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ZP tiene la receta perfecta

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…Pero del estancamiento y la ausencia de recuperación vigorosa. Consiste en dos ingredientes fáciles y sencillos: incertidumbre de régimen y “bandazos”. Al estilo de la mejor política Rooseveltiana.

Lo de estos últimos días y semanas me ha hecho acordarme de un artículo que publiqué en Septiembre de 2009 en Libertad Digital: Hipocresía, improvisación e incertidumbre. Creo que lo que expuse ahí está muy vigente hoy día, quizás más que cuando se publicó.

Empezaba así:

Personalmente, no soy dado a estar muy atento a las declaraciones de los políticos y mucho menos a elogiarlas, pero esta vez Rosa Díez ha dado en el clavo criticando a la pasiva, hipnotizada y chapucera “oposición” del PP. Lo de los populares cada vez resulta más vergonzoso y recuerda a aquellas personas que se levantan sobre las demás con aires de superioridad para criticar con la boca lo que luego ellos practican con sus acciones.

Luego pasaba a analizar por qué las formas en la realización de políticas económicas puede ser importante:

un panorama de regulaciones cambiantes y volátiles es más dañino que un panorama de regulaciones invariables, manteniendo las demás circunstancias constantes. Piense en los costes que introducen los cambios de adaptación a nuevas leyes y regulaciones: primero hay que leerlas o entenderlas, algo que no es fácil dada la maraña administrativa y burocrática que caracteriza a nuestro sistema, y segundo, hay que aplicarlas, lo que siempre supone un coste al empresario.

En el caso de la situación actual, la improvisación en las políticas económicas implica que los inversores y agentes económicos sufren de una incertidumbre sobre las reglas del juego muy perjuidicial, artificialmente creada por los legisladores y que tiene poco que ver con lo que sucede en el mercado, ni siquiera en los tubulentos tiempos de crisis.

Desde el punto de vista histórico, y a caballo con lo anterior, el economista-historiador Robert Higgs acuñó el concepto de “incertidumbre de régimen” (regime uncertainty) para explicar la situación de elevada incertidumbre acerca de cuál sería el marco institucional y estructura de los derechos de propiedad del futuro que tuvo lugar en la década de los años 30 durante la administración Roosevelt; con este argumento justifica la prolongada duración de la Gran Depresión.

Asimismo, la autora Amity Shlaes en su libro sobre este tema, The Forgotten Man, califica a Roosevelt como un tipo imaginativo que utilizaba gran parte de improvisación y aleatoriedad, junto a altas dosis de incoherencia, para ejecutar e idear sus medidas y políticas económicas. En esto no se distinguiría demasiado de nuestro presidente Zapatero. [Matizo: no se distinguiría NADA] Shlaes sostiene que los inversores y empresarios temían a Roosevelt por sus constantes giros de políticas y las presiones que imponía sobre los generadores de riqueza. De hecho, algunos de los miembros de su gobierno y camarilla tenían serias dificultades para encontrar coherencia en las diferentes declaraciones y medidas del presidente.

Invito a leerlo entero.

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comentarios
1 bsanchez, día

Ángel, Entiendo que no nos gusten las políticas económicas adoptadas por FDR y seguro que gran parte de las críticas que se le hacen desde círculos liberales están justificadas. El problema está en que FDR asume la presidencia en Marzo de 1933 y por lo tanto es un disparate acusarle de la larga duración de la depresión. De hecho, si te vas a la FRED2 y miras el índice de producción industrial INDPRO (que tiene datos mensuales desde 1919) verás que en marzo de 1933 el índice se sitúa en un 3.8 (sólo ligeramente por encima del mínimo de 3.7 alcanzado ocho meses antes) y durante el primer año de FDR la producción industrial aumenta un 45% (!). Al cabo de su primer mandato la producción industrial había subido un 120% y superaba los máximos de 1929. Así que se puede argumentar que FDR tuvo suerte y alcanzó la presidencia cuando la economía había tocado fondo (lo cual yo suscribiría). Se puede incluso decir que si no hubiese sido por sus medidas la recuperación hubiera sido más rápida. Lo que no se puede decir es que retrasó la recuperación, ya que esta parece comenzar de forma bastante dramática el mismo mes de su inauguración. Un saludo.

2 amartinoro, día

Gracias por el comentario. Creo que como dices no está justificado decir que la llegada de FDR lo estropeó todo. A lo que me refiero, y a lo que se refieren estos autores, son las medidas que aplicó a partir de creo 1935. Fue a partir de este momento cuando aplicó su New Deal, su improvisación e inconsistencia de políticas. Es a esto a lo que se responsabiliza el que la GD durara tanto, por su efecto de incertidumbre de régimen, estancando la inversión privada especialmente a largo plazo. Pero reconozco que no me he puesto a mirar con cuidado los datos yo mismo, así que igual hay cosas que no encajen bien. Y sí, probablemente tuvo suerte al llegar en 1933 cuando lo peor había pasado. Quizás de no haber cometido malas políticas la recuperación hubiera sido continua y lineal después de 1933. Saludos