Por Antonio Rodríguez

Leo que a Fotis Katsikaris, Bizkaia Bilbao Basket lo renueva por tres temporadas más. Y me alegro. Preveo tres años de baloncesto exitoso al equipo bilbaíno. No sé si de éxitos, pero nunca de fracasos.

Me gusta este señor en su forma de actuar y me gusta su manera de trabajar. En este mundo del baloncesto, más repleto cada vez de divismos, pulsos personales y la eterna búsqueda del descubrimiento del agua caliente, Fotis tiene en su mente un baloncesto tan cargado de honestidad y de sensatez, que a mí, desde la distancia, siempre me agradó ver.

Él viene de la buena escuela griega, la que se apropió de la sensatez, y de jugar siempre con inteligencia, de optimizar sus virtudes hasta el punto de asfixiar sus defectos. Lo obvio es lo obvio, y hay que aplicarlo con inteligencia (¿debo recordarles la semifinal frente a los "yankees" del Mundial de Japón?)

Precisamente Fotis trae a España un pedazo de esa escuela de la que se está quedando cada vez más huérfana su país. Anoche, tirando de videoteca, viendo un PAOK-Iraklis de principio de temporada, acabé horrorizado con lo que vi: La pérdida absoluta del sello que esa liga siempre tuvo, por otro lado, bastante atractivo para mí.

Y no le exigirán títulos, sino que no haya descalabros, y un peldañito más cada año. En Bilbao juegan bien al baloncesto y a mí, que ese equipo en su confección de plantilla, me parece raro, verles jugar me gusta. Y como diría Del Bosque previo a la final del Mundial: "Si jugamos como nosotros sabemos, tendremos más posibilidades de ganar que de perder".

Y eso le sucede al equipo "de negro" en la ACB. El que dirige Fotis Katsikaris. Y de cara a la Copa del Rey, de la que estamos en vísperas, tiene mucho valor. Estaremos pendientes.

Foto: (ACB)