ACB, suya es la responsabilidad de cuidar de nuestro baloncesto, velar por sus intereses, protegerlo y defenderlo. Ustedes están en esta obligación y es lo que se les exige.
Alex Cervera en Twitter: @lafura73
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comentarios
Álex, el artículo que escribes está muy bien y la verdad es que es un gusto poder leer de baloncesto en las webs, pero... No te parece que parte del problema reside en la nula protección que se ha dado a equipos de cantera como Estudiantes o Joventut, que han quedado prácticamente desarmados de forma recurrente por los clubes económicamente más potentes? Sé que es una batalla perdida, pero ese estilo del Madrid del que hablas y que efectivamente engancha, ya lo desarrolló la Penya hace apenas cuatro años... con escaso impacto mediático. El gran problema creo que reside en que nos fijamos recurrentemente en si el Madrid o el Barcelona hacen su trabajo, y no nos preocupamos en exceso de los de abajo... siempre refiriéndome a abajo en términos económicos. Esa necesidad de competir en términos económicos es la que ha acabado con la filosofía de cantera de clubes como Baskonia... No sé, creo que más allá de asambleas, el problema del baloncesto reside en la esencia que perseguimos. Un saludo!
menuda gilipollez , toda esta enfermedad se cura con una cosa "dinero" y por desgracia en este país ni lo hay ni lo habrá en las próximas décadas , así que a joderse toca .
si señor tienes toda la razón, antes veía todos los partidos de acb que echaban por la tele, copa del rey incluida, viajaba por distintas ciudades para ver lo que mas me gusta que es el basket. desde hace un par de años lo único que veo son los playoffs y mucha, mucha nba, que es donde están nuestros mejores jugadores. en la acb se ha perdido la identidad, los jugadores nacionales vuelven a la acb a morir...cementerio de elefantes y las canteras están totalmente muertas.hay que volver al basket nacional 2 o 3 extranjeros por equipo, para lo que están haciendo aquí ya está la nba y es incomparable. y las ligas europeas, griega, italiana, turca que no valen nada igual que la acb.Sòlo intentan ganar la liga europea que es igual de mala que las ligas nacionales...se debe buscar la identidad de nuevo con jugadores de fácil pronunciación....ESPAÑOLES
El problema de la ACB es que las secciones de baloncesto de los equipos de fútbol tienen todo, dinero y tirón, fuera de ellas y con 4 excepciones (Estu, Málaga Vitoria y...)no se sigue. No nos engañemos, España es un país de futboleros y de advenedizos que se convierten en expertos en Fórmula1 cuando uno "de los nuestros" gana. Cuando los nuestros han ido ganando cosas que ni nos imaginábamos después de LA84 todo se ha convertido en circo futbolero "ÑBAs" is sandeces varias.
En mi humilde opinión lo que quita toda la emoción al baloncesto no es el buen o mal juego sino la existencia de los playoffs. Por ejemplo el otro día estuve viendo el final del Valencia- Barsa y si, muy apretado y todo lo que se quiera, pero al final ambos van a jugar los playoffs y todo se decidirá ahí. Eso le quitaba el 90% de la emoción. ¿De qué vale jugar bien 34 partidos si al final lo único importante es el final? ¿Para ganar el factor cancha? Ni que eso garantizara nada. 8 meses después de que empiece, casi la mitad de la liga hará borrón y cuenta nueva para jugarse el título. No se me ocurre mejor manera de matar una competición... Bueno, sí, añadirle a eso que encima los que merecían bajar no bajan porque otros equipos no tienen dinero. Lo más interesante del final del año pasado se convirtió en papel mojado. Pues fantástico. Yo creo que se debería volver a lo de antes, sin playoffs, y además permitir los empates y por ejemplo dar 1 punto por empate 2 puntos po victoria ajustada, 3 puntos por victoria de 20 o más, 0 a la derrota ajustada y -1 a la derrota holgada. Sumando a eso un calendario inteligente y nombres pronunciables quizá volviese a ser divertido ver la liga regular.
El sistema del baloncesto español, tiene muchos problemas: 1. Como ya se ha comentado, los playoffs, que para el showtime americano pueden estar bien (ojo, la NBA tiene más repercusión fuera que en los USA, donde es 4º deporte y pronto será el 5º), pero en el sistema español, hace que sí, si eres primero tienes el factor cancha, pero eso no hace que llenes el pabellón o que pongas la tele para ver un partido así. 2. Antes al menos había descensos. El año pasado no los hubo y este posiblemente tampoco, por las condiciones leoninas que impone la ACB a quien quiera ascender a ella. No era más fácil que cada equipo, compitiera con el presupuesto que consiguiera, y pagara los árbitros y las 4 cosas más necesarias? ¿Por qué hay que exigir un presupesto mínimo en ACB? ¿Por qué hay que pagar una millonada por acceder a una liga con tan escaso seguimiento? Por comparar, un equipo que asciende a segunda división de fútbol, lo primero que tiene es contrato televisivo y dinero de las quinielas, no tiene que pagar ningún canon, ni poner ningún aval. 3. El exceso de jugadores americanos, a los que yo llamo mercenarios. Hay americanos que llevan 10 años en España y no tienen ni idea de español. No se integran en la sociedad, y así es muy difícil que la sociedad se integre en equipos cuyos máximos exponentes son los americanos
4. Televisivamente, ha estado condenado al ostracismo desde que ficharon por canal plus. Ahora ha vuelto a la 1, pero claro, la gente no está acostumbrada a ver baloncesto en televisión (salvo los partidos de la selección, y cada vez menos, y si coincide una final Barcelona-Madrid), y las audiencias que tiene son pírricas. La ACB tuvo la opción de haber ido a la sexta, donde hubiera tenido mucha más promoción, pero eso no interesó a la cúpula de la liga, habrá que preguntarse por qué. 5. Tal vez podría cambiarse alguna norma en aras de mejorar el espectáculo, pero siempre de manera clara para que el espectador lo entiende. No hablamos de que llegue a los "4 frikis" del baloncesto (que se creen superiores al resto), sino de llegar a toda la población
En la ACB están todos los ineptos del mundo. No hay cerebro ni ganas de tenerlo. No menean el culo porque el pesebre lo tienen garantizado. Patético. "Tendrás que dejarte ver si quieres que sepan que existes" . Con los playoffs se acabó el invento. Estar todo el año dando vueltas por España con la única meta de meterte entre los 8 primeros, me parece una pantomima. Luego al mejor de tres, después al mejor de cinco,malo, malo, malo. Propongo una liga regular de dos grupos. Con los 4 primeros de cada grupo haría un sólo grupo de 8 equipos que jugarían una liga regular única y finiquita. Con esto se acabó la "paja" de partidos sin ton ni son, aburridísimos, y quedaría el "grano" de 4 finales diarias. Todos los partidos serían a muerte y con emoción a raudales. Eso sí, sabiendo repartir los horarios para que se televisaran varios partidos en el mismo día. La pela es la pela. HORARIOS: una vez transcurridas 5 jornadas se premia según clasificación con: 1º y 2º jugarían contra sus adversarios a la misma hora en un día concreto. El 3º y 4º jugarían contra sus adversarios a la misma hora en otro día concreto. Habría dos días a la semana de competición y cuatro partidos a elegir.