Por José M. Puertas

España logró su segunda victoria en el Eurobasket ante la bisoña Portugal (73-87) en un partido con poca historia que siempre controló el equipo español y en el que sólo la relajación final y el descanso de las estrellas hispanas permitió a los lusos evitar una mayor derrota.

Las noticias positivas comenzaron pronto a llegar, cuando José Manuel Calderón, mucho más acertado que en el partido ante Polonia, anotaba la primera canasta de los de Scariolo. España necesita a sus bases aportando y, el paso adelante de "Calde" será imprescindible cuando llegue lo más duro del Eurobasket. La superioridad hispana bajo la zona resultaba por momentos abusiva, aunque curiosamente era el pívot Elvis Evora, viejo conocido de los aficionados a la Liga LEB (jugó en Tenerife y Gandía) quien mantenía a duras penas en el choque al equipo de Mario Palma (11-13, minuto 6). A partir de ahí, y de la mano de un Juan Carlos Navarro que sí que tiene claro y acertado el punto de mira desde que comenzó la preparación, España dio el primer estirón serio (11-23), obligando al técnico portugués a detener el partido, estabilizando algo la sangría antes del final del primer cuarto (16-26). El primer periodo había dejado clara la gran diferencia existente entre ambos equipos, aunque Portugal había seguido explotando algunas de las carencias mostradas por el combinado hispano, como la defensa de los bloqueos y continuación.

Otro de los "esperados", Rudy Fernández, asumió los galones anotadores en el arranque del segundo periodo. El balear, incisivo en las penetraciones, y corriendo bien el contraataque aprovechando su sociedad con Ricky Rubio, puso a España catorce arriba (19-33). Un parcial luso de 6-0 no fue más que un espejismo, y España dio un nuevo giro de tuerca a un motor ante el que los portugueses no tienen respuesta a día de hoy (30-47, minuto 18). La entrada en cancha de Felipe Reyes mejoró la defensa de España a los interiores del equipo rival, que ya apenas vivía del triple. En el intermedio, tras unos minutos de dominio absoluto de Pau Gasol en ambos tableros, la diferencia seguía estabilizada (36-53).

La inercia de los de Scariolo continuó en la reanudación cuando, pese a una más que dudosa falta antideportiva señalada a Marc Gasol, España rompió definitivamente las pocas opciones de su vecino ibérico en pocos minutos, con Rudy conectando en sucesivas ocasiones con los hermanos Gasol y éstos colgándose del aro rival (44-69), minuto 25). La presencia en cancha de Víctor Sada en estos minutos dotó al equipo español del plus de intensidad necesario para evitar la relajación que pudo costar tan cara en la previa ante Polonia. Dos canastas consecutivas de Felipe Reyes fueron el mejor epílogo para el tercer cuarto, con todo resuelto ya en Panevezys salvo cataclismo mayúsculo (52-77).

Así las cosas, los últimos minutos sirvieron para que Sergio Scariolo probara una defensa zonal que a buen seguro veremos en próximos partidos. Sin embargo, el ex jugador del Lagun Aro San Sebastían Carlos Andrade encontró el camino para romper con lanzamientos lejanos la defensa española y, con la segunda unidad española en cancha, Portugal aprovechó para decorar el marcador (66-83, minuto 36). De ahí hasta el final, se pudo comprobar que ni Sergio Llull ni Víctor Claver están en su mejor momento, pese al interés de ambos por ganarse más minutos en el equipo nacional, y la diferencia se redujo hasta estar muy por debajo de la real entre ambos equipos (73-87).

FICHA TÉCNICA.

PORTUGAL 73:(16+20+16+21): Da Silva (2), Andrade (11), Santos (9), Miranda (13) y Evora (6) –cinco inicial–; Tavares (17), Costa (3), Minhava (2), Sousa (0), Fonseca (4), Silva (0) y Gonçalves (6).

ESPAÑA 87:(26+27+24+10): Calderón (7), Navarro (17), Fernández (9), M.Gasol (10), P.Gasol (20)–cinco inicial–; Rubio (5), Ibaka (4), Llull (2), San Emeterio (1), Reyes (10), Sada (2), y Claver (0).

PABELLÓN: Cido Arena (Panevezys, Lituania) Arena. Pobre entrada, unos 1.000 espectadores.

(Foto: EFE)