¿Es casualidad que las mejores series tengan, a la vez, las mejores bandas sonoras? Obviamente, no. Aunque sea una de las categorías más maltratadas de los premios  televisivos, el soundtrack  se ha convertido en uno de los principales atractivos de las producciones para una gran parte de la audiencia. Porque esto va más allá de la melodía pegadiza de los títulos de crédito: hablamos de la música que conforma el universo propio de la serie, en cuya creación destacan grandes nombres como Michael Giacchino, Bear McCreary ó W.G. Snuffy Walden. Auténticos artistas de esa “cortina” que se sitúa entre la pantalla y nosotros, y nos hace ver la escena de una manera ú otra; lema del imprescindible ¡Viva la banda…sonora!

Además de las creaciones musicales hechas ex profeso para estas producciones, las series son un lugar de encuentro perfecto apra toparse con clásicos olvidados, versiones alocadas, descubrimientos notables o los últimos hits del momento. Para ponerle nombre a esa canción que se te ha instalado en el cerebro cuando sonó en aquél capítulo, es imprescindible la visita a webs como Heard on TV. Allí los usuarios van catalogando hasta la última nota de la pequeña pantalla, para no perderle la pista a ese tema que nos erizó la piel.

Hoy, sin más motivo que disfrutar de la buena música, os proponemos un repaso por algunas (no todas) de las bandas sonoras más célebres de la historia reciente de la televisión. Sólo hace falta tener instalado Spotify y abandonarse al placer de rememorar instantes únicos de esas series que hemos (o estamos) devorando.

¡Pasen y oigan!

Los Soprano

Con David Chase a los mandos y Steven Van Zandt como asesor, la banda sonora de Los Soprano no podía ser otra cosa que una gozada. Y loca, muy loca. Porque en la joya de HBO nunca hubo miedo de encajar temas de Alabama 3 (autores de la célebre Wake Up this morning de la melodía de inicio) con Rocío Dúrcal, Ella Fizgerald, The Kinks, Metallica y muchos clásicos italianos. Existen dos recopilatorios oficiales, pero aquí tenéis el menú completo: Dadle al fucking play, que diría Tony. Y ya sabéis, sobre todo  ”Don’t Stop Believin”.

House

¿Cómo no voy a enamorarme de una serie que escoge como sintonía una canción de Massive Attack? Y a partir de ahí, un mucho de todo, supervisado por Gary Calamar y Lynn Grossman: Wilco, Joe Cocker, Elvis Costello, Fanfarlo, Radiohead; sin olvidar las pinceladas de Mozart, Schumann o Beethoven. No os perdáis el recopilatorio que aquí os dejamos, pero sobre todo, no dejéis de escuchar el magnífico programa que los compañeros de Cara B dedicaron al papel que juega la música en esta gran serie.

A dos metros bajo tierra

El multipremiado tema principal de la serie de Allan Ball es sólo el hall de la enorme mansión musical que construyó la serie de HBO, con Richard Marvin al mando. Una selección perfecta, como susurrada directamente a nuestros oídos: Lamb, PJ Harvey,  The Beta Band… La familia Fisher tiene dos recopilatorios en el mercado, y aquí os dejamos una selección. A ver quien consigue no emocionarse.

Treme

Esta serie no solo tiene música: es pura música. Las peripecias de una banda de Jazz en Nueva Orleans nos brindan la oportunidad no sólo de disfrutar de la magia de David Simon y la HBO; sino de regalar al oído (y al alma) una de las mejores selecciones musicales que ha hecho la pequeña pantalla. Casi se puede saborear, oler, sentir y pisar las calles de esa ciudad decadente y resplandeciente al mismo tiempo. Y especialmente, de ir a un entierro, ya saben por qué se lo digo. Dénle al play no piensen: Louis Armstrong, Eddie Bo, Allen Toussaint ó Little Queenie harán el resto. No hace falta saber lo que es el funk criollo o quién integra las Brass Bands. Sólo disfrútenla. Y si pueden, regalen el recopilatorio: un acierto.

