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De la Lasomanía a la manía a Laso

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Todos sabemos que el mundo del deporte es una montaña rusa, hoy eres un héroe, mañana un villano. Como ejemplo más cercano tenemos la reciente eliminación de la selección española en el Mundial de Fútbol y las burlas e hirientes críticas posteriores. No, no se crean que he cambiado la pelota gorda por la de los pies, sólo era un ejemplo. Hoy me decido a retomar el sonido del teclado, tras una larga ausencia, debido a lo que estoy leyendo y escuchando a raíz de la última final de la Euroliga y del inicio de la final liguera. Y, sin que sirva de precedente, lo hago para romper una lanza a favor de Pablo Laso. Y digo sin que sirva de precedente puesto que por todos es sabido que es más divertido y fácil hacer leña del árbol caído que la loa sin beneficio propio.

Quiero decir, para empezar, que soy un espécimen raro, por supuesto quiero que mi equipo gane siempre, pero como suelo decir, al día siguiente de una final me tengo que levantar a las seis de la mañana para ir a trabajar independientemente de si se ha ganado o perdido el título. Es por ello que me resulta más gratificante disfrutar con el juego de mi equipo durante varios meses que una copa guardada en una vitrina.

Por esto, por la ilusión que ha devuelto al equipo, por las señas de identidad retomadas y por la estabilidad, al menos aparente, que disfruta el Real Madrid, creo que Pablo Laso se merece un crédito. Soy el primero, como suele decirse, que critica sus rotaciones cronometradas, los minutos por decreto que parecen disfrutar algunos jugadores, el olvido al que somete a otros y la falta de cintura en ocasiones para cambiar el rumbo de un partido… de alguno de los diez partidos perdidos de los 77 jugados hasta la fecha. Se dice pronto.

Pero qué le vamos a hacer, no solo de ilusión se vive, allí vienen por el horizonte con las teas encendidas esos que se llaman resultadistas a decirnos que con el juego bonito no es suficiente. Que de nada vale atraer a las masas al pabellón si las vitrinas están vacías. Qué mucho ganar partidos intrascendentes y muchos "alley oops" pero si a la hora de la verdad no se ganan títulos todo habrá sido en vano. Puede que tengan razón, pero si eso es motivo para deshacernos de Laso yo me pregunto dónde estuvieron metidos los, por ejemplo, últimos veinte años.

Seamos resultadistas entonces y decidamos, en función de los fríos números, si Laso merece o no continuar al frente del baloncesto blanco. Recordemos que esta es la tercera temporada del técnico vitoriano en el Real Madrid. Bien, en estos tres años que aún no han terminado nuestro protagonista ha conducido al equipo merengue a nueve finales, consiguiendo alzarse con el título en cinco de ellas. Es decir, una liga y un subcampeonato, más la final actual, dos copas del Rey, dos supercopas y dos subcampeonatos de Euroliga en, conviene recordarlo de nuevo, tres temporadas. A unos les parecerá mucho y a otros poco. Yo he de decir que ver a mi equipo disputar el máximo de partidos posibles, es decir, llegar a las finales, me parece digno de elogio. Y mucho más desplegando el juego del que ha hecho casi toda la temporada. Pero para quien no lo crea así, que está en su derecho, pongámonos en perspectiva. En los diecisiete años anteriores, por ceñirnos a los veinte años que antes mencionaba, el equipo blanco llegó a quince finales. No hay que decir que no llegan a una por año, ganando cuatro ligas, una copa del Rey y una Euroliga. Para quien no lo recuerde hay que  recalcar que, tras la Euroliga cosechada en 1995 el Real madrid no se había vuelto a asomar a una final de la máxima competición continental hasta las dos últimas temporadas con Laso en la banda. En esos tres lustros largos pasaron por el banquillo entrenadores como Obradovic, Luyk, Scariolo, Maljkovic, Plaza o Messina junto a otros de cuyo nombre prefiero no acordarme. Es decir una Euroliga y una copa del rey en diecisiete años y una liga cada cuatro. No creamos que antes de Laso aquí ganaba títulos todo el mundo y este, por perder en las finales, no nos vale.

No pretendo convencer a nadie, cada uno tiene sus gustos, fobias y filias, y aunque lo pretendiera daría igual. Solo pretendo poner en valor lo conseguido por Laso frente a aquellos a los que sólo les valen los títulos. Títulos de los que el Madrid no anda tan sobrado, ya lo hemos visto, como algunos parecen creer. Y sobre todo, a aquellos que ya están pidiendo su cabeza por adelantado me gustaría preguntarles a quien traerían ellos que mejorara lo presente.

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Teodoro Mateos en Twitter: @tmateoso

(Fotos: ACB Photo)

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