Una Copa desde dentro (Día 2)
Por José M. Puertas
Hoy es un gran día. El Caja Laboral debuta en la Copa, con todo lo que eso supone, que es mucho. Madrid está tomado por vitorianos ataviados con todo tipo de distintivos baskonistas, vayas donde vayas. Por Sol, Serrano, Chamartín, o Príncipe Pío. En cualquier sitio hay un aficionado al club que preside Josean Querejeta. Y si llegas a la zona lúdica cerca del Palacio de Goya, pues parece que estuvieras cerca del Fernando Buesa Arena. Sinceramente, para mí, uno de los atractivos de la Copa es disfrutar de la afición de este equipo. Mis respetos allá donde estéis.
Cuidado además con el crecimiento del Bilbao Basket como institución. Está claro que estamos ante un club en crecimiento, que se está metiendo en la elite del basket nacional. Se están haciendo bien las cosas, con tranquilidad y una fuerte inversión, claro. Hay mucho bilbaíno por Madrid también, y eso que no resulta sencillo competir en afición con todo un Athletic de Bilbao. Igual en un tiempo hablamos de una nueva versión del Caja Laboral, y tenemos otra potencia vasca en nuestro baloncesto. Veremos. De momento, eso sí, no tienen punto de encuentro.
Pero también habrá que dar algún palo. A la entrada de los aficionados, se montó un buen "pollo", con unas colas excesivas. Las puertas se abrieron apenas 50 minutos antes del comienzo del primer partido, y además, los lectores de códigos de barras de los abonos y entradas sufrieron más de un fallo, lo que no fue en beneficio de muchos aficionados que mostraron su enojo con el hecho. Normal, habiendo pagado lo que se ha pagado.
Me ha dado tiempo también a demostrar a todo el que haya querido que mi muñeca no está tan oxidada como pensaba. En un stand de una conocida marca de agua mineral te dan una mini canasta para destrozarla haciendo si consigues anotar dos lanzamientos de tres. Bueno, he metido los dos primeros, y el tercero casi lo meto... en la canasta de al lado. Permítanme la licencia, simplemente era para demostrar que uno en la Copa puede no sólo divertirse con el baloncesto.
Esperaba mucho del derbi vasco. Hervelle y Mumbrú han empezado sosteniendo al Bizkaiza Bilbao Basket ante un Caja Laboral donde Marcelinho y San Emeterio aguantaban el tirón de las dos prontas faltas de Teletovic. La primera parte ha estado realmente igualada, aunque un arreón final de los vitorianos les ha dejado en ventaja en el intermedio (43-36), tras bombardear Teletovic el aro vizcaíno con tres triples consecutivos. Por cierto, vaya mate se ha cascado el amigo Chris Warren, ha parecido Blake Griffin el tío.
Ha llegado a dominar por quince Caja Laboral en el tercer cuarto (55-40), pero entre Jackson y un Vasileiadis (triple desde su campo incluido) descomunal han decidido que la hora de los "hombres de negro" no había terminado aún. El griego se ha llevado el galardón a jugón del día, del que ayer se hizo acreedor "Boom Boom" Carroll, y su sexto triple ha puesto el 65-66 a cuatro minutos. En ese momento, la afición bilbaína, bastante inferior en número, se ha comido a los vitorianos, con el apoyo de los pucelanos eliminados ayer. Lo nunca visto. Pero ha durado poco la alegría en la casa del "pobre". Marcelinho Huertas (¿Hay un jugador más seguro en los últimos minutos de partido que éste?), ha anotado y dirigido cuando más pesaba el balón para dejar la victoria alavesa en bandeja. Por cierto, Pau Ribas ha finalizado el partido... Tirando a Fallar su último tiro libre, aunque al lanzamiento a la desesperada de Marko Banic sobre la bocina desde su campo y a una mano le ha faltado un pelo para entrar. Así que mañana, todos preparados, que llega la invasión vitoriana en Madrid, más si cabe.
Tras el emocionantísimo choque vasco, llegó el momento del catalán. Un poco venido a menos a priori, no lo vamos a negar. La plaga de bajas de la Penya, con las más recientes de Norel y, sobre todo un Carl English que parecía haber entrado en estado de gracia, dejaban al Regal Barça como archifavorito. Y es que, para un servidor, la plantilla de Xavi Pascual sigue siendo la mejor de Europa, pese a mostrar algunas dudas esta temporada. Las esperanzas verdinegras se ceñían a la chistera del mago Pepu Hernández.