El Ala Oeste de la Casa Blanca

Y aquí es donde aprovecho para colar mi pequeño capricho. Porque a buen seguro que la banda sonora no sería lo primero que mencionaríamos en la (larga) lista de virtudes de la criatura de Aaron Sorkin. Y no porque sea mala, sino porque en general es bastante escasa. Pero no importa, porque goza de la misma cualidad que caracteriza una de las mejores series de la historia: es épica. Con la intensidad desbordándose y apuntando a ese punto inexacto entre las tripas y el corazón. Siempre a medio camino entre explotar a llorar o levantarnos a aplaudir. O las dos, en mi caso.  Recuerden ese “I Don’t Like Mondays” de la segunda parte de “20 hours in América” o el “Brother in Arms”  de “Two Cathedrals”. Si no sienten la emoción con eso, háganselo mirar.

True Blood

Desde ese sexy I wanna do bad things with you de la intro de la serie, la banda sonora de True Blood me tenía ganada y excitada. Mucho más la música que la serie. Pero aunque la producción de los vampiros sureños no está entre mis protegidas, su selección musical se sí merece un lugar destacado en el Olimpo de las joyas musicales. Libidinosa, sureña,  espléndida, y con libidinoso sabor a Louisiana: Lucinda Williams, Lee Dorsey, Allen Toussaint. No falta The Cure (en voz de las Watson Twins) y los temas afilados de un honky tonk perdido en mitad de la nada: Steve Earle en vena. La segunda temporada  salió del cerebro de Gary Calamar en exclusiva para la serie, y no bajó el listón. Compren o no cualquiera de los dos recopilatorios editados, pero háganme caso y pónganse una copa antes de darle al play.

Doctor en Alaska

La serie que amábamos sin conciencia aún de nuestro hipsterismo nos proporcionó infinitos momentos de placer musical.  Qué lejanos quedan ahora esos temas de Enya, David Schwartz…. Y qué placer volver a recordarlos. Recomendadísimo el especial de otro adicto a la melancolía catódica como es Felipe Couselo, que dedicó un programa maravilloso a llevarnos a la Arcadia utópica del noroeste americano. Porque como dice la canción que cierra la serie, Cicely siempre será “Our Town”. Aunque muchos digan que no existe.  

Mad Men

Desde que existe Mad Men, no sólo queremos embutirnos un vestido estilo Betty y vivir en sepia bebiendo y fumando hasta reventar. Ahora también soñamos con cantarle a alguien el Zou Bisou Bisou en su cumpleaños, o regalarle un vinilo de The Beatles y vivir siempre con jazz ligero de fondo. Porque,  musicalmente, Mad Men no sólo se ha gastado un cuarto de millón de dólares en licenciar una canción del grupo de Liverpool… nos ha trasladado, directamente, a otra época tan proclive al enamoramiento (y a la lujuria) como Don Draper.

The Wire

Sí, sí y sí. Va a estar en todos mis ránkings por mucho que protestéis. Podría enunciar muchos motivos, pero me bastan dos: El “Way down in the hole” de la intro de Tom Waits y “The Body of An American” de The Pogues que suena en los funerales policiales. Para el resto, el Play de aquí debajo:

Boardwalk Empire

La banda sonora de la serie de Terence Winter es simplemente su-bli-me. Además de un Grammy a la mejor dirección musical, el responsable de que Boardwalk Empire suene como suena es Randall Poster, que merece todo una interminable lista de halagos. Porque los temas que suenan en la época de la ley seca son de sobresaliente desde el primer capítulo, en el que Big Jim Colosimo pone en el gramófono un vinilo de Enrico Caruso. Y de ahí, encadenando momentos cumbres con ambientaciones que son pura arqueología musical: Sophie Tucker, Al Jolson y hasta Billy Murray con ese “See you in C-U-B-A”. Oigan y sueñen

Sons of Anarchy

Quien diga que entre harleys, chupas de cuero y alcohol no se han escrito las mejores canciones de la historia miente. Y además, se pierde una joya contemporánea, que nos regala desinteresadamente una banda sonora compuesta por una selección musical de lo mejor del rock & roll, pero también el blues e incluso el country. Polvorienta y afilada a partes iguales, Sons of Anarchy suena a cerveza fría y desmelene. Murder by Death, Black Keys y Forest Rangers, hagan su magia: