Por Miki Borges

Es de sobra conocida la afición de Reggie Miller por masacrar a sus rivales desde más allá de la línea de tres puntos. El jugador, nacido en California y de cuya etapa universitaria en UCLA quedan varios records y la segunda mayor anotación global de un jugador de dicha universidad (sólo superado por un tal Lew Alcindor), llega a Indiana Pacers en el verano de 1987.

Se podría calificar como de rara avis a este extraordinario tirador, basándonos en que hasta el día de su retirada únicamente vistió la camisola de Indiana. 18 temporadas, en algunas de las cuales la franquicia vivió sus mejores momentos. Pero sin duda, en la retina de los aficionados de este deporte permanecerá imborrable la marca de una muñeca prodigiosa.

El actual comentarista de la ABC americana dejó también un legado de actuaciones memorables que pasaron a los anales de la historia. 8 puntos en 9 segundos en unas semifinales de conferencia, 57 puntos anotados en un partido o un sinfín de tiros ganadores “at the buzzer” llenaron y siguen llenando páginas a lo largo y ancho de nuestro planeta. El siguiente vídeo recoge a modo de resumen algunas de esas gestas:

Pero sin duda, una noche que marcó un antes y un después en la carrera de Miller fue la del quinto partido de las Finales de Conferencia de 1994 ante New York Knicks. Un inspiradísimo Miller anota hasta 25 puntos en un último cuarto de auténtico infarto, motivado por un rifi-rafe de gran calado con el director de cine Spike Lee. Muchísimo mérito tiene el californiano, que fue capaz de jugar y ganar un partido tanto dentro como fuera de la cancha. Simplemente memorable:

En definitiva, alma mater de una franquicia que no parece poder superar la retirada del jugador, y excelso tirador y anotador. No se si es demasiado pretencioso decir que Miller es el mejor tirador de la historia, pero cada uno que juzgue y valore a su manera.