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Debate y democracia

Puesto que sobre la historia reciente de España existen posiciones tan opuestas, y dada la repercusión de ellas sobre el destino de nuestra democracia y sobre la concepción misma de la democracia, es evidente la necesidad de un debate público, amplio y popular (en el sentido de que llegue ampliamente a la población). Pero, dada la mentalidad totalitario-policíaca de nuestra izquierda, de la que no parece haber modo de rescatarla, sus políticos e intelectuales responden a la necesidad de un debate libre con una ley que debe imponer (eso desean todos, y los más tontos hasta se lo creen) su forma de ver la historia. Con el cuento de los pobrecitos nietos que no duermen ni pueden vivir tranquilos  porque a sus abuelos no se les ha hecho justicia, nos quieren hacer creer que las víctimas del franquismo defendían la democracia y la libertad, y que nunca se mataron entre ellas mismas.

   Y, lo que es el temperamento castizo, pues eso también existe, como se demuestra a cada paso. A la necesidad de un debate, que vengo planteando desde hace ocho años, estos tipos han replicado al modo del típico señorito de la Españeta, diríamos del señorito andaluz, si no fuera porque el señorito vasco o el catalán cumplen el estereotipo del señorito andaluz mejor aún que este. La respuesta, digo, repito, ha sido el ataque personal, la exigencia inquisitorial de censura y la pose chulesca del rico que desprecia al pobre pedigüeño imaginado por ellos: cuántas veces han repetido estos lumbreras que ellos, tan increíblemente importantes, no iban a rebajarse a discutir con un seudo-historiador como yo, que les mendigaba un debate a fin de prestigiarse y vender algunos libros. Increíble, ¿verdad? El debate debiera girar sobre los hechos y figuras históricos y sobre su trascendencia actual, realmente decisiva. Nunca sobre cuestiones personales, y menos a un nivel tan grotesco, pero ahí están los señoritos españetos, revelando su nivel, que no hay más remedio que poner en evidencia después de entrar en harina. Porque, ¡hay que fastidiarse!, esa actitud chulesca y señoritil es también un hecho histórico.

 Pero, ¿y la derecha? Qué bien se ha revelado, a su vez. Nada de mirar al pasado: “al futuro, al futuro!”. Nunca se ha visto un escapismo más vergonzoso y desvergonzado a un tiempo. Ni una palabra en defensa no ya de la verdad histórica o de sus propios padres y abuelos, cuyo recuerdo tanto temen que perjudique sus poltronas. Ni siquiera eso. Pero  se trataba, se trata,  de defender las mínimas normas de la decencia intelectual y democrática que exigen un debate allí donde hay una cuestión que debe ser dilucidada, por pura higiene social. Ahí está retratada la derecha pesetera, medrosa y oportunista, con la vista puesta en sus cargos presentes y futuros, desinteresada de lo demás, aunque la unidad de España y las libertades estén sufriendo, falsificación del pasado mediante, tan graves heridas.  

   En fin, las cosas como son. Hace poco tuve en El Catoblepas una pequeña trifulca, más que debate,  con un intelectual derechista que, algo menos miope que los políticos, se ofrece al PP para asegurarle su permanencia en el poder. Y, temeroso de la competencia, arremete contra César Vidal y contra mí. Esta es otra diferencia. A él le preocupa el PP y su poder, y a mí la democracia -- cada cual con sus luces, eso es otro asunto--. Y por eso resulta tan difícil entenderse.

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LA ÉTICA SAVATERIANA

Nos enseña Savater: " debo comprender la valía ética -estrictamente ética- de las normas instituidas que permiten el pluralismo de convicciones y actitudes dentro de un marco común de respeto a las personas. Y eso delimita una frontera entre lo que puede y no puede aceptarse también a nivel personal: tengo derecho a considerar vicio nefando la homosexualidad pero no a hostilizar o proscribir las parejas homosexuales. Puedo tener personalmente por importantísimas las raíces cristianas de Europa, pero no puedo considerar mal europeo a quien no sea cristiano ni mal español a quien no sea católico. Y puedo tener la íntima convicción de que muchos malvados merecen la pena de muerte, pero no debo ocultar a los jóvenes que la sociedad democrática en que vivimos ha adoptado como norma la abolición del castigo capital por sus implicaciones deshumanizadoras".

