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Carlos Iradier, la gran promesa del baloncesto cántabro

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De pequeño y hasta ahora, cada domingo es uno de los muchos sufridores que se acercan hasta el Sardinero para trasmitir su apoyo al Racing de Santander, aunque él en su día escogió el baloncesto por delante del fútbol. Carlos Iradier Ruiloba nació en San Sebastián el 11 de diciembre del 1994, aunque ha pasado la mayor parte de su vida en Santander. Formado en las canteras del Cantbasket y Valencia Basket (anduvo en su primer año senior y sus dos años en etapa júnior), este alero ha vuelto a su ciudad natal después de haber vivido tres duras y exigentes temporadas en la capital del Turia. Actualmente es uno de los pilares del Club Deportivo Estela, conjunto que compite en el grupo "A" en liga EBA y que está en la octava plaza de su liga tras haber cosechado un balance momentáneo de 3 victorias y 4 derrotas.

A los siete años, en el período de mini-basket empezó todo. Fue en esa edad cuando Carlos Iradier empezó a botar y encestar, dando primeros pasos en el mundo del baloncesto los dio en el mítico colegio cántabro Calasanz. No obstante, no tardó demasiado en destacar, su técnica individual e inteligencia sobre el parqué le sirvieron para captar la atención de los responsables del Cantbasket, que no tardaron en convencer a Iradier para que continuase creciendo como jugador y persona a los servicios del que podríamos denominar como mejor equipo (o equipo que mayores éxitos ha obtenido) del baloncesto base cántabro.

Fueron muchos los años que Carlos Iradier pasó defendiendo la elástica del conjunto santanderino. Allí, se convirtió en la gran referencia del baloncesto base santanderino, y obviamente, no tardaron las comparaciones con Fernando San Emeterio (Laboral Kutxa), quien era, es y será la referencia baloncentística en Cantabria. "De mi etapa en el Cantbasket solamente puedo recordar buenos momentos, ha sido el club con el que he pasado gran parte de mi vida y con el que siempre estaré endeudado. Tienen grandes entrenadores que me ayudaron a progresar como jugador y ser mejor persona. Además, también nos clasificamos para varios campeonatos de España en los que intenté aprovechar para demostrar lo aprendido durante la temporada e intentar mostrarme así ante los mejores equipos de España", dice Carlos, que ha jugado durante gran parte de su vida en el conjunto santanderino fundado el año 2004.

Exhibiciones que le valieron para tener una (gran) oportunidad: Desde su segundo año infantil hasta el segundo cadete Carlos Iradier dio recitales y exhibiciones por toda Cantabria luciendo la elástica del Cantbasket. Su versatilidad, talento y descaro hicieron que las ligas cántabras se quedasen pequeñas para él, y además, fue el mejor de su equipo cuando jugó campeonatos de España. Precisamente, gracias a los campeonatos nacionales pudo demostrar su valía y potencial siendo cadete, cosa que animó a varios clubes a interesarse en hacerse con sus servicios.

Una vez finalizada su etapa como cadete, el jugador y los suyos (amigos y familiares) coincidieron en que el baloncesto base cántabro no estaba a un nivel demasiado alto, por lo que lo mejor para seguir progresando como jugador sería iniciando una nueva etapa. Durante el verano del 2010 manejó varias opciones, aceptando finalmente la oportunidad que le brindó el Valencia Basket. Iniciaba una nueva etapa a más de 500 kilómetros de la que había sido su casa durante quince años. A Valencia llegó en su primer año júnior y ya tenía ficha en el "A", donde ese año compartió vestuario junto a Larry Abia (jugador de la primera plantilla) y Alberto Pérez (otro fichaje de esa misma temporada, en este caso el manchego llegaba a Valencia procedente del Estudiantes), entre otros.

