Antes muerta que sencilla
A las 00h del sábado 15 de junio, la ACB demostró una vez más que cada vez es una competición más injusta deportivamente hablando. A esa hora, y en plena efervescencia mediática por el triunfo del Real Madrid en Barcelona en el tercer encuentro de la final de la Liga Endesa, y con el debate de "si Mirotic es MVP o si Mirotic no da el nivel y por ocho puntos al final no se puede justificar su rendimiento ante el Barça", sobre la mesa, aquella nota de prensa cayó como una bomba. Como no podía ser menos, por otra parte. Así que además de injusta, también sabemos que es torpe mediáticamente hablando, porque mucha gente dejó de hablar del partido, y de si Mirotic sí o Mirotic no.
Con aquella comunicación, la ACB confirmaba que, como sucediera el año pasado, éste tampoco habrá ascensos deportivos. La puerta se le cierra al Club Baloncesto Atapuerca (el Ford Burgos, para entendernos), y al Lucentum Alicante. Ni los castellano-leoneses ni los levantinos han alcanzado los requisitos para ingresar en el selecto club de la ACB, dejando aquello de los méritos deportivos a la altura del betún. Eso, en una temporada en la que los dos semifinalistas de la Liga Endesa, CAI yGranca no jugarán la Euroliga la próxima temporada, algo que sí hará el Unicaja, noveno y fuera de play off por segundo año consecutivo, le hace a uno pensar, una vez más, si el baloncesto va por el camino correcto, o si esto puede ser otro capítulo de aquello que en su día llamamos "El Esperpento" (pincha aquí para leerlo).
Y es que el baloncesto sigue corriendo por el peligroso desfiladero del desapego, logrando que cada día más gente sienta cierta pereza cuando se le habla de nuestro deporte a nivel competitivo (especialmente cuando hablamos a nivel europeo, claro). Si a la maraña que supone el espectro televisivo y de horarios del baloncesto actual le sumamos el nulo aprecio que tiene el poseedor de los derechos televisivos en este país por mimar su producto (en el citado tercer partido de la final tuvimos dos ejemplos más, como no emitirlo por HD tras anunciarlo como tal, y posteriormente comenzar a ver el partido con más de medio minuto disputado… Pero esto ya no sorprende a nadie), le añadimos que el reglamento sigue favoreciendo a los entrenadores con mentalidad pequeña y dañina que siguen queriendo destruir este deporte antes que enamorar (total, todo vale por ganar), si además todo ello lo salpimentamos con que la liga regular cada vez es menos interesante y no se buscan alternativas para hacerla más atractiva (pincha aquí), y lo rehogamos con la actual crisis económica que vive el país, es complicado encontrar un postre más mortífero para esta comilona que conseguir que a los aficionados les importe un pimiento la competición. Y en esas estamos.
En esas estamos porque ya me dirán ustedes qué objetivo pueden tener los clubes de Adecco Oro en adelante, cuando saben que, aunque se gasten un dineral en lograr el ascenso, no van a conseguir realizarlo. Pues obviamente, los aficionados en Burgos y Alicante dirán: "oiga usted, yo no vuelvo a ilusionarme (ni a pagar) por esto, total, ¿Para qué? Ya más alto no vamos a llegar". ¿No será más bonito ilusionarse con un Burgos que ha vuelto a la 2ªB por si acaso puede volver a 2ª?
Y en esas estamos también porque Real Madrid y Barça, bien cubiertos por las secciones de fútbol (y que dure…), cada vez están más lejos del nivel de los demás, y eso permite que el Barça pueda sestear en la Liga Endesa durante toda la temporada, centrándose en la Euroliga, porque sabe que le da de sobra para llegar a la final. Por suerte, aún no se ha dado el último paso, que será el de algún equipo al que le importe un pimiento quedar el último o el penúltimo algún año porque, total qué mas da, no vamos a descender. Pero todo se andará, al tiempo.
Burgos ascendió hace varias semanas, y no ha podido en todo este tiempo alcanzar lo exigido para cumplir el sueño de la ACB. Parece que ahora sus opciones pasan por negociar la plaza con Valladolid, como ya pasara entre Alicante y Canarias hace un año. Pero aún más curioso es el caso del Lucentum, al que la ACB le ha concedido un tiempo más que suficiente (sic) de ¡¡Una semana!! Para poder demostrar que podía volver a la ACB. En resumidas cuentas, el cierre de la ACB es un proceso que ya ha comenzado. Posiblemente los 18 equipos sean una quimera a día de hoy, y la purga termine en varias temporadas con 16, o 14 equipos, jugando la máxima competición nacional. Ya se sabe que esto es lo que quieren los grandes, para seguir centrándose en la Euroliga, sólo faltaría.
Y ojo, antes de terminar me gustaría aclarar que creo que es necesario que exista un control económico en la ACB, para evitar situaciones indeseables que todos conocemos. Pero igualmente defiendo que la pantomima del presupuesto mínimo ya nadie se la cree, y que muchos clubes no lo cumplirían ni de lejos de no ser porque inflan sueldos de trabajadores (por ejemplo) para decir "sí, llegamos a los 4 millones de euros", cuando nadie traga con eso. La liga de las corbatas y los trajes de chaqueta está muy bien cuando se puede, pero sinceramente, y visto lo visto, me gustaría volver a la liga del jersey y el pantalón de pana, a aquellos dulces 80 en que la competición hacía justicia, en Europa jugaba quien se lo merecía, y en la ACB también. Quiero ponerme en la piel de las aficiones de Burgos y Alicante y no consigo ver nada positivo.
Estamos echando a la gente del baloncesto, y sólo si de una puñetera vez ACB y Federación Española (que también tiene buena parte de culpa en todo lo que está pasando) se ponen manos a la obra y verdaderamente en serio, encontraremos un camino mejor. Y además, la pinta calva, porque con la actual apuesta de Endesa, es el momento.
Y yo, pensando en La Catarsis (pincha aquí) mientras nuestra competición se muere.
Eso sí, vestida de chaqueta y corbata. Antes muerta que sencilla.
(Fotos: ACB y FEB)
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José M. Puertas en twitter: @josempuertas