Lampe: la frialdad de un talento
Con una cabeza, a veces, no muy bien amueblada, pero con un talento descomunal. Estas referencias servirían para definir muy bien a Maciej Lampe (Lodz, Polonia, 1985), el jugador del Barcelona que está viviendo en el seno del club azulgrana lo complicado que es triunfar completamente en el baloncesto si algo falla en tu actitud.
Sobre todo si te encuentras con un entrenador como Xavi Pascual que no te dejará pasar una. Ya fue el técnico muy condescendiente con él, cuando en Badalona, hace un mes, a Lampe le dio por hacerle una falta a Joseph, jugador de la Penya, cuando lanzaba de tres y cuando su equipo ganaba por cuatro y restaba un segundo. Si el triple llega a entrar tenemos lío. Pero a Lampe parece que no le importó. Total, acabaron ganando.
Estas cosas de niño pequeño, de actitud plana, de carácter frio, como si nada importara en la cancha, es lo que debe cambiar el pívot polaco que no ha sido una estrella mundial precisamente por su actitud. Y eso que fue drafteado por Phoenix, que jugó en Houston, Nueva Orleáns, Maccabi, Khimki, Unics Kazan, Caja Laboral. Pero Lampe no es decisivo ni en Polonia, fracasada en el Eurobasket. Al jugador le falta algo.
Y ese algo no es talento porque pocos pívots habremos visto con los movimientos de Maciej. Con el tiro exterior sublime del que dispone, con esa suspensión aprendida de Patrick Ewing y que, prácticamente, ejecuta igual que el jamaicano. Pero Lampe no es un jugador clave, decisivo. Lo es, en cuanto tenga el partido, en cuanto tenga alguna dosis de calentura en el encuentro. Pero igual de frio que siempre, al espectador le deja la mayoría de encuentros, indiferente.
Intenta Pascual cambiarle durante todo el año, desde que esto comenzó, dándole el rol de minutos importantes, pero por el momento no está consiguiendo el efecto deseado. Otra cosa es que lo consiga (yo soy de la opinión que acabará aportando más cosas y muy buenas) pero hasta el momento Lampe es medio jugador. Nos falta mucho para ver al entero.
Está cuajando buenas actuaciones en Euroliga y últimamente aporta buenas cosas fuera de España. Pero en la liga casera se le notó en Bilbao donde Tomic, tirando muy poco, fue más importante. Se le tiene que exigir al gran jugador polaco más implicación. Es una pena, casi un sacrilegio, que Lampe deambule por las canchas, enseñando muy poco durante muy poco tiempo. Es criminal tener a un jugador de ese talento en el equipo sin que salga todo lo bueno. El espectador pierde, el basket necesita que salgan estas estrellas.
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Dani Blanco en twitter @blancopineda