¡Mal, muy mal! Debería decir: "Tengo derecho a pensar que la homosexualidad es tan valiosa como la sexualidad normal, e incluso superior, un motivo de orgullo, pero si voy pregonándolo agresivamente, organizando desfiles públicos, etc., debo admitir que quienes lo consideran una tara, o un vicio, etc., hagan lo mismo, sin intentar tacharlos de homófobos, impedir su expresión y propugnar diversos modos de persecución contra ellos, imponiéndoles en sus empresas, sociedades o comportamientos particulares el modo de pensar de los homófilos,  etc".

   O bien: "Puedo detestar personalmente las raíces cristianas de Europa, pero no puedo considerar retrógrado, reaccionario y en último extremo digno de exterminio, como ha ocurrido en varias ocasiones, a los que piensan lo contrario. Ni tampoco propugnar la destrucción abierta o disimulada de dichas raíces, leyes y comportamientos lesivos para esas raíces y quienes las defienden".

    O bien: puedo estar incondicionalmente  contra la pena de muerte, pero no puedo tildar de antihumanos o bárbaros a quienes piensan lo contrario en relación con ciertos crímenes, o intentan cambiar las leyes actuales. 

   Esto sería mucho más realista y adecuado a lo que ocurre que las hipocresías de Savater. Se le ve mucho el plumero.

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 Los jueves, en "El economista"

POLÍTICOS CUMPLIDORES

 Pío Moa

 

   Lo que me gusta del actual presidente es que es un político cumplidor. Quizá muestra alguna confusión al valorar los objetivos, y llama proceso de paz o alianza de civilizaciones o mejora de la enseñanza o educación para la ciudadanía, etc.,  a cosas que no tienen la menor relación con tales enunciados, por no decir que  se oponen directamente a ellos;  pero lo que es cumplir, el hombre cumple.

   Y con rapidez.  Al PP, recordarán ustedes, le costó casi ocho años sacar una ley para reformar la caótica enseñanza heredada del período González; pues bien,  llega el hacedor de zapatos, y nada, en un plis-plas manda a paseo la ley del PP y empeora a conciencia el desastre felipista. Prometió recompensar a sus ayudantes electorales (espontáneos y no pactados, creemos),  retirando las tropas españolas que ayudaban a los iraquíes a librarse del mismo tipo de gente que presuntamente atentó en España el 11-M,  y dicho y hecho. Quiso satisfacer a su amigo el civilizado Mohamed VI a costa de los saharauis, y probablemente en otros asuntos que nos tocan mucho más de cerca, y a ello se aplica infatigable. Se propuso liquidar la Constitución en comandita con la ETA y los separatistas, y, bueno, la cosa no le ha salido tan rápido ni tan bien como él esperaba, pero no ha sido por falta de empeño, y sin menospreciar los éxitos alcanzados en el proceso: la Constitución está, si no liquidada, dañada muy seriamente. Y así.   

    Me viene esto a la cabeza con motivo del fresco verano de este año,  que los ignaros no acaban de explicarse, dado el conocido calentamiento global que se nos venía encima. Olvidan que el presi anunció que frenarlo sería su máxima preocupación. Evidentemente ha tomado sus medidas, y como la purga de Benito: anoche, en pleno agosto, hacía frío en España.

   Ya podía tomar ejemplo el PP, tan lento de reacciones. Lo que nos íbamos a divertir.

 

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comentarios
1 Contable, día

A mí, lo que me preocupa, es la Libertad.

2 Contable, día

Y me preocupa que por aquí pueda deambular un imitador del Gorila Rojo, y nos la pueda quitar o menoscabar.

3 Contable, día

Menoscabar ya nos la está menoscabando el inútil del José Luis Rodríguez Zapatero. Y nos la reduce bien no dejando hacer, bien obligando a hacer, o lo que es más sibilino... Jo-di-én-do-nos la cartera a TODOS. --- --- Una vulgar historia de mangantes. Ay, el Patio de Monipodio, que ha vuelto.