Y el Barça, al tran tran, no parecía querer pisar el acelerador, pero tampoco dar mucha vida a los vecinos de Badalona. Un buen Ndong finalizaba con acierto en el segundo cuarto para dejar cómodamente por encima a los suyos al descanso (43-33). En medio de la fiesta generalizada en la grada, con las aficiones saludándose las unas a las otras, el DKV Joventut, con la mejor versión del joven base Josep Franch, todavía creció lo suficiente para ilusionar a todos con un final igualado mediado el tercer periodo (52-51).
Voy a hablar también de la afición del Barça. La veterana peña Meritxell es otro signo estupendo de la Copa. Siempre están ahí, incansables y a lo suyo, como una auténtica afición de basket (de éstas que suelen animar a su equipo y olvidarse del rival, ya me entienden...). La media de edad seguramente sea la mayor de todas las peñas que hay en la Copa, pero desde luego que son imprescindibles.
Ah, por cierto, que no se me olvide, no debió salir muy bien de Las Palmas Will McDonald, porque la sorna de los aficionados amarillos cada vez que el pívot cometía una mala acción era más que sonora. Los gritos de "MVP, MVP!", cuando fallaba un tiro, o cometía pasos, no debieron sentarle muy bien al bueno de Will, pero sus motivos tendrían los aficionados insulares para llevarlos a cabo.
Me pongo a hablar de aficiones y ambiente copero y no paro, ¿eh? Volvamos al partido, que lo habíamos dejado igualado, pero el australiano Joe Ingles ha decidido tener su cuota de protagonismo, y decirle a Xavi Pascual que puede seguir prescindiendo de Pete Mickeal (¿Se atreverá a dejarlo sin jugar mañana o, más aún, en una hipotética final?). El ex del CB Granada lideró el ataque de los suyos tras el achuchón badalonés, y junto a dos triples de Lakovic, el partido ha pasado a la historia (77-60, a 3 minutos del final).
Bueno, mañana, si me siguen aguantando, nos leemos un poco más por aquí. Real Madrid – Power Electronics Valencia, y Regal Barça – Caja Laboral, los favoritos han pasado (aunque los valencianos no eran cabezas de serie), y tenemos las mejores semifinales posibles. Pronóstico complicado desde luego, no me mojo que luego me lo recuerdan algunos... Así que mañana, ¡Otra copita!
PD: como no todo es baloncesto, esta mañana he hecho un poco de turismo. Me ha llevado alguien con buen gusto a ver el Templo de Debod, una construcción egipcia en pleno centro de Madrid. No lo conocía, y desde luego es muy recomendable. Si no lo conocen, no se lo pierdan si tienen la ocasión de visitarlo.
Una Copa desde dentro (Día 1)
Por José M. Puertas
La Copa del Rey debería ser para el aficionado al baloncesto como la peregrinación a La Meca para el musulmán: una peregrinación de obligado cumplimiento al menos una vez en la vida. Yo, que debo ser devoto de más, ya llevo seis fases finales (dos en Granada, y una en Sevilla, Zaragoza, y Málaga y ésta en Madrid). Desde luego, yo se la recomiendo a todo el mundo, incluso aunque no te guste el baloncesto en demasía, pues el ambiente deportivo y de buen rollo entre aficiones que se vive de jueves a domingo es, pienso, que inigualable en el mundo del deporte, y, desde luego, inviable en el fútbol.
Conforme te acercas al pabellón sede, ya notas que estás llegando a un lugar con un sabor especial, que no vas a un partido normal. Gente con camisetas de todos los equipos inimaginables, cánticos, fenomenal ambiente... Una delicia. Y es que, aunque la ACB se afane en ocasiones en dificultar la asistencia del aficionado medio (los precios resultan un tanto abusivos en la época en que vivimos), todavía queda un resquicio en la economía de algunos para poder disfrutar del evento.
