En el momento más duro de la temporada con el 0-3 inicial, Aito García Reneses transmitía a la prensa su seguridad porque el proyecto del Cajasol tenía que ser lento, pero seguro. Tras cuatro victorias seguidas (antes de la visita del Real Madrid), lo sigue manteniendo pero tampoco hace alardes de que esto sea para siempre, que la felicidad sea completa.

Para empezar porque ahora el calendario se vuelve exigente para los sevillanos (tras el Real Madrid, llega el Barcelona) y porque es verdad que Aito decidió formar un equipo joven al comenzar la temporada. Casi como si fuera un año de transición, pero va camino de ser otra cosa. Las ilusiones se han desatado en Sevilla.

La experiencia de Aito siempre es un grado. Tras más de 30 años entrenando, el madrileño ha encontrado en Cajasol, no el mejor equipo que ha tenido, pero sí el proyecto más cómodo en el que nunca habrá estado. Un proyecto lento, seguro, con conciencia de hacer bien las cosas. El año pasado la temporada fue regular, este año, piensa el técnico que se pueden hacer otras cosas.

Dijo Aíto en rueda de prensa que el punto de inflexión fue la victoria contundente ante Caja Laboral (82 – 62) pero es que el equipo ha encadenado dos victorias consecutivas de mucho mérito (Zaragoza, ante el CAI y Las Palmas ante Herbalife, en la gran sorpresa de la jornada pasada).

Jugadores como Satoransky, Sastre, Franch, Hernangomez, el pívot Williams, único en la plantilla con 24 años o más. Hasta seis jugadores con 21 años o menos. Una auténtica barbardidad de juventud, aireada por las canchas españolas. Un riesgo, una apuesta importante.

Pero claro, con el mejor. Confiar en Aito García Reneses es un seguro de vida. Acaba haciendo lo que quiere la gente, acaba siendo el jefe de unos jugadores que se ilusionan sólo con ver al maestro entrenando todos los días con ellos. No pueden decir muchos que han entrenado con el más laureado.

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Dani Blanco en twitter @blancopineda

(Fotos: ACB y CB Sevilla)