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Nuevamente, de mutuo acuerdo

Después de tanto alboroto por si Zapatero iba a traicionar a Patxi pactando con el PNV el apoyo presupuestario a cambio de transferencias, resulta que al final la portavoz del Gobierno vasco Idoia Mendia saludaba el martes como "buena noticia" el traspaso; ayer el PNV sacaba pecho por haber "salvado" para el autogobierno las políticas de Empleo ante un Gobierno vasco "incapaz", pero Pastor, el portavoz del PSE, afirmaba que será Patxi quien tenga "la última palabra" sobre la transferencia, ¡faltaría más! Y por si acaso es el mismo Patxi el que afirma con rotundidad que los socialistas apoyarán los presupuestos forales del PNV en las tres diputaciones vascas "por convicción y responsabilidad de país", lo que el PNV le ha agradecido diciendo que el lehendakari "ha entrado en la senda de la responsabilidad".

En realidad, el portavoz socialista en las juntas generales de Guipúzcoa dejó en su día claro al PNV que si no apoyaba los presupuestos del Gobierno el PSE tampoco les apoyaría en las Diputaciones. Ambas cosas estaban, por tanto, cantadas; como viene siendo por otra parte lo normal por estos lares. Esta política de cesión mutua entre Gobierno y nacionalistas con chantaje previo o no, que algunos consideran que aporta "estabilidad", es la clave de bóveda de toda la arquitectura institucional española en el momento presente, reducida a política-bazar, y sólo la entente PSOE-PNV parece sostenerla en pie. "Nada es verdad ni mentira, todo es según el cristal con el que se mira"; "a Dios rogando y con el mazo dando"; "nadar y guardar la ropa"... todas son máximas válidas para definir la actitud de los socialistas y en primer lugar, y ya desde que accedió a la secretaría general del PSE, le son aplicables a Patxi López.

Afirma ahora el lehendakari que el presupuesto es un instrumento fundamental para gestionar la salida de la crisis económica, afirmación que comparto al cien por cien, pero no por ello deja de ser también el principal instrumento de acción política con el que cuenta cualquier gobierno. En lo que atañe al Gobierno vasco, sirve también para llevar a cabo políticas nacionalistas, como es el caso de las subvenciones dadas por los gobiernos nacionalistas a las ikastolas francesas y que el actual lehendakari se muestra partidario de mantener a través, por supuesto, del Presupuesto, y en contra de su "socio preferente" del momento, que es el PP según el acuerdo de bases que suscribieron. Por no hablar de la graciosa moratoria concedida por el PSE para imponer el euskera en los comercios, cuestión a la que se oponía hasta que llegó al Poder. Ahora, sin embargo, es una cuestión de plazos, necesidad de financiación, supervisión... Otra mentira más del PSE.

El lehendakari también nos quiso vender como aceptable el mercadeo que mantienen entre PSOE y PNV diciendo que se alegraba de que éste se involucre en la gobernabilidad de España. Y se quedó tan contento afirmando algo que todos los españoles saben ya rotundamente falso. Al PNV la gobernabilidad de España le importa una higa, por no decir otra cosa. Al PNV sólo le importa ponerse medallas "a la vuelta de Madrid" cuando logra "sacar tajada" de los Presupuestos mientras rebaña una menor contribución de los vascos al bien común de los españoles. Como ese chalaneo constante disfrazado de "dura negociación" habla muy poco bien de su partido, ahora se descuelga López con que espera que los trueques no se deban al "cálculo electoral" y pide además al PNV que no se aproveche del Gobierno central negociando en el terreno del autogobierno. No se puede estar en misa y repicando. La confluencia de intereses se nota demasiado, y es que sentarse a ciertas "mesas" extraparlamentarias une lo suyo.

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comentarios
1 DasBoot, día

Tanto monta monta tanto... ¿Que le debe el PSOE a ETA? (obviamente es una pregunta retórica)