4 Contable, día

Al parecer, alguien duda sobre la existencia de los hijos de Het (Hittim o hititas). Su existencia (la de su Estado), es similar a la de los egipcios, y su duración similar a la de éstos en el tiempo. Su nación sufrió avatares y altibajos, como la de los egipcios. ¿Alguien sostendría que Egipto (o mejor dicho Kemet-Tameri) terminó en colapso tras la dinastía XVIII (la gloriosa y bien conocida dinastía XVIII)? No. Por las mismas razones, no se puede sostener que el Hatti terminó con las convulsiones que siguieron a la caída de Ilios-Troya y de TODOS los reinos de Anatolia-Asia Menor, Siria, Norte de Mesopotamia y Canaán, convulsiones producidas por unas gentes salvajes y codiciosas, que al contacto con otras más organizadas (civilizadas), decidieron matarles y arrebatarles los productos de su organización. La Codicia y la Envidia, como motores de la Historia de la Humanidad. Tras el Imperio Nuevo Kemita, llegaron al poder dinastías tradicionalmente enemigas de Kemet-Tameri, como los nubios o los libios. Peor aún, llegaron al poder, y por al menos 2 veces, los odiados persas, y luego los macedonios, y luego los romanos... y tradicionalmente se estudian todas estas “dinastías egipcias”, si bien habría que pensar si no terminó Egipto tras los Ramésidas. Tras el Imperio Nuevo Hitita, y sobre el 1290 aJC, hay un colapso de la línea principal. Pero los del Hatti, los hijos de Het, dicen los entendidos que se crearon al fusionarse 17 reinos, con su karum: Akkal, Pakki, Ulimi, (desconocido), Hatti, Karish, Purhusanda, Aruma, Parasi, (desconocido), Arman, Litani, Larak, Nikki, Turki, Kurusara y (desconocido). Tras los acontecimientos del 1290 aJC, la unión pasó por altibajos, pero seguía habiendo “unión”, más o menos parcial, con más o menos reinos; y los reinos integrantes del Imperio Hitita, más o menos fuertes. “En el 626 aJC, los cimerios, aliados de los asirios, liquidan el reino hitita de Urartu, por el Norte de Armania. En lo sucesivo, Hatti había dejado de existir.” Así lo entiende el Profesor Arias Condeminas, en su libro “LOS HITITAS”. Me parece que tienen más títulos los Hititas de entre 1290 y 626 para llamarse Hititas, que los egipcios de las dinastías Hiksas, o de las dinastías persas, o macedonias, o nubias, o libias o romanas, para autoproclamarse “egipcios”. Quizás haya llegado ya el momento de abandonas el palabro griego “egipcio” a favor del más correcto “kemita”, que era como se conocían entre ellos los habitantes del valle del río Nilo (otro palabro griego), y de su Delta (otro palabro más griego).

5 Ethelwir, día

zETAp cumplidor Lamento disentir, don Pío. Para zETAp no se trata cumplir o no cumplir sino de perjudicar a España. Cumplirá su palabra en todo aquello que la perjudique, mientras que la incumplirá en todo aquello que podría beneficiarla. A modo de ejemplo, en el programa electoral prometía que lucharía contra el terrorismo en el marco de la ley de partidos y el pacto anti-terrorista.

6 Ethelwir, día

Si deseas objetar de la asignatura de EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANIA , editando esta noticia tienes datos para hacerlo y una carta tipo para enviar por el APA al director del colegio http://concapa.org/modules.php?name=Noticias&file=article&sid=163

7 Contable, día

En la relación de 17 reinos que integraron el Imperio Hitita, me he confundido y he puesto Arman, en ves de Armani. Sí, como el modisto.

8 Contable, día

Pero Armani coincide en ubicación y pronunciación con Armenia. Y Turki, coincide en ubicación y pronunciación con el origen de las tribus turcas originarias, que luego, bajo Otmán, dieron lugar a los sucesivos imperios turcos. ¿Podríamos y deberíamos considerar a los turcos actuales como “Hititas”. Los turcos siempre tuvieron su propia personalidad, y no se arrodillaron ante Damasco, ni ante Bagdad. Es más, Bagdad y Damasco se arrodillaron ante Turquía. Y los turcos, son indoeuropeos. Y naturalmente, rechazaron el árabe, de plano. Y les da asco que se les llame árabes, pues ellos no son árabes.

