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La final que abre un ciclo

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Una previa de las Finales de la NBA para rookies en la materia…

Las semifinales de la NBA (finales de conferencia, como quieran) de esta temporada han supuesto una tremenda lucha generacional. Tanto en el Este como en el Oeste, se han enfrentado dos equipos de los llamados a dominar la liga en próximas temporadas (Miami Heat y Oklahoma City Thunder, respectivamente), con dos plantillas veteranas de las que han dominado recientemente, a saber: Boston Celtics y San Antonio Spurs. Y han ganado los jóvenes en ambos casos.

Estamos, pues, ante el relevo generacional. Dos equipos, pero sobre todo, dos jugadores, llamados a ocupar miles de páginas y horas durante los próximos años. Ya lo hacen, de hecho, pero este hecho crecerá si no median lesiones de gravedad. Kevin Durant (Thunder) y LeBron James (Heat), son el futuro de la liga, pero también su presente más despampanante. Eran los grandes favoritos a ocupar esta final a comienzo de temporada (más en año de lockout, con la sobrecarga de partidos que ello supone), pero su acceso a la final no ha sido ni mucho menos un camino de rosas.

El camino a la final

De un lado, los Thunder de Durant. Un equipo con un crecimiento bárbaro en las últimas tres temporadas, que le han llevado de ser de las peores franquicias de la liga a la final de la NBA en apenas cuatro años. Por cierto, para los nostálgicos, son los históricos Seattle Supersonics, pero el negocio NBA les llevó hasta Oklahoma, cambio de nombre de por medio. Y de la mano de cuatro jóvenes maravillosos, Kevin Durant, Russell Westbrook, James Harden y nuestro Serge Ibaka, son sin duda el equipo de moda. 4-0 a Dallas, actuales campeones, 4-1 a los Lakers, y 4-2 a unos Spurs de San Antonio que llevaban 20 triunfos consecutivos y que pusieron el 0-2 a su favor en la final de conferencia para luego encajar cuatro derrotas ante los pupilos de Scott Brooks. ¡Con lo difícil que es ganar cuatro partidos consecutivos a un mismo equipo a este nivel competitivo! En resumen, unos playoffs prácticamente perfectos para los Thunder.

Mucho más trabajo le ha costado a los Heat de Miami alcanzar la pelea por el anillo. Tras ganar fácil a los Knicks en primera ronda (4-1), tuvieron una durísima prueba ante Indiana Pacers, a los que superaron 4-2 tras llegar a ir cayendo 2-1 y estar muy por debajo en el cuarto partido. Pero LeBron y Wade se pusieron el traje de faena y levantaron una eliminatoria durísima. Como durísimo ha sido el posible último baile de los Celtics del Big Three, que han forzado a los Heat a ganar en 7 partidos (4-3) y que incluso estuvieron 3-2 por delante. Pero ahí, aunque Wade no ha rendido a su mejor nivel, apareció el mejor LeBron James de la temporada. El elegido demostró por qué lo es y vuelve a la final que ya se le ha escapado dos veces.

Las estrellas

Kevin Durant es probablemente el mayor talento ofensivo de la NBA reciente. Quizá desde Michael Jordan, que ya es decir. Su físico absolutamente privilegiado, su inteligencia para la toma de decisiones, y su capacidad técnica le convierten, a buen seguro, en el mejor atacante del planeta baloncesto hoy en día. Una delicia para los que lo ven jugar. Algo que, a sus 23 años, verdaderamente asusta.

LeBron James es quizá el jugador más completo que nunca haya pisado una cancha de baloncesto. Pocas veces habremos visto a nadie capaz de hacer tantas cosas. Puntos, rebotes, defensa, intimidación... Y, corriendo, un jugador sencillamente indefendible. Pero sigue teniendo una marca en su carrera, pues ha jugado dos finales y perdido las dos, de forma especialmente dura la pasada temporada ante Dallas Mavericks. Muchos creen que ha llegado el momento del anillo de LeBron. Lo que está claro es que tenemos jugador para rato y que sus duelos con Durant van a pasar a la historia como tantas otras rivalidades en la historia de la NBA.

Los escuderos

Russell Westbrook presenta un físico descomunal que limita sus carencias defensivas. Será decisivo en la final, pues tendrá que enfrentarse a Wade y, especialmente, entender que Durant debe ser el jefe y quien asuma más tiros.

Los problemas defensivos de Westbrook serán paliados en parte por James Harden, mejor sexto hombre de la NBA esta temporada y que ha dado un paso adelante en su juego espectacular, tanto en ataque como en defensa. Un triple suyo en San Antonio fue decisivo en el pase de los Thunder a la final.

Y, por supuesto, Serge Ibaka. El internacional español hace gala a su apodo de Iblocka y concluyó la temporada como el máximo taponador, con 3,7 lanzamientos desviados por partido. Además, está siendo importante en ataque, aprovechando su mejora en el lanzamiento a 4-5 metros del aro, y, por supuesto, sus rebotes ofensivos. Grandísima temporada la suya.

Dwayne Wade sería estrella en el 95% de los equipos NBA, aunque los Heat de LeBron caiga a esta categoría. Sin embargo, Flash no pasa por su mejor momento y, pese a su gran rendimiento en los momentos complicados ante Indiana, su serie contra los Celtics no ha sido la mejor ni mucho menos. Deberá dar su mejor versión, que es muy buena, para que los Heat puedan llevarse el anillo.

Chris Bosh es uno de los factores que pueden ser decisivos en esta final. El que fuera compañero de José Manuel Calderón en los Toronto Raptors llega tocado, con una lesión abdominal que le ha impedido participar en buena parte de la serie ante los Celtics. Su participación se presume crucial, pues el juego interior de los Heat es muy débil cuando él no participa, y el juego se resume prácticamente a LeBron y Wade. Si está en plena forma, algo que no parece sencillo, los Heat sumarán más opciones.

José M. Puertas en Twitter: @josempuertas

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