La otra Copa, día 2
Por Miki Borges
Resulta impresionante observar el ambiente que hay en Barcelona estos días de Copa. El viernes nos enfrentábamos a dos derbis regionales y, vaya si se ha notado.
A eso de las seis de la tarde me presentaba en la Plaza de España de la Ciudad Condal, dispuesto a montar en el autobús de servicio especial que hay para la Copa y llegar unos minutos antes de que empiece el partido. Iluso de mí. Me encuentro ante una cola de más de 300 personas listas y dispuestas para el mismo menester. Claro, he llegado tarde al primer partido de la jornada, pero no mucho. Apenas unos ocho minutos.
Ya en el pabellón asisto a un fantástico partido de baloncesto. Yo era de los que se esperaba que el Banca Cívica fuese capaz de eliminar a Unicaja. Y así fue. En un gran partido de los del "motero" Joan Plaza, los sevillanos se hacían con un lugar en semifinales. Poco o nada pudieron hacer los Garbajosa, Valters y compañía. Mal partido de Freeland y victoria de los sevillanos, pese a que Paul Davis no se encuentra al 100%. Habrá que ver de los que es capaz el norteamericanos contra el Real Madrid.
En el descanso entre un encuentro y otro, se acerca a saludar el gran Antonio Rodríguez que presentará este sábado "Cuadernos de Básket". Tras una amena charla, me dispongo a bajar a la sala de MM.CC. para ingerir algún tipo de alimento que generara algo de energía en mi radiofónico cuerpo. Se comentaba en los mentideros que había hamburguesas pululando por el catering. Mi gozo en un pozo. En la Copa el que no corre vuela y me he tenido que conformar con un sándwich de atún con tomate.
Todo estaba listo para afrontar el Real Madrid vs Mad-Croc Fuenlabrada. Con más de 10.000 personas gritando aquello de "madridista el que no bote" comenzaba el último cuarto de final. Encomiable la actitud de los aficionados del Madrid que no han dejado de animar en ningún momento del partido.
Al final, sufrida victoria blanca. Auténtico partidazo de baloncesto y nueva muestra de que Porfirio Fisac es uno de los mejores entrenadores de nuestro universo baloncestístico.
Mañana más.
Porfi es un grande también como persona. Lo tuve de entrenador cuando empezaba a despuntar con el ascenso a LEB1 del Tarragona hará unos 10 años. Yo tenía ficha en el filial del club y a veces me tocaba subir, tanto a entrenos como a algún partido. Siempre aprendías alguna cosa.