Cuestión de fe
Hay quien dice que la fe mueve montañas, y es algo que suele ser importante en el mundo del deporte. Creer en tu objetivo puede hacerte alcanzar lo que te propongas, o al menos quedarte a las puertas de lograrlo.
Comentó Txus Vidorreta en la rueda de prensa posterior al partido de cuartos de final que a su equipo "le habían faltado los 20 puntos de English". Tarik Kirksay repetía esa misma frase poco después en la zona mixta del coliseo vitoriano. Bien cierto es que posiblemente, creo que seguro, a ningún equipo de esta Copa le podía afectar tanto la baja de un jugador como la de Carl English al Asefa Estudiantes. Y especialmente cuando ésta se produce unas horas antes del partido, de forma abrupta, se hace mucho más grave que si ya conoces esa lesión unos días o semanas antes del evento.
Pero más allá de todo ello, el partido del Estu fue el más decepcionante de lo que llevamos de Copa. Veinticuatro horas antes del encuentro, posiblemente Asefa Estudiantes era muy candidato a dar la `sorpresa´ para la mayoría de aficionados y prensa especializada, ante un Valencia que llegaba muy tocado tras las últimas derrotas en Liga Endesa y Eurocup. La pérdida del máximo anotador de la liga podía ser justificación para perder ante los valencianos, pero nunca para no luchar. Y es que hay que decir que, por doloroso que parezca, el equipo de Txus Vidorreta ayer no compareció sobre el Buesa. Los colegiales salieron entregados, y sin la fe necesaria, desde el hotel, y a poco que Valencia Basket consiguió empezar a anotar desde fuera, el partido se acabó. Como si la única bala de los madrileños fuera que Kuric hiciera ayer de English, algo que, no nos engañemos, es casi quimérico. Con ello, resultó que las sensaciones de este primer partido del viernes, poco o nada tuvieron que ver con las del que abrió la competición el jueves (pincha aquí para recordarlas). Seguramente fue el peor partido de la Copa.
Mención aparte merece la exhibición de Vitor Faverani en los levantinos. Hay casos de jugadores que no rompen en su carrera hasta que no se juntan con determinado entrenador. Al brasileño se hartaron de esperarle en Málaga. En San Sebastián le vislumbraron algo, a todas luces insuficiente. Llegó a Murcia, y con Luis Güil empezó a ser un tipo dominante en la Adecco Oro, pero extremadamente irregular. La fe de los creyentes en la explosión de Faverani parecía acabarse. Pero su verdadera irrupción ha llegado de la mano de Velimir Perasovic, pues con Paco Olmos tampoco dio la talla. El talentoso Vitor es, quizá junto a Ante Tomic, el mejor pívot que hay hoy día en España al poste bajo. Dotado de un físico privilegiado, si `Peras´ consigue que su cabeza siga en su sitio, Juan Roig se puede ir frotando las manos, porque o tendrá un jugadorazo para años, o se forrará cuando Real Madrid (le iría como anillo al dedo), Barça, o algún gran europeo lleguen con la chequera. Faverani es un tipo que domina cerca del aro, pero cuyo rango de tiro alcanza hasta el triple con absoluta fiabilidad. Una bomba de relojería, vamos. Porque además puede ser un gran intimidador y va bien al tapón, aunque sus conceptos defensivos sean aún muy mejorables. Ayer 23 puntos y 11 rebotes para el de Porto Alegre, lo cual teniendo en cuenta que jugó apenas 24 minutos es una salvajada.
Pero si a alguien le sobra fe en esta competición es al Gran Canaria, posiblemente el equipo más religioso de la liga española. En su vestuario conviven dos mormones, Spencer Nelson y Ryan Toolson, y un judío, Jon Sheyer. Pedro Martínez descartó hace algunas semanas en Tirando a Fallar (aquí puedes escucharlo) que los grancanarios valorasen la religiosidad de los jugadores a la hora de ficharlos, pero no negó estar encantado con la implicación de los mismos. El caso es que el técnico catalán al fin pudo conseguir, a la novena participación del `Granca´ en una fase final de la Copa, meter a los amarillos en semifinales.
Y cuidado con este equipo, con todo lo necesario para llegar lejos en esta Copa. A saber: pívots grandes, muy grandes (atención al enorme Walter Tavares y sus 220 centímetros, porque puede dar que hablar), aleros con un físico potentísimo, como Brad Newley o Spencer Nelson, tiradores de máxima fiabilidad, como Javi Beirán o Ryan Toolson, y dos bases que no hacen tonterías, uno de los cuales, el citado Jon Sheyer, ex de la Universidad de Duke, dio una auténtica exhibición ante el Uxue Bilbao Basket en la segunda parte. Hace poco, Sheyer comentaba en `Gigantes´ su interés en relanzar su carrera, llamada a cotas mayores, en este paso por el Granca. Desde luego, va por el buen camino. Tienen hasta la guinda del pastel, la estrella dominante bajo los tableros, que es en lo que justamente se ha convertido Xavi Rey. Tras pasar por una durísima lesión de hombro, el pívot catalán se encuentra en el mejor momento de su carrera, y ya no llama a la puerta de la selección, sencillamente sería una barbaridad que Juan Antonio Orenga no le llamara este verano en que tantas bajas va a haber. 22 puntos, 8 rebotes, y sobre todo, una sensación de superioridad al poste extraordinaria. Prepárense para el duelo con Faverani. Dos estilos de dominar cerca del aro. Quizá gane el que tenga más fe en ello. Suele pasar a veces.
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José M. Puertas en twitter: @josempuertas
(Fotos: ACB)