9 Contable, día

Hasta hace sobre 100 años, los “hititas” eran unos perfectos desconocidos. La Torah, y la Biblia, les mencionan como los “Hittim”. Lutero, al traducir la Biblia, les rebautizó “Hettites”, y de ahí viene nuestro “Hititas”, de Lutero (Martín Luthers). Pero hasta sobre principios del siglo XX, hablar de los Hititas era como hablar de Thule, la Atlántida, los Hiperbóreos,... conceptos vagos y nebulosos. Y tras los hallazgos repetidos y encadenados de yacimientos que dejaron boquiabiertos a todos. Y tras el hallazgo de los ejemplares (en Turquía) de la correspondencia entre Hatti y Kemet, escritos entre otras en lengua acadia (el idioma diplomático de la época), que se correspondían exactamente con las halladas en Aketatón (Tell-el-Amarana), ya no quedó duda de que los yacimientos eran “hititas”, y los hititas salieron de la leyenda para entrar en la realidad histórica. No hizo falta ningún decretazo ni la locura de ningún “iluminado” tipo Zapo para que la Historia reconociera a “sus hijos” (los hechos históricos). --- --- Y en 1915, el checo Friedrich Rocín, expuso su teoría de que la frase hitita: “un ninda-an ezzateni Wadar-ma ekkuteni” si consideramos a los hititas un pueblo ario, indoeuropeo, y dada la semejanza con el alemán, “nu” se parece al alemán “nun” en español, “ahora”. “ezzateni” se parece al alemán “essen” en español, “comer”. “wadar” se parece al alemán “wasser” en español, “agua”. Y este checo tuvo el atrevimiento de decir que la frase era: “Ahora comerás pan, y luego beberás agua”. --- --- Y complementó esta traducción con un artículo publicado en 1915, que le dio fama... Y con un libro, publicado 2 años después, en que zanjó definitivamente el problema de cómo tratar a la esquiva lengua de los hititas. --- --- ¿Todavía alguien duda de la realidad de los hititas, o “Hijos de Het” como les llama la Torah? Pues tras más de 100 años dando vueltas al tema, ya va siendo hora...

10 Contable, día

Leider, pero el corrector ortográfico ha puesto "Rocin" donde yo escribí Hrozny.

11 Contable, día

Asi, que ya sabemos: El 626 aJC, poco antes del siglo de Pericles, es considerado por las autoridades académicas, como el fin del Imperio Hitita "clásico". A no ser que alguien enlace aquella época con el posterior esplendor de Turquía, y sostenga que los Hititas siguen existiendo en la actualidad. A fin de cuentas, al tratar sobre la Caída del Imperio Romano, los entendidos no se ponen de acuerdo del qué y el cómo. Y algunos sostienen que el Imperio Romano sigue existiendo en la actualidad, y más pujante que nunca, en la Civilización Occidental. Sí, la Civilización Occidental, la misma que quieren dinamitar el cretino de Zapatero y sus acólitos de la Alizanza de Asalvajaciones.

12 Contable, día

Bye.

13 unrebeld, día

¡Que razón tiene D. Pío! Unos colocándonos su versión de la historia (totalmente sectaria y llena de imaginación) y los otros, acomplejados, no quieren saber nada del tema. Sin embargo todavía quedamos algunos "reaccionarios", "fachas", o sea liberales que queremos que se conozca nuestra historia, perjudique a quien perjudique, pero sin engaños ni manipulaciones. Para ello trabajamos en http://memoriahistorica.rebeliondigital.es/ Desde Rebelión Digital nuestro apoyo al debate histórico propuesto por Pío Moa y silenciado por esos pseudohistoriadores de intereses inconfesables. Es un servicio de www.rebeliondigital.es Rebelión Digital, por España y por la Libertad

14 Ronin, día

Sobre la constitución: Dele a una región un parlamento. Un gobierno con presidente y secretarios o consejeros que hacen el papel de ministros. Elecciones autónomas. Una bandera. Un himno. Una policía autónoma. Medios de comunicación autónomos. Educación autónoma. Una lengua diferencial que prime sobre la del resto del país. Una serie de concesiones a destajo, como la de recaudar y gestionar sus propios impuestos. Y tendremos una nacioncita a lo balcánico. ¿A alguien le sorprende?. Nada chicos, a seguir defendiendo esta constitución en todos y cada uno de sus aspectos. Moa se queja de la balcanización de España y al mismo tiempo defiende la constitución que lo permite. Me parece absurdo. Hay puntos de la constitución que no son defendibles si estamos contra la balcanización de España. Es necesario cambiar la constitución en algunos aspectos, el que la defienda toda en cada uno de sus puntos no es consecuente si quiere una España fuerte y unida.

15 lluisv, día

Yo, de vosotros, no le haría demasiado caso al tal Moa. Como historiador, deja mucho que desear, y no lo digo yo, lo dice la comunidad académica, y no todos (en particular los extranjeros) son lacayos del zapaterismo. Para empezar, yo tengo la impresión que un individuo con su historial que se permite afirmar que no cree en la reinserción de los terroristas no está demasiado en sus cabales. Por lo demás, para sectario se pinta él solo. Unos niegan el Holocausto y otros la matanza de Badajoz.

