Por José M. Puertas

Aquí estamos ya, casi sin darnos cuenta, en una nueva edición de la Copa del Rey. Es sin duda la semana grande del baloncesto español, tan tocado por momentos a nivel de audiencias. Y dicen los que saben de esto que puede ser una de las copas más previsibles de siempre, con todo apuntando a un Barça - Real Madrid en la final por tercer año consecutivo.

El primer día ha concluido sin sorpresas. Pero pudo haberlas. Y es que el buen momento de forma del Lagun Aro pudo costarle caro al Caja Laboralen un partido raro. La intensidad que siempre ponen los donostiarras, desarboló en buena manera al favorito vitoriano en los primeros veinte minutos, saldados con un 28-38 que amenazaba a sorpresón. Sito Alonso ha creado un equipo de gladiadores afines a su causa que dan guerra y se dejan el alma en cada partido. Con un nivel de actividad digno de los mejores equipos de Aíto García Reneses, si encima su artillero, Jimmy Baron, hace una primera parte para enmarcar (16 puntos), Lagun Aro tuvo motivos para soñar. Un sueño que hubiera sido un varapalo terrible para el clásico del baloncesto vasco, un Baskonia que ya ha sufrido demasiado esta temporada al quedarse fuera del Top 16 de la Euroliga ni se sabe cuántos años después.

Aunque quizá hubiera sido una sorpresa tan grande, en el primer partido en la historia del Guipuzcoa Básket Club en el torneo del KO, que ni el propio equipo donostiarra creyó en ella. Un brutal atasco a la vuelta de vestuarios les costó un parcial tremendo de 23-3 del que ya no pudieron levantarse. Prigioni, magistral como en los mejores momentos de su carrera, desquició a los bases del Lagun Aro, y dirigió con maestría encontrando a los dos estiletes del Caja Laboral, Teletovic y un Milko Bjeliça que sigue siendo una agradable sorpresa. Si Dusko Ivanovic consigue añadir a la rotación al debutante ayer Macej Lampe, el carácter baskonia podría volver a reinar en esta Copa. Sin embargo, se antoja demasiado pronto para que el polaco pueda aportar el sábado ante el todopoderoso Barça.

Y es que casi toda la historia de este primer día ha girado en torno al derbi vasco. Como era de esperar, en elsegundo partido del día, no hubo lugar a la sorpresa. La superioridad del Barça Regal ante el Lucentum Alicante fue casi abusiva. Pese al buen arranque de los levantinos, que se le subieron a las barbas a los culés en el primer cuarto, el rodillo azulgrana apareció enseguida. Con Rabaseda, el que debe ser el alero grande de la selección española durante muchos años, levantando al Sant Jordi, se acabó el tema mediado el segundo cuarto.

La única buena noticia para el Caja Laboral, rival de los catalanes el sábado, fue el discreto partido en el tiro de un desacertado Navarro... Que aún así se fue a los 20 de valoración. Lorbek dio otra clase magistral de baloncesto, y empezó a aclarar su camino hacia el posible MVP de la competición. La maquinaria de Xavi Pascual funcionó a la perfección, anotando más fluido incluso que lo que suele hacer, y amenazó a la revelación de la Liga Endesa con endosarle un marcador tan amplio como doloroso. Pero como buen anfitrión, los culés levantaron el pie en la recta final y permitieron a los hombres de Vidorreta decorar el marcador.

Así que nos vamos sin sorpresas. Desenlaces esperados, pero con dos tramas diferentes. Y prepárense, que el ambientazo que se va a vivir en el Sant Jordi este sábado, con la masiva presencia de vitorianos haciendo frente a la superioridad local, puede ser digno de ver. Ojalá el partido acompañe. Aunque los pronósticos auguran un cómodo triunfo del Barça, si hay un equipo en este país capaz de una machada como la que supondría apear a los de Xavi Pascual de "su" Copa, es el Caja Laboral.

(Foto Sito Alonso: ACB)