Iradier (derecha), junto a Larry Abia y Pau Ribas en un acto en Valencia

Durante sus dos primeros años en Valencia (etapa júnior) alternó la liga autonómica valenciana con liga EBA, donde tenía un papel secundario (y poco relevante), mientras que el último año (una vez finalizado su periplo como jugador de formación) estuvo repleto de altibajos. Empezó siendo una de las revelaciones de la liga, contaba con minutos y los aprovechaba trasladando actividad e intensidad defensiva y talento ofensivo en la pista. No obstante, los resultados no acompañaban al equipo que se ahogaba en las últimas posiciones de la competición, por lo que el Valencia Basket decidió cortar al entrenador, para volver a confiar con un "hombre de la casa" como el valenciano y ex-jugador de la entidad Rubén Burgos. Con éste en el banquillo, el jugador cántabro entró en una triste etapa donde bajaron de forma abismal sus minutos, para más tarde, terminar viendo los partidos sentado en el banco (y vestido de corto). Viendo que no entraba en los planes del entrenador, Carlos dijo basta, y abandonó 30 meses después la Comunidad Valenciana para volver a casa. La temporada 2012-13 fue la más corta para él (20 partidos y 329.8 minutos). "Me quedo con los buenos momentos vividos en Valencia, pude comprobar de primera mano como se trabaja en la cantera de un club ACB, y además tuve la oportunidad de entrenar con el primer equipo. Tampoco olvido la cantidad de compañeros con los que compartí vestuario y pude seguir aprendiendo, a la vez que disfrutando, jugando al baloncesto" manifesta el cántabro.

Durante el verano del 2.013 entrenó duramente, y le llegó una oferta para jugar en la presente temporada en la ADECCO Plata. Dispuesto a centrarse en lo académico, Carlos Iradier prefirió esperar a competir en la tercera división del baloncesto y decidió seguir estudiando y compitiendo en liga EBA cerca de casa, en el Club Deportivo Estela.

Scouting: Carlos Iradier Ruiloba es un jugador que juega en la posición de alero, aunque también puede alternar en la posición de escolta. Con una estatura superior a los 2’00m, destaca por su actividad y agresividad defensiva que le convirten en un seguro de vida en los momentos más decisivos de partido. También aporta cosas interesantes en ataque, tiene un primer bote (tras finta) de cara a canasta que en muchas ocasiones resulta ser suficiente para terminar anotando. Además, es regular cuando se levanta desde la media distancia (viene mejorando sus porcentajes desde 5-6 metros en las últimas temporadas), aunque también conviene señalar que es bastante irregular en tiros desde más allá de la línea de 6’75 (tampoco lanza con demasiada frecuencia).

Es rápido, versatil e inteligente, defensivamente es un jugador muy completo, por lo que no acostumbra a cometer muchos errores, en ataque no es un jugador que te asegure una alta cantidad de puntos por partido pero es un jugador que siempre aporta aspectos importantes del juego (rebotes, bloqueos, asistencias, juego sin balón, etc…).

En definitiva, con Carlos te aseguras un jugador que pelea por cada balón como si se tratase del último y que hace lo correcto en ataque, con un talento que ha asombrado a más de uno.

Estadísticas: Anota más que nunca, captura más rebotes que nunca, asiste y recupera más que nunca y está mejor que nunca. Desde el CD Estela deben estar contentos con el rendimiento hasta el día de hoy de Carlos Iradier con el club. El alero santanderino está realizando con ellos su mejor temporada, ya que ha vuelto a sonreír en la pista (algo fundamental para un jugador de sus características).

7’3 puntos (66’7% en tiros de dos), 6’5 rebotes, 2’3 asistencias, 1’5 recuperaciones, 2’5 faltas recibidas y un total de 11 créditos de valoración en los 30:13 minutos que juega por partido. Si lo comparamos en sus números de la temporada pasada como "taronja", Iradier casi tríplica su estadística (valoración);5’1 puntos (33% en tiros de campo), 2’6 rebotes, 1’3 asistencias y 4 de valoración.

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Víctor Belínchón en twitter: @vicbelinchon

(Fotos: CD Estela y Valencia Basket)

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