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El Frente de Estella se echa a la calle

Es indicativo del susto que se han llevado los partidos nacionalistas ante la operación policial contra Batasuna el hecho de que tuviera que ser Joseba Eguíbar el primer dirigente nacionalista de relevancia en salir a la palestra con una de sus habituales paradojas envenenadas: “Los que han hecho esto no quieren que ETA desaparezca”.

Porque entre la resaca de la votación del Concierto –con la que el Gobierno ha comprado los votos del PNV a unos Presupuestos criticados por propios y ajenos- y la imputación de Otegui, Etxebarria y, por primera vez, Rafa Díez Usabiaga, los partidos nacionalistas no han sabido cómo reaccionar de manera autónoma y sólo la convocatoria del propio sindicato LAB –uno de los principales “agentes” en el Pacto de Estella del que nació su estrecha alianza con ELA- ha logrado aglutinar a los nacionalistas tras la pancarta “Todos los derechos para todas las personas “.

Evidentemente, se refieren a esos derechos políticos presuntamente suprimidos por la acción de la Justicia, pero tratándose de bien conocidos miembros del entorno de ETA, ¿qué pretende demostrar el PNV con su participación en la manifestación? ¿Que no renuncian a liderar “el descontento de la sociedad vasca” ante “la represión del Estado español”? Ese descontento que jalea el PNV pero que en la mayoría de los vascos se traduce en indiferencia, se prepara concienzudamente de antemano, como bien saben los batasunos ya sean de LAB o de Haika o de alguna otra organización sin nombre actual utilizada también para lo mismo: calentar el ambiente, por ejemplo quemando autobuses y contenedores en las calles. Y el PNV, ¿va a condenar los actos de terrorismo callejero de ayer para reunirse hoy con aquellos que los justifican?

En el día en que se va a escuchar en Madrid un fuerte clamor en favor de la vida y de una política más sensata y menos lesiva para los derechos de las familias, de los jóvenes y de las madres, resulta que partidos como el PNV buscan movilizar a sus simpatizantes para apoyar una marcha proetarra en defensa de unos personajes imputados por sus servicios políticos a una organización terrorista. Es lo que va del Partido que se decía católico al actual del ibarretxismo como movimiento o Frente. “Un país en marcha”, del que se enorgullecía el ex lehendakari… como el que se verá esta tarde por las calles de San Sebastián.

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comentarios
1 Gorucho, día

“Los que han hecho esto no quieren que ETA desaparezca”. No señor, no queremos que desaparezca. Queremos olvidarnos de ella para siempre y que se olvide de nosotros, queremos que deje de matar de una vez, queremos que se vaya al cuerno, o más lejos, queremos que se pudra, queremos que vaya al guano. Y quisiéramos que nunca hubiera nacido. Pero, para darle la razón en algo, no queremos que desaparezca; eso no. A mí, con que eta deje de matar y de extorsionar y con que los que hayan cometido delitos pasen una muy muy muy larga temporada en la cárcel, me basta. Saludos.

2 jflp, día

Aralar ¿la próxima marca blanca de ETA? La política vasca ha tenido mucho de teatro. De un cínico, cruel e hipócrita teatro. Todo lo ocurrido en los últimos días me dejan el regusto de un "dejà vu". Está muy bien traída la refencia a Estella, porque ya en los meses anteriores a la firma del infausto pacto, ya asistimos a estraños movimientos. No lo voy a ocultar. La última operación de Garzón huele raro. ¿Como es posible de que Otegui y compañía acudieran a Francia a entrevistarse con ETA y no usaran medios más sutiles para las negociaciones. No olvidemos que durante todos estos meses, en paralelo, la prensa estaba recogiendo todos esos movimientos políticos. Otegui es lo que se dice vulgarmente un h. de p. pero lo que se dice tonto, no lo veo para nada tonto y eso de irse a reunirse con ETA sabiéndose muy probablemente vigilado, es propio de un tonto que no es Otegui. ¿Y lo de Rafita Diaz, acaso no canta mas? Sobrevive todo el periodo de socialización de la violencia y vaya por donde le pillan ahora. Raro, raro. Independientemente de lo raro que huele todo, todos estos sucesos dibujan un escenario en el que cada vez es más sospechoso el comportamiento de Aralar. Habrá que seguir con detalle la evolución del grupúsculo de Zabaleta, padre, porque pinta feo, muy feo. Y lo peor de todo es que colará. Por cierto, le respondo a esta pregunta: "Y el PNV, ¿va a condenar los actos de terrorismo callejero de ayer para reunirse hoy con aquellos que los justifican?" Por supuesto. Azcuna, el alcalde, ya lo ha hecho. Señora Otaola, ¡que llevan 50 años practicando este juego!. Claro que lo practican... porque en cuestión de imagen les sale gratis.