Queda poco más de una semana para que arranque la temporada 2013/2014 de la Liga Endesa y hay ganas, muchas ganas. Sobre todo en Zaragoza, ciudad que vivió la campaña pasada un año de ensueño, participando –por primera vez en su historia, desde su creación en 2002- en la Copa del Rey y en el ‘play off’ por el título de liga. Fue aquí donde el equipo rojillo rompió todas las barreras y pronósticos llegando hasta semifinales. La afición todavía tiene en la memoria el segundo y el tercer partido de cuartos de final ante el Valencia Basket. Me consta que más de uno ha vuelto a visionar ambos partidos más de una vez durante este verano. Uno de ellos, el disputado en la capital aragonesa, fue el partido de los récords, el de las tres prórrogas, el del infarto, el de la última canasta de Rudez desde la esquina que sirvió al CAI para igualar la eliminatoria. El otro, el partido del éxtasis. Ése en el que los de José Luis Abós vencieron en Valencia (donde anteriormente habían perdido por 40 puntos) a un equipo que le doblaba en presupuesto y que contaba con grandes estrellas. Fue uno de los mejores días de su reciente historia. Otra jornada para el recuerdo fue la despedida, en el último partido ante el Real Madrid en el pabellón Príncipe Felipe, con toda la afición volcada unida bajo un ensordecedor "campeones, campeones", pese a que el equipo estaba eliminado.

Por todo ello, los vínculos entre la afición y el equipo han vuelto a estrecharse, la ciudad está volcada con este proyecto. El CAI Zaragoza ha devuelto la ilusión por el baloncesto a la ciudad (después de la desaparición del antiguo equipo que despuntó en los años 80). Muchos sueñan con la posibilidad de que el equipo vuelva a convertirse en una alternativa a los grandes en España. Además, este año jugará también en Eurocup, competición que volverá a traer al pabellón Príncipe Felipe a algunos de los mejores conjuntos del continente y que conocerá su calendario este próximo viernes. Esto significa que el equipo comenzará jugando dos partidos cada semana (el de liga y el de Europa), lo que requiere un mayor desgaste.

Esta temporada, el proyecto rojillo mantiene algunos de los pilares más importantes que ya estuvieron en el curso anterior: Michael Roll, Damjan Rudez, Pedro Llompart, Joseph Jones, el canterano Javier Marín, Jon Stefansson, Albert Fontet y Henk Norel (quien todavía trabaja por recuperarse de su lesión de ligamento). Sin embargo, se han perdido a dos jugadores claves para el club, tanto en lo deportivo como en todo lo referente fuera de las pistas, como San Van Rossom y Pablo Aguilar. Sin duda, dos de las figuras más queridas por el público, que este año vestirán la camiseta del Valencia Basket.

Pero no hay que hablar de las ausencias, sino de las presencias. Los nuevos jugadores no tienen perfiles muy distintos al equipo que alcanzó el éxito la campaña pasada. Tanto Willy Villar, director deportivo del CAI Zaragoza, como José Luis Abós, técnico del equipo, continúan con la misma filosofía: buscar a jugadores que todavía puedan explotar más, que tengan calidad y que no sean individualistas. Una de las claves de la 2012/2013, como los mismos protagonistas afirmaron, fue la unión del grupo, así se sacó el máximo rendimiento de ellos. Muchos jugadores señalaron que nunca en sus distintas carreras deportivas, tanto a nivel de clubes como de selección, habían formado parte de un equipo tan unido. Eran una verdadera familia, eran todos amigos y eso se veía reflejado en la pista.

Sin duda, Giorgi Shermadini es el fichaje estrella del conjunto rojillo para este año. El pívot georgiano ha maravillado en el reciente Eurobasket, jugando contra algunos de los mejores del continente en su demarcación. Hay muchas ilusiones y esperanzas puestas en él y llega a Zaragoza para marcar diferencias. Ligado a él llegó su compatriota Viktor Sanikidze, quien se encontraba, en estos momentos, sin equipo y que también ha firmado un excelente Europeo. A ellos se unen Pere Tomás, uno de los que más ha destacado durante la pretemporada, sobre el que el club también ha depositado mucha confianza, dada su juventud y su conocimiento de la Liga Endesa, y Jonathan Tabu. El base belga viene a sustituir a su amigo Sam Van Rossom, una dura tarea.

Tanto la afición como el club tienen como objetivo seguir creciendo y consolidarse, cada vez con mayor fuerza, en la competición nacional. El listón está muy alto y repetir los éxitos conseguidos la campaña pasada serán muy complicados, pero la ilusión está por las nubes.

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Olga Lorente en twitter: @OlguitaLorente‎

(Fotos: ACB y Basket Zaragoza)