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Apoyo a Hermann Tertsch

Nunca es mal momento para manifestar apoyo y trasladar mi solidaridad a ese ejemplar profesional del Periodismo que es Hermann Tertsch, aunque sea a cuenta de una agresión física que se produce no después de un insulto, sino de una dilatada campaña de insultos contra su persona por decir lo que dice y hacer lo que mejor sabe hacer: denunciar la violación de los derechos humanos, la sistemática restricción de las libertades civiles en España y las amenazas totalitarias en diversos países del mundo, que él detecta como pocos y pone de manifiesto con su labor periodística sin tapujos ni melindres ni, mucho menos, servilismo.

Por eso, junto al deseo de una pronta recuperación le quiero pedir encarecidamente a Hermann que continúe con su valiosa y valiente dedicación informativa, porque es imprescindible que siga denunciando la perversión de la Democracia a manos del Gobierno socialista y sus acólitos, y que siga ofreciendo ese testimonio vital de su experiencia en tantos países y con tantos disidentes que ha visto rebelarse contra la sumisión y el yugo del totalitarismo.

Porque los españoles estamos en la hora actual muy necesitados de coraje y de verdad.

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comentarios
1 jflp, día

Lo primero es la solidaridad con Hermann Tertsch. Es el problema de siempre, unos apuntan y otros disparan. Y luego tenemos un problema, señora Otaola, sobre el cual NUNCA se habla expresamente. La inmensa mayoría de los actos de violencia política que se han producido en los últimos 30 años, han sido cometidos por las distintas izquierdas y los distintos nazionalismos. En resumen, violencia política en España es sinónimo de izquierdas y nazionalismos. Y ante esto todos calladitos. Por otro lado me gustaría tu opinión sobre la enésima traición del PNV a sus votantes. Pero no sólo a los católicos, han traicionado a todos. Se nos está olvidando que en medio de la pavorosa crisis que nos va a llevar a una salvaje subida de impuestos indirectos, de la mano de esta ley nos cuelan 100 millones de euros de gasto extra y una cantidad indeterminada, pero grandísima, de millones de euros para que empresas amigas de ZP, den a los niños la información sexual que estos previamente han leido en internet (es que en tiempos de intenet la realidad es esta, pa que nos vamos a engañar...) Osea. Traiciona a los católicos. Traiciona a las clases medias que son las que pagan más impuestos tanto directos como indirectos (ya se sabe lo pobres compran en mercadillos y no pagan IVA...). Traiciona su ideario al votar una Ley que como acertadamente denunció Rosa Díez abre la puerta al infanticido. ¿Como lo vive esto en votante nazionalista en la Euskadi rural donde tu trabajas? Y lo más importante: ¿Durante los próximos años vais a recordar a la sociedad vasca como el PNV traicionó a todos y lo va a seguir haciendo como no sufra un espectacular castigo? Porque como se ha dicho algunas veces, el problema no es tanto el PNV como la incapacidad del PP de aprovechar sus errores y traiciones.

2 ERD, día

Me adhiero. Hoy día es muy difícil mantenerse independiente del poder. Que hayan agredido a Herman puede ser un indicativo de hasta qué punto molesta la libertad a unos cuantos. http://elrepublicanodigital.blogspot.com/2009/12/hermann-tertsch.html

3 CharlyOn, día

Es evidente que a determinadas personas les escuece que alguien proclame verdades como puños; esa gente a la que tanto le gusta levantar los mismos para imponer algún derecho propio, vendiéndolo como si fuese para la mayoría de los desfavorecidos. Vivimos en un País de intolerancia, abanderada por una izquierda sectaria que solo pretende someternos, y que cada vez más nos hunde en una situación que acabará por convertirse en insostenible. Y el tiempo va dándonos, poco a poco y por desgracia, la razón. El desconocimiento, por no decir incultura, de mucha gente de España, unido a las permanentes campañas de marketing del gobierno ZP, provocan que gran parte de la población no sea consciente de la realidad a la que nos estamos sumiendo estos inútiles. Y cuando alguien intenta explicarlo masivamente, con un tono coloquial, capaz de llegar a todo el mundo, se le censura, se le insulta e incluso se le agrede, al más puro estilo de las dictaduras de izquierdas que actualmente proliferan como setas venenosas.