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Las conmemoraciones no siempre son fieles (El primer partido televisado en nuestro país)

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En tarde de Euroliga, cualquiera de nosotros puede pasar de partido a partido entre los representantes españoles, en la plataforma de Canal+. Uno cambia, ve parciales, pasa a otro, monta su propio carrusel. Es algo parecido a lo que podemos hacer con el League Pass NBA, mucho más exagerado, donde una noche del viernes, prolíficas en partidos, relajado en casa, sabiendo que no hay que madrugar al día siguiente, uno va saltando de un encuentro a otro, como saltábamos por los charcos cuando éramos críos. Y al igual que de niños, a cada salto se nos une una sensación de felicidad y emoción.

Es el mundo de la televisión. Internet, sea en un portátil, en un iPad, en un iPhone, en la tele del salón, como toda la vida…las ventanas cada vez son más numerosas. El siglo XXI es de las comunicaciones, ya saben. El siglo XX, no tan lejano, de cara a ver una retransmisión deportiva, parecen antediluviano, con sus 4:3, con sus 625 líneas (un sistema de definición que suena ya del cromagnon), con ese color saturado ochentero. Y si seguimos viajando en el tiempo, ya nos vamos a partidos con una "R" grande y parpadeante en una esquina, para indicarnos que lo que veíamos era una repetición, porque el único vídeo en una unidad móvil que había, grababa la señal emitida, y se ralentizaba la misma imagen vista segundos antes, a modo de repetición. Y eso cuando ya había vídeos. Porque en el blanco y negro, no había repeticiones. El baloncesto, ese curioso deporte que alguien pensó en una ocasión en este país, que sería un espectáculo entretenido para emitir. Esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿cuando fue la primera retransmisión televisiva en España? Justo Conde nos lo explica:

Un suceso acaecido en este 2013 que se nos ha ido casi de puntillas, me ha empujado a volver a ponerme ante el teclado, para intentar situar nuestra historia en una más exacta dimensión, abusando de mi condición de ser el decano de los periodistas españoles que en su tiempo tuvieron la exclusiva del baloncesto y que aún me permite Dios tener ilusión por querer enmendar alguno de los muchos patinazos que se hacen a nuestra historia baloncestista.

Quiero referirme a la celebración del Cincuentenario de la primera retransmisión por Televisión Española de un partido de baloncesto, en concreto de la Copa de Europa, entre el Real Madrid y el Honved de Budapest. Conmemoración y celebración que tuvo lugar en el "Foro 2014-AS" el pasado lunes 6 de mayo y del que daba notable difusión el mismo diario en su edición de papel, con una nutrida asistencia en el amplio foro de las reconvertidas dependencias de la desaparecida "Fundación Ferrándiz". Allí regresaba su fundador de su actual retiro en Alicante para unirse al numeroso grupo de viejas glorias canasteras de varias épocas, pero principalmente de quienes protagonizaron aquella "premier televisiva", los Emiliano, Luyk, Sevillano, Lolo Sainz, a los que sólo faltaba Burgess según la reseña. Sólo faltaba Burgess… entre los que actualmente siguen residiendo en Madrid, añado yo, porque encontré a faltar a alguno más que también jugaron y anotaron en aquellos dos partidos televisados ante el Honved. Me refiero a los zaragozanos Lorenzo Alocén (el de la "célebre" autocanasta) y Julio Descartín.

Pedro Ferrándiz fue quien introdujo tal efemédires en el acto, junto a Matias Prats y Alfonso Lapeña, jefe de retransmisiones de TVE, quien según Justo Conde, "tuvo el detalle en querer recordar que fue Raimundo Sapota quien le propuso realizar tan importante experiencia para el futuro del baloncesto español, así como para el ente televisivo".

Por no residir en Madrid, no pude asistir a tan emotivo acto, lo que no me priva de recordar en qué forma celebré en su día semejante acontecimiento, cuando todavía no había entrado a mi mejor etapa profesional como periodista en "Dicen". Lo hacía en aquella decana revista "REBOTE –solamente baloncesto" y que en su número 40, ofrecía una portada que mostraba el pleno de mi familia visualizando dicho partido, además de ofrecer en su interior, diversas e importantes opiniones, como las del propio Matias Prats padre, que en un dechado de sinceridad nos narraba cómo y de qué forma supo capear aquella difícil prueba con un deporte casi desconocido para él. A modo anecdótico, sí quiero recordar que aquel maestro, bautizó el clásico tiro en suspensión llegando en carrera de Emiliano, como "tiro en morterete" por la parábola que le daba, lo que resultaba bastante jocoso y novedoso para los sesudos eruditos. Lanzamiento que hoy ha inmortalizado otro extraordinario jugador, Juan Carlos Navarro, con su similar "bomba".

Fue una rudimentaria retransmisión, puesto que no solamente la voluntad podía con los problemas que pudieran acontecer para que los "ojos del mundo" entrasen en el ya mítico frontón Fiesta Alegre, lugar de las primeras epopeyas del Real Madrid y del que Clifford Luyk en el último "Personajes TaF" nos mencionaba. Además, se llegaba a un escenario donde había que idear dónde colocar las cámaras, algo nada fácil, y sobre todo, una falta de iluminación palpable para lo que una retransmisión televisiva requiere. Imagino las inmensas sombras. Aún así, es histórico. Eso sí, como bien nos recuerda Justo Conde, no fue la primera realización de TVE de un partido de baloncesto.

Y ya como apunte final, que no puedo concretar mejor por tener depositado todo mi viejo archivo fotográfico y hemeroteca en la "Fundació del Basquet Català", que esa retransmisión televisiva del Real Madrid-Honved de Budapest de marzo de 1963, no fue precisamente la "premier" televisiva de un partido de baloncesto en España, y creo que ni el propio Alfonso Lapeña se atrevería a negarme cuanto a continuación rememoro y como se podrá comprobar en los archivos de TVE. Algunas semanas antes, o quizá hasta meses, TVE experimentó una retrasmisión baloncestista en circuito cerrado para el Palacio del Pardo, residencia del jefe de Estado, para que Francisco Franco pudiera conocer mejor el creciente desarrollo que estaba teniendo este poco conocido deporte.

También la mano de Raimundo Saporta, tuvo algo que ver con esta probatura, que aparte la visualización palaciega de los Franco, tuvo otra paralela y semiprivada en un local madrileño, no se si de libre acceso o por invitación, a la que algunos jugadores de la época, tuvieron acceso. Creo recordar que el partido era entre las selecciones de España y Argentina (31 de mayo de 1962. España 76-69 Argentina. Alfonso Martínez fue el máximo encestador con 27 puntos) . Sí que recuerdo que dos días más tarde, Eduardo Kucharski conversaba conmigo sobre dicho partido ante los micrófonos de Radio Juventud. El que se hiciera en circuito cerrado y para una familia en su palacio, no impide que fuera una retransmisión televisiva, producida por TVE, de baloncesto. Y, consecuentemente, la primera. Y que nadie se ofenda por haber querido reubicar las cosas en su sitio.

Me hubiese encantado poder ver las caras de la familia Franco viendo aquel juego trepidante por televisión, aquellos aficionados desde aquella sala -puede que fuese una sala cinematográfica-, observando aquel deporte al que veían pon pasión. La misma que tenemos nosotros cuando saltamos de oca a oca de un pabellón a otro desde nuestras pantallas particulares.

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Antonio Rodríguez en twitter: @tonystorygnba

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