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Cambio de era

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Hace tiempo comenté en un artículo cómo los Oklahoma City Thunder se habían convertido en el modelo de referencia para casi todas las franquicias jóvenes de la NBA y me preguntaba por su capacidad para confirmarse como equipo grande. Pues bien, ya están en las Finales llevándose por delante a los Dallas Mavericks, Los Angeles Lakers y los San Antonio Spurs. A primera vista estos tres nombres nos hacen pensar en equipos potentes de la Conferencia Oeste, pero al fijarte más concretamente son los únicos equipos de la Conferencia en ganarla desde el anterior cambio de Era (la retirada de Jordan). Desde 1999 –han pasado trece años–, sólo estos tres equipos han accedido a la gran final desde el Salvaje Oeste: los Lakers siete veces, los Spurs cuatro y los Mavericks, dos.

Este año se ha roto la tradición. De la mano de un Kevin Durant fantástico, los Thunder han vuelto a las Finales –aunque es la primera vez que llegan como OKC Thunder, pues la franquicia germen, los Seattle Supersonics, ya las alcanzaron en 1996–. Lo han logrado desplegando un juego coral y equilibrado, sin ninguna fisura demasiado grande, pasando prácticamente por todo tipo de situaciones, desde el 4-0 a los Mavericks, pasando por el 4-1 con partidos tensos e igualados con los Lakers, hasta remontando un 2-0 en contra ante unos Spurs que estaban el mejor baloncesto que se ha visto en los últimos años. Son jóvenes, pero tienen carácter, liderados por un tipo que cada día me recuerda más a Tim Duncan –obviamente no en el estilo y forma de juego, sino en el carácter y la manera de conducirse dentro y fuera del campo, el nuevo Mr. Nice Guy– al que acompañan ese extraño y voluble ser llamado Russell Westbrook y una Barba con patas que parece la reencarnación de Ginóbili –con menos nariz, todo sea dicho–. Y un fondo de armario sólido, con especialistas defensivos como Perkins, Ibaka y Sefolosha o la veteranía de Derek Fisher y Nick Collison. Todo sabiamente mezclado por Scott Brooks, que aunque no sea el mejor entrenador del mundo, es lo suficientemente bueno como para manejar y organizar los talentos de este equipo.

Sus posibilidades de ganar el anillo son muy difíciles de calcular. Tras haber confirmado Miami el cambio de actitud, y con LeBron James dando recitales, las Finales se presentan durísimas para Oklahoma.

En cualquier caso, el cambio de era ya se ha producido, al menos en la Conferencia Oeste. Los Dallas Mavericks parecen estar satisfechos con un solo anillo y ya están pensando en su propio cambio de ciclo. Los Lakers, están sumidos en un caos deportivo-institucional-financiero y no parece que vaya a salir nada bueno de ahí –aunque, claro, son los Lakers y aún pueden sorprendernos con par de trades ridículos y volver a presentar candidatura–. Y también está San Antonio, aunque va a contar con el mismo núcleo que les ha llevado tan lejos este año (y anteriores) no está en condiciones de anillo, ya que ni mostrando prácticamente su mejor juego ha conseguido doblegar a estos Thunder.

Por otro lado, ¿qué amenazas tienen a su recién estrenado trono? El primer nombre que me viene a la cabeza es Memphis Grizzlies, que si consiguen jugar sanos una temporada entera más PO son un equipo temible, y que parece que pueden reforzarse muy bien este verano mediante un traspaso de Rudy Gay. Su juego interior, cuando está sano y a tope, rivaliza con el de los mejores Lakers de los últimos años y por ahí podrían hacerle mucho daño. La otra amenaza son los Clippers, que aunque no parecen demasiado sólidos aún tienen los mimbres para hacer un contender, sólo necesitan apuntalar la plantilla, contratar un entrenador con experiencia y que Blake deje de flopear.

Para terminar, quiero reseñar otra vez los parecidos entre Tim Duncan y Kevin Durant... Timmy ganó su primer anillo con 23 años y en una temporada con lockout. Hay que recordar que KD tiene 23 años...


Claudio Rueda en Twitter: @claunchin

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