Pero centrémonos en la Copa que nos atañe. Lo primero que me ha llamado la atención en las inmediaciones del Palacio de los Deportes de Goya ha sido el constatar el hecho de que el Caja Laboral, o más bien el Saski Baskonia como club, es sin duda la entidad puramente baloncestística más preparada que hay hoy día en nuestro país. Una inmensa carpa del club vitoriano acoge a todo el que quiera visitarla a escasos metros de la entrada al pabellón, con especial hincapié para los vitorianos, claro. Y la carpa está llena. De vitorianos, malagueños, madrileños o albaceteños. Que más da. Pero es un gustazo, porque además el equipo de Dusko Ivanovic no debuta hasta el viernes, pero ya pueden verse más de mil aficionados baskonistas en Madrid. Como se metan en la final, la invasión del domingo será, como tantas otras veces, para recordar. En honor a la verdad, el Power Electronics Valencia también tiene su particular punto de encuentro, pero es cierto que más modesto que el de los actuales campeones de liga.
Y entras al Palacio. Y allí está "todo quisqui". Sergio Scariolo, Juan Antonio Orenga, Zoran Savic, o Manel Comas se te cruzan por delante en apenas dos minutos desde que has entrado al recinto. Desde luego no estás en un sitio normal, no.
Y lo mejor es que lo bueno está a punto de empezar. Power Electronics Valencia y la revelación de la ACB, Blancos de Rueda Valladolid, están a cinco minutos del salto inicial. Lo de los pucelanos es alucinante. Se han clasificado para el torneo con una plantilla en la que, menos Marcus Slaughter y Maxi Stanic, el resto han jugado todos en categorías inferiores a la ACB recientemente. Y encima son cabezas de serie. Bárbaro. Pero les ha tocado el coco, un "Power" que desde la llegada de Svetislav Pesic al banco sólo parece inferior al Regal Barça y, si acaso, al Real Madrid. La relevación comienza dando la cara (26-23 mediado el segundo cuarto), pero cuando los taronja aprietan las clavijas atrás son demasiado superiores. 83-60 para los valencianos y a esperar rival en la semifinal del sábado.
Entre partido y partido aprovechas para saludar a viejos conocidos de torneos previos, a los que te gustaría ver más pero apenas lo haces "de copa en copa", y no precisamente en un bar. Se oye una pitada tremenda en la cancha. ¿Qué ha pasado? El Real Madrid ha salido a calentar. ¿Pero no es el anfitrión? Esto es la Copa, amigo... Vitorianos, grancanarios, barceloneses y pucelanos se alían contra el Madrid, el rival al que hay que quitar del medio para allanar el terreno a la final. Mañana le tocará al Barça ser el enemigo público número uno, se supone.
Y el Granca, espoleado por el ambiente, se come al Madrid en el primer cuarto (14-21). Y hueles la sorpresa, aunque queda mucho, y la baja de ese crack que es Taph Savane (¡Mucha suerte en tu recuperación!), pesa demasiado para los de Pedro Martínez. Messina ajusta la defensa, Tucker enchufa desde fuera y Tomic se hace grande en la zona. Carlos Suárez pone el bricolaje, haciendo de todo como el mejor Garbajosa de otros tiempos, y los blancos ya mandan al descanso (39-34). El efecto "Pío pío" todavía vuelve a venirse arriba en la segunda parte, y Wallace pone por delante a los suyos en la busca de su primera victoria copera de siempre. Pero tiene que ser un canario, chicharrero eso sí, quien les dé la puntilla. Sergio Rodríguez demuestra que sus buenos recientes partidos en Euroliga no son casualidad, y lleva a los merengues en volandas hacia las semis. Y todo, pese al partidazo (30 puntos), de ese jugadorazo que se llama Jaycee Carroll.
Fin a la primera jornada, con buen sabor de boca. A la salida del pabellón aún te encuentras con algún miembro del organigrama del CB Granada, que reconoce haber venido a la Copa "a disfrutar", y que sus colegas del resto de clubes no hacen más que recordarle que la cosa por Granada "está jodida, ¿eh?". En fin, un día de Copa, como espero que haya muchos más en mi vida. Si les ha gustado, mañana les cuento un poquito más. El derbi vasco huele a partidazo de los buenos.
(Fotos: ACB y www.fotosalava.net)