La bestia del siglo XXI
Por Miki Borges
Hasta hace no tanto, pensaba que el mayor portento físico en una cancha de baloncesto era el señor Lebron James, y creo que no iba demasiado mal encaminado. Sin embargo y tras ser un rara avis NBA en forma de “rookie de segundo año”, Blake Griffin ha dejado boquiabiertos a propios y extraños por sus extraordinarias cualidades físicas. Muchos de los aficionados de este mundillo, le habían seguido los pasos durante su etapa universitaria en los Oklahoma Sooners, donde dejó perlas tan maravillosas como la que muestra el siguiente vídeo:
Sin embargo, una lesión la pretemporada pasada, dejó a Griffin en dique seco para toda la campaña. Muchos esperaban con ansia el debut del rookie (sobre todo la alicaída afición “clipperiana”), y también el propio Griffin, pero dicho momento no llegaría hasta octubre de este año. Como suele ocurrir en estos casos, existían opiniones encontradas. Desde los más dramáticos que tildan al “clipper” de “jugador de cristal”, hasta los menos alarmistas que creen que ha sido simple mala suerte. Sea como fuere, Griffin ha peleado muy duro para rendir esta campaña NBA. Observen...
Y vaya si le ha servido el esfuerzo. Griffin está siendo sin duda uno de los jugadores de referencia de esta temporada. Como muestra sus 44 puntos puntos y 15 rebotes del 20 de Noviembre ante los Knicks, que sufrieron además y en sus propias carnes todo el poder del “Superman de Oklahoma” (preguntar a Mozgov y Gallinari):
No sabemos si las lesiones respetarán a este enorme jugador, pero lo que dejan patente sus actuaciones hasta el día de hoy es que Griffin es presente y futuro de la NBA.
¡¡¡Qué bruto!!!
Esperemos que la lesión haya quedado atras y no le afecte la maldición Bowie/Oden.
Con estos tíos habrá que subir las canastas a 3,40...
Vaya animal
Estoy convencido de que Dieter Brandau ya se ha comprado su camiseta y va a reclamar el título de primer fan de los Clippers...
Este tío es un auténtico animal. Yo espero que dure mucho y le respeten las lesiones porque a mi particularmente me encanta.