16 Ronin, día

Luisvi siempre aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid para meter su pezuña. Lo que más fastidia a la gente como tu es que Moa no ha sido rebatido todavía por nadie con argumentos de peso. Los libros de Moa se basan en un profundo conocimiento de la historia contemporánea española respaldados por documentos e investigaciones en archivos, bibliotecas, fundaciones especialmente de la misma izquierda. Sus datos e interpretaciones son totalmente fiables e incluso han sido respaldados por historiadores reconocidos mundialmente como Payne y otros. La tergiversación de la República y la Guerra Civil que hasta hace poco nos ha querido vender la izquierda está ya superada y ha sido puesta al descubierto. Que en la Universidad española todavía queden algunos pseudohistoriadores que por intereses políticos o de otro tipo nos quieran contar el cuento de caperucita y que comunistas, socialistas, anarquistas luchaban por la libertad y la democracia eso ya no se lo cree nadie especialmente tras investigarse lo de Paracuellos, las checas y las miles de atrocidades cometidas por el Frente Popular y su horizonte inconfesable de convertir España en una sucursal de la URSS de Stalin, calcando los métodos y la política soviéticas. Moa os hace daño porque se limita a contar la verdad sin tapujos y no el cuento que nos quiere seguir vendiendo la izquierda a estas alturas.

17 tigrita, día

15..Tigrita si estuviera en tú lugar, en vez de hablar de cosas que no entiendes, me dedicaría más a lo de tú competencia, como es denunciar a los empresarios que no rotula en catalán y en revisar el curriculum de los eta-batasunos que salen catedráticos del trullo, y las pensiones esas de 1500 euros que se dice que van a cobrar seguramente por los servicios prestados. Revisa esto lluisv, porque todo sale de nuestros impuestos aunque tú seas de los que creen que el dinero público no es de nadie. Ala luis a ganarte el sueldo. ¿Oye no serás tú tambien un pensionista de oro de estos?

18 sinrocom, día

A ese tal catalanacio, de M.ierda... lluisv es al que no hay que hacerle ni p.uto caso...Cuando se reforme el PP, en Catalonia, y empiece a votar toda la gente que no votaba al maso Piquet, veremos a ver a donde van a ir a parar todos estos nacionalistas absurdos.... seguro, que de vuelta al armario.

19 vstavai, día

Lo que vengo observando desde hace tiempo es que la comunidad académica está cada vez más cerca de las tesis de Pío Moa, y muchas veces las repiten sin citarle. Ya no hablan con la seguridad que hablaban de la república, la guerra etc. etc. El otro día vi un debate entre Jorge Martínez Reverte y Leguina, y, la verdad, los dos son enemigos de Moa, pero a ratos me estaba pareciendo oír al mismo Moa. ¡Qué remedio...!

20 vstavai, día

Por cierto, os recomiendo "Una historia chocante. los nacionalismos catalán y vasco". Os dais cuenta de hasta qué punto es una farsa, aunque una farsa peligrosa, todo lo de esos nacionalismos. Ahora la venden con el semanario Epoca.

21 XLuis, día

Siempre hay algún capullo que rebate un trabajo científico con descalificaciones personales, sin demostrar nada. :) Querido LuisV: Si lo escrito por Pio Moa tiene incorrecciones digo yo que será porque los socialistas falsifican los papeles. Tengo entendido que las afirmaciones de Pio Moa están basadas en documentación conservada en la Fundación Pablo Iglesias ¿no? :) Teniendo en cuenta la tendencia socialista de falsificar papeles lo mismo hasta tienes razón. No sé porqué me viene a la mente la falsificación de un informe pericial... por la que van a ser procesados tres altos cargos policiales -socialistas, por supuesto-.

22 vstavai, día

El problema que tienen con los trabajos de Moa es que se basan en la documentación de la izquierda. Por eso, en vez de refutarle, dicen que se basa en Arrarás y Ricardo de la Cierva, y procuran convencer a la gente de que no lo lean, porque si no les da un telele

23 peabody, día

Por una vez veo en el bloguer un rasgo de humor. Muy bueno lo del calentamiento global y el diligente Zapatero. ¡¡Vaya frío el 22 de agosto!!.

24 El_Criti, día

Pío lo veo últimamente demasiado "centrado" , "moderado" y "centrista" , los Españoles nos estamos jugando la unidad de España, la victoria sobre ETA o la victoria de ETA sobre la democracia, nos estamos jugando mucho y por contra lo veo demasiado moderado. No querrá seguir usted los consejos de Gallardón, ¿verdad? Lo que está pasando en España es grave y mucho.

25 El_Criti, día

Sobre Moa como historiador: documenta todas sus obras y libros con documentos internos de la época de las izquierdas, por tanto, poco más hay que añadir. PD: la victoria del PP no será muy dificil, pero hay que tener cuidado con el mejor activo que tiene el PSOE para ganar las elecciones: Gallardón.

26 Peloputa, día

el debate democrático hay que tenerlo cuando los del prisoe estén en la cárcel los terroristas criando malvas los separatistas fuera de la ley y los masones hayan pagado por sus muchos crímenes lo que no podemos hacer es perder más el tiempo a dios rogando y con el mazo dando.

27 asturovi, día

¡Tararí, tarará! El problema de los trabajos de Moa es que se basan en las interpretaciones de Arrarás y La Cierva. Por eso él dice que se basa en documentos de la izquierda. Evidentemente, hablaré únicamente de la trilogía inicial de Moa, El Derrumbe de la República, los Orígenes y los Personajes, porque el resto de las obras sucesivas, no llegan ni siquiera al nivel historiográfico de estas, que ya es decir... Los trabajos de Moa no son investigación histórica, sino interpretación o reinterpretación histórica. No hace una investigación que descubra documentos, hechos, conocimientos nuevos, sino que reinterpreta los ya conocidos para la elaboración de sus teorías, tesis, hipótesis... Esto no es necesariamente malo, y todo historiador acaba interpretando los hechos, pero es legítimo también exigir a todo aquel que quiera ser llamado historiador que también sea un investigador que bucee en las fuentes primarias. Por eso en todo caso, la labor de historiador de Moa se encuentra fuertemente limitada, y presenta fuertes carencias y déficits metodológicos e historiográficos. Resulta altamente recomendable empezar en la historia "desde abajo", con la investigación, lenta, callada y llena de esfuerzo. Que las primeras obras de un pretendido historiador sean nada menos que una pretendida revolución de todos los paradigmas historiográficos sobre la Guerra Civil resulta sorprendente y recuerda mucho a las baladronadas sobre historias definitivas y finales de Don Ricardo. Por las afirmaciones que se hacen aquí sobre las obras de Pío Moa y que estén basadas en fuentes primarias y documentos de la izquierda, empiezo a pensar que nadie las ha leído de verdad. Las tres obras de las que hablo reunirán un total de unas 2.000 citas y referencias. Pues bien, de ellas ni siquiera 200, menos de un 10 % nos llevan a fuentes documentales o siquiera, hemerográficas (la utilización historiográfica de los periódicos es, además, mucho más peligrosa). Las fuentes documentales con referencias a un archivo no llegarán ni siquiera a la mitad de ese 10 %. También resulta sorprendente la lista de los archivos utilizados por Don Pío. Según confesión propia parecen limitarse a la Fundación Pablo Iglesias y el Ateneo de Madrid. Como todo el mundo sabe, estos son sin duda los Archivos (ninguno lo es) de referencia en la investigación sobre la guerra civil. ¿Para qué molestarse en ir al Archivo Nacional a consultar la Causa General, a Salamanca al Archivo de la Guerra Civil, a Avila, al Archivo Histórico Militar? Son sin duda, archivos totalmente irrelevantes para conocer la guerra civil. Olvidémonos ya de consultar por ejemplo, los Archivos de la CNT o del PCE, pequeñas minucias respecto a los 2 anteriores. Con todos mis respetos para la Fundación Pablo Iglesias, que debe tener algunas reproducciones de documentos, y creo que junto con las Fundaciones Besteiro y Largo Caballero, alguna documentación privada de militantes socialistas destacados. No es el archivo (no es un archivo) al que hay que ir para investigar la Guerra Civil. No está de más pasarse por él, pero no basar la revolución historiográfica de la Guerra Civil en él. Desconozco si el Ateneo tiene documentación sobre la guerra civil. Francamente lo dudo, porque no me parece que sea precisamente su función. Tendrá, sin duda una Biblioteca y una Hemeroteca, y punto. Por poner un ejemplo de una documentación que utiliza, las Actas de la UGT de 1933-34... Pero resulta que estas actas ya están publicadas en el libro de Amaro del Rosal, Octubre... No son precisamente una fuente desconocida rescatada por la labor investigadora incansable de Don Pío.

28 asturovi, día

Vamos a poner un ejemplo con una de las tesis de Moa, para ver si es cierto que está basada o no en interpretaciones de historiadores franquistas o "neofranquistas" - La Guerra civil empieza en 1934. Pues, por ejemplo, hay un libro con el título, precisamente, de "La Guerra Civil comenzó en Asturias", así que podéis imaginar lo que dice en él. (También es autor de otro libro reivindicado la gesta del Alcazar de Toledo, respecto a algunas sombras vertidas sobre ella). La interpretación de que la guerra civil comenzó en 1934 es algo habitual en numerosos historiadores franquistas y neofranquistas. Pero no hay que ir más lejos. Basta con repasar dos importantes documentos del régimen franquista: 1) El Dictamen sobre la Ilegitimidad del Régimen del Frente Popular, realizado por destacados juristas (tiene otro nombre, algo más largo, que no recuerdo ahora). En él se arrastran las responsabilidades hasta la Revolución de Octubre. 2) La Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo (que obviamente reprimió también a personas que no eran ni comunistas, ni masones), también arranca como situaciones delictivas desde Octubre de 1934. Con lo cual se produjo el disparate antijurídico, de que personas ya juzgadas y condenadas por unos hechos, volvieron a ser juzgadas y condenadas por ellos.

29 riesgo, día

Haber si me entero Asturoví, por un lado dices que Moa no es veraz en sus intepretanciones, y que además alguien antes que él ya dijo lo que él dice, o defiende que no és nada nuevo, entonces por que alucinaste cuando oiste hablar de Moa, y por que buscaste su obra, si ya todo estaba dicho y eran evidentes mentiras, particularmente a mí Moa me causó impresión cuando defendió que el oro de Moscú fué real y no un cuento franquista, creo que hasta la caida del muro, y apertura de documentos allí aquí mucho listo acusaba de ser mentira tal historia, yo siempre lo oí cuando nos daban los documentales franquistas de la guerra, ese era un mito que ya defendian los franquistas como cierto, pero que no materializó como verdad hasta que Moa lo dejó en cuadro, quizás otros ya antes lo reflejaron , pero no era algo considerado mas que un cuento franquista, luego los hechos demostraron que el cuento era el que contaban la izmierda

30 tigrita, día

tigrita siempre ha creído que mientras Astrouvi no vaya tamíén en peregrinación al valle de los caídos, este país no recobrará la normalidad.

31 asturovi, día

Sobre el oro de Moscú: La versión franquista era que los pérfidos comunistas se habían quedado el oro del Banco de España, se lo habían llevado a Rusia y se negaban a devolverlo a su legítimo propietario. Esta versión es mentira, porque el oro se gastó en la compra del material soviético utilizado por la República, aparentemente en su totalida, aunque se puedan discutir algunos detalles acerca de las valoraciones y los precios utilizados por los soviéticos. La sencilla verdad es que ambos bandos compraron armamento a potencias extranjeras, y ambos bandos, en distintas circunstancias y momentos, lo pagaron a esas potencias (con alguna rebajita fascista). Los republicanos pagaron al contado, con oro; los nacionales a crédito y básicamente pagaron con materias primas y otros productos, incluso con la División Azul. Ambos contribuyeron al empobrecimiento de España, porque los gastos de una guerra siempre empobrecen a una nación, y más en una guerra civil que no produce ningún beneficio económico, político o territorial... La versión franquista sigue siendo mentira y la izquierdista básicamente verdad, aunque haya disputas sobre ciertos aspectos de la marcha del Oro a la Unión Soviética. El oro se utilizó en comprar armas. Las armas "rebeldes" fueron pagadas con otros productos. Ambos bandos actuaron igual: compraron armas en el extranjero y pagaron con lo que tenían.

