Por Alejandro Diago

Con todos ustedes... la campeona de Europa. La selección española ha revalidado su cetro continental tras culminar un excelente partido ante Francia. Los jugadores de Sergio Scariolo ofrecieron una auténtica lección de baloncesto en la final. Juan Carlos Navarro, simplemente sobresaliente. 27 puntos y MVP del torneo. Mención especial para Pau Gasol (incluido en el cinco ideal del campeonato) y José Manuel Calderón, con 17 puntos.

Ambos equipos salieron muy fuertes desde el inicio. Pese a los malos primeros compases de España en la defensa, pronto los hombres de Sergio Scariolo se recompusieron. Francia continuó aplicando una férrea defensa durante este inicio del partido. Pero apareció uno de los guías de este equipo en el partido. Juan Carlos Navarro comenzó a liderar a la selección española. Sus aciertos desde el 6,75 obligaron a parar el partido a Francia (tiempo muerto con 17-12 a falta de 3:10), que tuvo en Tony Parker a su referente desde la línea de tres. Aunque los galos estuvieron acertados en los últimos instantes desde esa distancia, Nando de Colo no acertó su tiro y dejó el marcador en 25-20 al fin del primer cuarto.

Ricky Rubio se llevó un souvenir del equipo francés nada más comenzar el segundo cuarto. No obstante, este contratiempo no alteró los planes de la selección española en este partido. Los hombres de Scariolo continuaron aplicando velocidad al encuentro y desbaratando las opciones galas en el partido.Serge Ibaka apareció para aumentar el poderío físico español en la cancha. Sus tapones levantaron a los aficionados españoles en el Kauno Arena y daban opciones para seguir aumentando rentas. La entrada de Sada puso un punto más en defensa para la selección española. Pero a menos de dos minutos para que concluyera el cuarto, una técnica pitada a Rudy Fernández y la respuesta francesa reengancharon a los de Vincent Collet al partido. Pese a todo, dos tiros libres de Pau Gasol dejaron la ventaja al descanso en 9 puntos (50-41).

Francia buscaba la remontada tras el paso por los vestuarios. Una falta técnica señalada sobre José Calderón volvía a acercar en el marcador a los galos. Pese a todo esto, el trabajo de España en la cancha seguía siendo constante. El ataque español no aflojaba y se sumaba poco a poco, aunque de vez en cuando los franceses se reenganchaban al partido. Pero, otra vez más, Navarro volvió para echarse el equipo a la espalda. Su anotación relanzó y aumentó la moral de la selección española. Una jugada culminada por Sergio Llull sobre la bocina dejaba el 75-62 a falta de 10 minutos.

Ali Traoré comenzó anotando para la selección francesa, que había aumentando la presión en la cancha para intentar recortar diferencias. Los de Scariolo comenzaron a aplicar una defensa muy sólida para mantener su ritmo anotador. Sin embargo, los galos querían agotar hasta el último de sus cartuchos para tener opciones de vencer. Boris Diaw, Nicolas Batum o Joakim Noah contribuían para frenar en seco a España. Pero pronto se encontraron con su talón de Aquiles. Los jugadores galos iban cayendo como un castillo de naipes y el banquillo español saltaba de alegría ante las canastas de sus compañeros. Todos querían participar en la fiesta que era el parqué tras el bocinazo final. 

ESPAÑA 98: (25+25+25+23): Calderón (17), Navarro (27), Fernández (14), P. Gasol (17), y M.Gasol (11) –cinco inicial–; Rubio (0), Llull (4), San Emeterio (0), Reyes (2), Claver (0), Ibaka (4) y Sada (2).

FRANCIA 85:(20+21+21+23): Batum (10), Albicy (8), Noah (1), Kahudi (3), y Diaw (12) –cinco inicial–; Seraphin (4), Parker (26), Traoré (4), Pietrus (4), De Colo (2), Tchicamboud (0), Gelabale (8)

Fotos: FIBA Europe