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Álex Abrines: Caretas fuera

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A la conclusión de esta pasada temporada, con la final de la Liga Endesa recién perdida, tras competirla por encima de las posibilidades que muchos le otorgaban al Barça, Xavi Pascual se apresuró a negar en una entrevista radiofónica aquello del cambio de ciclo, argumentando que cuando ha contado con todos sus hombres disponibles (principalmente en el partido liguero en el Palau y en la Copa del Rey), ha vencido al Real Madrid. Y en esto, no puedo por menos que estar de acuerdo con el técnico culé, pues, aunque sea especular, habría que saber qué habría ocurrido si el Barça hubiera disputado la final con Pete Mickeal y con Navarro en plenitudes físicas. Pero no fue así.

Una vez aclarado ese punto, toca analizar los movimientos que el equipo catalán pretende realizar de cara al mercado estival, que no serán pocos para un equipo que, siguiendo las palabras de su técnico, no debería necesitar grandes cambios en su plantilla, más allá de compensar la importantísima eso sí, baja de Pete Mickeal. Sin embargo, ya sabemos que tanto Saras Jasikevicius, como C.J. Wallace y el temporero Dimitris Mavrokefalidis no continuarán vistiendo de azulgrana la próxima temporada, y es un secreto a voces que tampoco lo hará Nathan Jawai, pese a no haber comunicación oficial sobre el aborigen australiano aún. Por quien parece que sí hay interés es por Joe Ingles, dado que el australiano, pese a despedirse por twitter de la afición barcelonesa, ha sido incluido en el derecho de tanteo los azulgrana, y ahora mismo parece más cerca de continuar que de marcharse.

El hecho es que el Barça ha puesto sus ojos en el fichaje de la gran perla del mercado europeo del verano: Vassilis Spanoulis, quien parece estar muy próximo a desembarcar en Can Barça, toda vez que muy pocos equipos aspiran hoy día económicamente a fichar al MVP de la pasada Final Four. Pocos más allá de Barça, CSKA, Fenerbahce, o una sorpresa en forma de NBA, donde hay que recordar que el griego ya fracasó en su día.

Con todas estas mimbres, unidas al descanso veraniego de un Juan Carlos Navarro que debería encontrarse mejor físicamente de cara a la próxima temporada, un nombre vuelve a asaltar la mente de muchos: Álex Abrines. Y es que hablamos posiblemente del mejor jugador europeo de su edad, al mismo tiempo que de alguien que ha perdido prácticamente un año a nivel competitivo en su primera temporada con el Barça, guste o no.

Muchos nos temimos lo peor cuando Abrines (Palma de Mallorca , 1 de Agosto de 1993) hace poco menos de un año fichó por el Barça. Tras su explosión en el Unicaja, presa de las prisas, o de los malos consejos, Abrines rápidamente fichó por el club culé, con el consiguiente riesgo en cuanto a los minutos que ello suponía para él, como se ha demostrado. Los defensores del fichaje lo justificaron entonces con que podría jugar minutos con el segundo equipo en Adecco Oro, categoría que ya se le quedaba pequeña a la progresión de Abrines. El balear estaba para jugar ya en ACB, y debía jugar muchos minutos. Unicaja podía ser un sitio excelente, pues habría tenido minutos de peso en ACB y Euroliga. Esos mismos que hablaron del Barça B son los que hoy justifican aún el fichaje de Abrines por el Barça en que ha ganado un año de entrenamientos con un equipo de elite, junto a Navarro o Jasikevicius. Yo sigo pensando que la llamada del Barça habría llegado uno o dos años después, y seguro que el escolta hubiera sido entonces un jugador mucho más maduro.

Pero no, Abrines y su entorno eligieron fichar por el Barça, y me gustaría pensar que un año más tarde, admiten que se han equivocado. Salvo en la eliminatoria de ¼ de final de Euroliga ante el Panathinaikos, la importancia del MVP del Eurobasket sub 18 de 2011 ha sido absolutamente marginal en toda la temporada. Como muestra, el hecho de que no haya sido convocado en ni un solo partido de la final de la Liga Endesa, donde su cara de resignación, sentado en una esquina y sin apenas implicación con sus compañeros, contrastaba con el lesionado Martynas Pocius, que se sabía fuera del Madrid pero que en cada tiempo muerto se aproximaba al corro de su equipo a escuchar las consignas de Laso y alentar a sus compañeros. Porque Abrines, cuando tuvo la oportunidad contra los griegos, demostró poder hacer cosas, y quizá pensaba que merecía un puesto en la cancha en la final ante el Real Madrid.

Hace unas semanas, Antonio Rodríguez se planteaba con acierto si era este el verano perfecto para apostar por Álex Abrines en la selección nacional. Desde ya. A algunos, lógicamente, les parecerá una barbaridad, vistos los minutos y el rol del mallorquín esta temporada. Pero hablamos posiblemente del mejor alero en España de los próximos años, curiosamente quizá junto a su compañeros Xavi Rabaseda. Y, por desgracia, créanme, llegará un día en que Navarro no esté. Un día cercano, posiblemente en 2015 ya de forma definitiva. Y entonces a Abrines quizá se le pida que tire del carro… Sin experiencia internacional previa alguna, toda vez que el 2014 será la despedida si nada lo impide de la mejor generación de la historia del baloncesto en España. Pero claro, con su rol esta temporada, y con el resultadismo imperante que va a exigir a los de Orenga una medalla, y más con el "sí" de Marc Gasol (que por sí mismo ya garantiza pelear por los metales), pensar en un Abrines internacional absoluto este verano parece harto complejo.

De cara a ese futuro Abrines, quizá referente en 2015, muchas caretas tendrán que quitarse en las próximas fechas. La primera, Orenga, ¿Se atreverá con él? Y la segunda, claro, y quizá más importante, el Barça y Xavi Pascual. ¿Merece la pena mantener a Abrines en la plantilla con un rol como el de esta temporada? ¿Quizá su siguiente paso sea tener el rol de Rabaseda este año, con algunos minutos más de los que ha gozado esta temporada pero sin tener un peso importante en el equipo?

Por mí, la respuesta es clara. Por el bien del baloncesto español. Por el bien del jugador. Y creo que por el bien del Barça, también, Abrines debe salir cedido este verano, a un equipo donde tenga minutos de calidad, en la zona media-alta de la Liga Endesa. Más que nada, porque un Barça aún con Navarro, y más aún si llega Spanoulis y renueva Ingles, parece una puerta demasiado cerrada para el crecimiento del balear.

El tiempo dirá. Pero quítense las caretas, pues estamos seguramente ante el mayor talento del baloncesto español de los próximos diez años.

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José M. Puertas en twitter: @josempuertas

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