Menú

La hora de Paniagua: El hombre de la gorra

Tirando a Fallar
0

 

Me propongo que esta sea la penúltima columna que voy a escribir acerca del recién finalizado lockout de la NBA. Reservo espacio en la columna de la semana que viene para hablar sobre los legados de dos hombres importantes en esta historia del cierre patronal: David Stern, el Comisionado de la NBA, y Billy Hunter, el Director Ejecutivo de la NBPA. Pero, una vez escrita la columna de la semana que viene, hablaremos ya tan solo de baloncesto; que es lo que, en realidad, nos gusta a todos.

En esta anteúltima columna quería hablar del hombre de la gorra. Me explico. En una de las fotos publicadas por esta revista –y que he incluido como documento adjunto al director Paco Torres en el mismo mail en el que le envié esta tribuna semanal- aparecen, en la rueda de prensa en la que se anunció el principio de acuerdo que ponía fin al cierre patronal, David Stern y su mano derecha, el Vicecomisionado Adam Silver. Ambos están a la derecha de la imagen. Billy Hunter y el presidente del sindicato –en ese momento todavía asociación comercial NBPA- el base de los Lakers Derek Fisher, aparecen a la izquierda de la imagen. La foto está tomada, por cierto, en la sala de juntas del prestigioso bufete de abogados Weil, Gotshal & Manges.

Dado que la reunión se celebró en un día semifestivo –el viernes siguiente al Día de Acción de Gracias- los participantes visten de modo "casual", salvo Mister Silver. Esa es la norma de vestuario en el mundo corporativo de los Estados Unidos; al menos esa era la norma en mis tiempos. Debías vestir de riguroso traje de lunes a viernes, pero si tenías una reunión en un día no lectivo, entonces podías ir de sport. Pues bien, justo detrás de Fisher aparece un hombre que no solo viste de sport sino que, además, lleva una gorra en la cabeza: en contravención a cualquier norma de etiqueta; incluso para un día festivo.

Pero ese hombre de la gorra es, sin duda, y con todos los respetos a Stern, Silver, Boies, Kessler, y demás abogados de esta trama, el personaje más brillante, más singular y seguramente el más decisivo de este lockout. Se llama Kevin Murphy, es profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Chicago, y es el economista del sindicato NBPA. Pero, en realidad, Kevin Murphy, el hombre de la gorra, es algo más que un economista. Es un genio. Una mente prodigiosa. Uno de esos seres verdaderamente especiales.

En 2005, Mr. Murphy recibió el premio más prestigioso que se puede conceder a un economista, aparte del Premio Nobel por supuesto, que es la beca que concede la Fundación MacArthur –dotada con 500.000 dólares al ganador- por su investigación sobre, y cito: "cuestiones aparentemente irresolubles en el mundo de la economía". Anteriormente, en 1997, Kevin Murphy recibió la medalla John Bates Clark, un galardón que se concede al economista más prometedor que aún no ha cumplido los 40 años de edad.

Durante este lockout varios analistas han expresado sus dudas acerca de la potencia, digamos, intelectual que podían tener los jugadores frente a los propietarios. Algunos, como el prestigioso –aunque a veces estulto- columnista Bill Simmons, vinieron a decir que el sindicato y Hunter no tenían nada que hacer ante unos propietarios acostumbrados a negociar asuntos de miles de millones de dólares en su vida cotidiana y billonarios gracias a su enorme inteligencia.

Craso error. Los jugadores siempre tuvieron a su lado, asesorándoles, a gente muy válida. Y la tuvieron –la tienen- tanto dentro como fuera de la sala de reuniones. Pero, sobre todo, los jugadores tuvieron a Kevin Murphy en su campo. Cuentan, y me lo creo totalmente, que el hombre es capaz de desarrollar una proyección de cómo perjudica, o de cómo beneficia, a los jugadores una determinada propuesta económica de la patronal y de resolverla en pocos minutos. Kevin Murphy ha sido, de hecho, el elemento decisivo a la hora de guiar a los jugadores de la NBA hacia un acuerdo menos lesivo para sus intereses. Por encima de abogados, letrados y procuradores. Y con una minuta bastante más barata que la de ellos, por cierto.

Afortunadamente, hay todavía genios en el mundo. Alguno de ellos viste de sport y lleva una gorra de beisbol en la cabeza. 

 

--

Miguel Ángel Paniagua (publicado en Gigantes)

Miguel Ángel Paniagua en Twitter: @pantxopaniagua

0
comentarios
Escribir comentario

Herramientas