Izquierda Unida ha pedido a sus afiliados y simpatizantes, en particular, y a las “gentes de izquierda”, en general, que se distingan en las manifestaciones de este viernes con el lema “No a la guerra”. Su coordinador, Gaspar Llamazares, vuelve a las andadas, intentando sembrar confusión, dividir a los españoles, manipular los sentimientos de las familias que han sido brutalmente golpeadas por esta matanza y jugar con las expectativas de la sociedad de que se haga justicia. Los demócratas no deben caer en la provocación del secretario del Partido Comunista, una más en su acreditada trayectoria de desestabilización contra los intereses nacionales. La manifestación debe ser lo que está previsto que sea: un ejemplo de civismo, una respuesta unitaria, firme y pacífica de la nación española contra sus enemigos. Hoy toca estar “con las víctimas, con la Constitución y por la derrota del terrorismo”. Lo demás es una provocación ajena al sentido de la convocatoria, en la que los ciudadanos de bien no deben caer, para que los terroristas no se cobren, en la indispensable unidad y firmeza de los demócratas, una nueva víctima.