La hora de Paniagua: Por todos los medios necesarios
Creo que todos tenemos más o menos claro que Mikhail Prokhorov, el oligarca ruso y propietario de los Nets de Brooklyn, no ha venido a la Liga NBA a perder. El magante es, ahora mismo, y según la última Lista Forbes, no solo el propietario más rico de la NBA sino también el propietario más rico en el mundo del deporte estadounidense: que se dice pronto. Sobre todo si tenemos en cuenta quiénes figuran en esa selecta fraternidad de dueños de clubes deportivos.
Pues bien, para demostrar su compromiso con la causa de los Nets, Mr. Prokhorov ha asumido ya la friolera de 300 millones de dólares en contratos firmados por su club durante el periodo de fichajes para la temporada 2012-2013. Es más, al contrario que la inmensa mayoría de propietarios de la NBA, el señor Prokhorov no tiene ningún reparo en pagar el impuesto de lujo –la tasa que pagan los equipos que sobrepasan el tope salarial impuesto por la Liga- a pesar de que el susodicho impuesto es mucho más duro que nunca y a pesar de que penaliza a los equipos que lo transgreden también mucho más que nunca.
Un dato: incluso sin que se haya consumado finalmente el traspaso de Dwight Howard de los Magic de Orlando a los Nets, y solo con los contratos de Deron Williams, Joe Johnson, Gerald Wallace y Brooke Lopez, calculo que Mr. Prokhorov tendrá que pagar, aproximadamente, 110 millones de dólares, en concepto de tasa de lujo, durante los próximos cuatro años. Sumando a esto su inversión en la nueva casa de los Nets –el Barclays Center- ya cercana a los 300 millones de dólares, estaríamos hablando de una inversión aproximada de 600 millones de dólares desde que el magnate ruso decidió comprar los Nets hace un par de años.
Se suponía, y así nos lo dijeron unos y otros, que el nuevo Convenio Colectivo firmado el pasado mes de diciembre iba a suprimir la ventaja que siempre han tenido los clubes más ricos de la NBA sobre los más pobres. Y lo cierto es que el mensaje pareció calar entre el personal. Por ejemplo, la familia Buss –dueña de los Lakers de Los Ángeles- ha cambiado de rumbo y está intentando racionalizar el gasto al tiempo que trata de alejarse de las prácticas habituales del patriarca del clan, el Dr. Jerry Buss, que era un reconocido adicto-compulsivo al pago del impuesto de lujo en su pelea por que sus Lakers fueran siempre relevantes en la Liga NBA.
Pero sospecho que Mr. Prokhorov funciona en otra base distinta a los demás dueños. Incluso a la del más rebelde de todos ellos, Marc Cuban, el dueño de los Mavericks de Dallas, que también se ha hecho muy prudente a la hora de controlar el gasto salarial en su club. Mikhail Prokhorov es ahora incluso más “maverick” que el propio dueño de los Mavericks, un tipo muy singular que siempre fue el rebelde con causa de la NBA. Supongo que cuando uno tiene una fortuna estimada en 19.000 millones de dólares determinadas barreras mentales y dinerarias se pueden superar más fácilmente. Y aunque es cierto que Prokhorov es un propietario mucho más ausente que presente, y aunque no es menos cierto que ahora está dando prioridad a su carrera política –aspira a la presidencia de Rusia- el magnate tiene algo que está siempre presente –omnipresente, de hecho- en la Casa Nets: su dinero.
Cuando Mikhail Prokhorov compró los Nets dijo, de manera muy contundente además, que utilizaría todos los medios necesarios para construir un equipo campeón. Mucha gente creyó escuchar entonces el típico discurso que hace todo propietario que acaba de adquirir una franquicia deportiva. ¿Qué otra cosa iba a decir si no?. Pero la clave de esa frase pronunciada en su día por el oligarca está, precisamente, en esa parte que dice “todos los medios necesarios”.
En la NBA, con unas limitaciones tan extremadamente severas en lo concerniente a las contrataciones, a promesas escritas o verbales, o de cualquier otro tipo, hechas por un club a jugadores, Míster Prokhorov no tiene el margen de maniobra que tenía en sus tiempos de propietario del CSKA de Moscú. Creo que se me entiende.
Pero, dicho esto, nunca hay que subestimar a un hombre que fue capaz, hace tan solo unos pocos años, de renunciar a 50 millones de dólares –cincuenta- que había dado como señal para comprarse “Villa Leopolda”, una mansión exquisita ubicada en la Costa Azul francesa y cuyo precio total era de 500 millones de dólares. En aquellos días, la policía francesa le detuvo por “inducción a la prostitución” y aunque al final aquel espinoso asunto se archivó, Mr. Prokhorov dijo que jamás volvería a hacer negocios en Francia hasta que las autoridades del país le pidieran disculpas. Finalmente, fue el propio presidente Nicolas Sarkozy quien se disculpó en nombre de Francia. Pero la cuestión es que, hasta que llegaron esas disculpas, Mr. Prokhorov prefirió perder esos 50 millones de señal antes que seguir haciendo negocios en Francia. Jamás hay que subestimar a un tipo así.
Ahora, en sus Nets, ni Deron, ni JJ, ni Wallace, ni Lopez, ni el entrenador Avery Johnson, ni el manager Billy King, le pueden garantizar las victorias. Para empezar, porque el factor cabalístico de este juego es muy notorio, eso lo sabemos todos. Para seguir, porque todos llevamos ya vistos unos cuantos partidos de la NBA para saber que un entrenador puede diseñar las jugadas más sofisticadas en ataque e implantar los esquemas defensivos más innovadores, pero si no tiene un equipo equilibrado, compuesto por gente que conozca bien el juego y por jugadores que sean mentalmente muy duros, las victorias –las victorias a lo grande quiero decir- no llegan. Y, para terminar, porque las estrellas son siempre las estrellas, sí; pero los equipos verdaderamente ganadores en la NBA se han nutrido siempre de las impagables prestaciones de esos jugadores denominados “secundarios” –tipo Battier, Posey, Horry o Bowen, entre otros- para ayudar en la victoria final de sus equipos respectivos.
Estos Nets de Brooklyn están en el camino correcto, sin duda. Pero considero que aún les falta bastante recorrido para ser un contendiente verdaderamente serio. Dicho lo cual, los Nets tienen un gran activo: Mikhail Prokhorov. Un tipo echado para adelante, con casi 20.000 millones de fortuna personal y dispuesto a invertir lo que haga falta con tal de que su equipo se verdaderamente relevante.
De momento, eso ya lo ha conseguido. Porque si hay una cosa realmente cierta en todo lo que llevamos de pretemporada, y de mercado de contratación y fichajes, es que los Nets de Brooklyn son ya muy relevantes.
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Miguel Ángel Paniagua (publicado en GIGANTES)
Miguel Ángel Paniagua en Twitter: @pantxopaniagua