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Butler - Connecticut, el partido que paralizará Estados Unidos (y II)

Tirando a Fallar
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Por Antonio Rodríguez

La final NCAA que se disputará esta noche entre las universidades de Butler y Connecticut tendrá un ganador inesperado ante más de ¿70.000 espectadores? ¿Seguro que hablamos de baloncesto? Seguro. Porque un ganador tan inesperado o se pudiera dar en ninguna liga de cualquier otro deporte. Extrapolemos la circunstancia al fútbol español. ¿El Celta jugando una final de liga frente al Leganés? Pues algo así.

Cuando dos equipos llegan hasta este nivel, damos por hecho que vienen de una trayectoria exitosa y su mentalidad es primordialmente ganadora. Bien. Este es el siguiente paso. Hablamos de dos equipos que no pueden creer que puedan perder un partido. Que no creen ser capaces de perder un partido. Connecticut viene de ganar 10 de forma consecutiva...a los mejores equipos de la nación. Como rezagados que estaban de su liga particular, les obligaron a jugar un partido previo frente a DePaul en un semivacío Madison Square Garden. Cinco días después, tras cinco victorias después (a Pittsburgh, Syracuse y Louisville entre otros, calificados entre los diez mejores equipos del país), tenía ese Madison a sus pies y entregados a la proeza.

 

Y tenemos a Butler, sin su estrella (Gordon Hayward emigró a la NBA el pasado verano), pero con un paso más en el compromiso de todos. Son bajitos y no tienen a nadie determinante. Pero son veteranos y gestionan los últimos minutos como nadie. Si dominas los finales, dominarás cualquier rival. Por eso no pueden perder.

Alguno de los dos tendrá que hacerlo. Sus plantillas son diferentes. Connecticut tiene al mando uno de los jugadores más deseados por la NBA en Kemba Walker, y tres novatos que saben de baloncesto. De ese que presumimos en Europa que sabemos enseñar: Jeremy Lamb, Roscoe Smith y Shabazz Napier.

Butler presume de todo lo contrario: experiencia. Jugar una final el pasado año da crédito. Mucho. Intentarán envolver en su tempo lento de partido al rival. En tales tierras, ellos ganarán. Y solamente tienen en Shelvin Mack alguien que está por ver, pueda conseguir un puesto en la NBA. Hasta el reserva Ronald Nored (presumible estudiante de Harvand que prefirió Butler), será decisivo en la defensa a la estrella rival Kemba Walker. Butler pretende dominar con su experiencia, y hacer ver al joven equipo de Connnecticut que el año que viene sí serán los favoritos, que su futuro es esplendoroso. Eso mismo sucedió en 1978, donde los campeones Kentucky intentaron consolar al joven y sorprendente equipo de Duke. "El año que viene es vuestro". Pues sucedió que llegaron un par de angelitos, un tal "Magic" Johnson y un tal Larry Bird, que cambiaron por completo ese cuento.

Quien no sea muy aficionado a la NCAA, les aseguro que el espectáculo que pueden ofrecer estos chavales de intensidad y entrega, difícilmente se verá en otras competiciones. Bendita juventud que deja huella. Por eso quieren ganar. Esta noche la recordarán por siempre, ganen o pierdan. Y Kemba Walker ya se hace una idea por adelantado, puesto que no ha pegado ojo esta noche soñando con el momento de la victoria. En España, algunos creo que tampoco pegaremos ojo disfrutando este regalo.

 


Butler - Connecticut, el partido que paralizará Estados Unidos (y II)

Por Antonio Rodríguez

La próxima madrugada del Lunes al Martes, se disputará la final del baloncesto universitario estadounidense (NCAA). Aunque en "Tirando a Fallar" hemos ido incrementando la cobertura en el programa radiofónico sobre las últimas eliminatorias, por desgracia he de decir que tiene bastante poca trascendencia en España.

Un evento que se le supone de los mayores espectáculos deportivos del planeta, un evento que consiguió hace algunos años ya, cuando no existían tantas tecnologías, que uno de cada cuatro estadounidenses se pusiera delante del televisor para ver la final entre dos chavales que empezaban, Magic Johnson y Larry Bird, para sumar un total de más de 50 millones de espectadores (audiencia que curiosamente no se repitió cuando ambos llegaron a las finales NBA), no debiera pasar tan por alto en España.

La final la disputarán Butler, con un campus que apenas alberga más de 4000 matriculados, y Connecticut. La esencia del baloncesto en el último paso de formación, se dará en Houston (aunque con más de setenta mil espectadores viendo el partido, cualquiera diría que eso es formación). Butler significa valores tradicionales de trabajo por este deporte, fundamentos, inteligencia y eso de "si cinco dedos se unen, forman un puño". Su entrenador como máximo vocal y exponente de un trabajo con éxito.

Connecticut cuenta con el desparpajo de jugadores amamantados por muchas generaciones de baloncesto en el parque, como es el caso del base Kemba Walker, y el talento, las buenas enseñanzas y físico de Jeremy Lamb.

En la NCAA no se ficha, sino que se recluta. Por eso, si cuentas con pívots limitados como Alex Oriakhi o Andrew Smith, se les busca sacar el mejor partido para ayudar al equipo. Esta es una competición donde mezcla futuras estrellas NBA con jugadores que tras la universidad, no volverán a jugar, en el mismo quinteto. Así de simple y así de atractivo.

Os contaremos más detalles y más historias previas a esta final. Algo que de verdad, es digno de verse.

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1 LJOE BIRD, día

Yo vi la final pasada, entre Butler y Duke. y me quede prendido de la tele todo el partido. Realmente me encantaba Duke, y no conocia a Butler por ser una universidad pequeña. Pero en el transcurrir del partido definitivament Golliat contra David. Me gano David y le fui finalmente a Butler. Espero que este año ganen por su dedicacion.

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