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Río Venado, cuando el baloncesto es la esperanza

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Como la mayoría sabréis, recientemente la selección mexicana se ha proclamado campeona del Torneo de las Américas, con el seleccionador español Sergio Valdeolmillos (puedes escuchar aquí su entrevista en Tirando a Fallar) al frente del banquillo del equipo liderado por el NBA Gustavo Ayón.

Sin embargo, pese a la presencia del propio Ayón, o antes de Eduardo Nájera, en la NBA, no ha sido nunca México un país que haya destacado por su enorme tradición en el baloncesto. Sin embargo, la historia que hoy os traemos demuestra que, hasta en los más recónditos lugares, nuestro deporte puede servir como vía de escape para los más desfavorecidos.

Río Venado es una localidad del Estado de Oaxaca de apenas 400 habitantes, en la que se pueden encontrar hasta cinco pistas de baloncesto. Sus habitantes, pertenecientes a la etnia triqui, hablan con dificultad el español en muchos casos, y tienen verdaderos problemas para lograr lo que podemos considerar una vida "digna". Su salida laboral más habitual ha sido siempre emigrar para recolectar uvas en California, algo que han hecho durante generaciones los habitantes de Río Venado. En muchos casos, las niñas, a los 13 o 14 años, son vendidas al mejor postor para contraer matrimonio…

Pero el baloncesto es, ahora, un rayo de esperanza para Río Venado. De la mano del ex jugador Sergio Zúñiga, y gracias a la creación de la Academia de Baloncesto Indígena de México hace 3 años, los niños de Río Venado están encontrando una oportunidad. Siempre que superen con buena nota sus estudios, la Academia les permitirá viajar, competir con otros niños, ver mundo y, a buen seguro, tener la opción de labrarse un mejor futuro.

Pero el éxito de estos jóvenes es abrumador, y 2013 ha sido su mejor año. En marzo ganaron el Youth Basquetboll of América (YBOA) en Monterrey, desde donde pasaron a la YBOA que se celebró en julio en Orlando, logrando la segunda posición. Su último éxito se ha producido hace escasas fechas, al vencer en el IV Festival Mundial de Mini-Baloncesto en Argentina.

Pero lo más increíble de todo es que juegan al baloncesto… ¡Descalzos! Y es que para ellos, que viven descalzos, las zapatillas eran más un estorbo que otra cosa. En su primer torneo nacional en Aguascalientes, hace tres años, comenzaron mal, con dificultades para desplazarse, y acertando pocos tiros, por lo que pidieron permiso a los organizadores para que los niños jugaran descalzos, y a partir de ahí el ascenso parece imparable.

Su próximo reto es la Copa del Caribe que se jugará en la República Dominicana del 30 de octubre al 5 de noviembre.

Desde luego, en Rïo Venado tienen motivos de sobra para decir aquello de "I love this game!"


Fuente Original: http://www.washingtonpost.com/world/in-a-remote-mexican-village-hoop-dreams-carry-kids-far/2013/10/15/64073a0e-32b7-11e3-ad00-ec4c6b31cbed_story.html

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John Vázquez en twitter: @spainusaorg

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