32 riesgo, día

Asturaví el oro se robo con nocturnidad y alevosia al pueblo español, es el primer caso que primero se entrega todo lo que se puede y luego se espera a ver que te dan, eso sí que es tener las ideas claras, el no ver el robo manifiesto es ser necio de entenderas y contento de creerte en la verdad, fué de buen rollito la entrega a Moscu de las reservas, aquí peligraban y no había otra forma de pagar las armas, si que fueron listos los dirigentes de la republica robando por el bien de la pátria, aún hay quien sostiene que lo hicieron bien, que disculpan el robo manifiesto, eso sí que tiene guasa tomasa, no te lo crees ni tú Asturoví, eso és lo mismo que defender que cuando Zp fué al parlamento para pedir diálogo con los etarras fué por voluntad de una infinita paz para todos los españoles que la ansiamos ardientemente

33 vstavai, día

En realidad, según he leído en Moa, la idea de que la guerra empezó en 1934 la tomó de Gerald Brenan, no de Arrarás ni de Ricardo de la Cierva, que nunca dijeron eso que yo sepa. Las derechas con unas pocas excepciones, consideran que lo del 34 fue un episodio importante pero no el comienzo mismo de la guerra. Lo que ha hecho Moa es documentarlo a conciencia, con fuentes de izquierda: los archivos de Largo Caballero, "El Socialista", de la prensa separatista catalana y vasca, los testimonios de Amaro del Rosal, del propio Largo Caballero, otros de la Fundación Pablo Iglesias, del Archivo Histórico Nacional... ¡hombre, esto es lo primero que ve cualquiera en cuanto lee esos libros lo mismo en las notas que en las referencias directas a la prensa dentro del texto! De Arrarás hay unas cuantas citas, de Azaña hay muchas más. Y de Prieto. Y de Companys ... A mí lo que me ha llamado la atención es lo mucho que utiliza a Azaña, demostrando que casi todos los que le citaban hace unos años ¡no lo habían leído! Increíble, ¿verdad?, pero comprobable. Si Moa solo hubiera hecho lo que dicen estos bocazas no estarían de los nervios y como locos cada vez que se le menciona. Quitando sus desvaríos religiosos, es el historiador que ha cambiado completamente la visión que teníamos antes, cuando nos creíamos todas las trolas de Preston y compañía. Y creo que ya lo he dicho, incluso muchos que le atacan no tienen más remedio que repetir sus tesis, ya no es lo mismo que hace unos años, lo que ha cambiado el panorama. Pero es verdad que mucha gente habla a favor de los libros de Moa sin haberlos leído y casi todfos los que hablan contra ellos esos sí que casi ninguno los ha leído.

34 asturovi, día

Tigrita, yo ya he estado en el Valle de los Caídos, no en peregrinación, sino en viaje de estudios. Desde luego no veo motivos para un viaje de peregrinación, no veo allí a nadie o nada que adorar o respetar siquiera. Solo volveré a ese execrable lugar si es convenientemente exorcizado de los males y fantasmas que contiene.

35 asturovi, día

Riesgo, pues precisamente por esas características, porque creía que con Don Ricardo ya era suficiente, y no veía como nadie con dos dedos de frente se podía seguir tragando semejante trola. Y como además la trola tenía éxito y era éxito de ventas, me resultaba verdaderamente increíble y alucinante que algo así pudiese pasar todavía 25 años después de la muerte de Franco. Era un fenómeno digno de estudio, más que por lo que afirma, por lo que significa.

36 vstavai, día

Y otra cosa que convence de Moa es que en todas las polémicas que ha tenido ha dado unos baños de impresión a esos "historiadores profesionales", esos que tan mal dejan a la universidad española. No hay más que ver el "Anti-Moa" y los artículos en que le responde en LD. Y también me parece muy revelador que tantos historiadores de derecha le tengan tirria porque ha demostrado lo que ellos creían pero que no se atrevían a decir a causa de su miedo y su mal trabajo profesional.

37 vstavai, día

Vamos, yo he seguido algunos de esos debates, a ver si encuentro algo...

38 vstavai, día

Por ejemplo, sobre el oro de Moscú, Moa dice lo que todos han callado o no han descubierto, y ahí incluyo a la derecha que siempre se ha dedicado a especular sobre si la URSS engañó o no engañ´ço a España. Moa cree que no la engañó, o que engañó poco, pero lo principal fue que el gobierno mandó innecesariamente el oro a un país sin ninguna garantía financiera, y que el oro sirvió sobre todo para asegurar que Stalin se convirtiese en el verdadero amo del Frente Popular. Lo asombroso de este caso es que la derecha tampoco se fijó nunca en el detalle, pues Franco nunca perdió su independencia en relación con Hitler o Mussolini, pero el Frente Popular se convirtió en un satélite de Stalin. Esto es lo importante y ya digo, la derecha venga a especular con que si estafó o no estafó, quien estafó a España fue el Frente Popular al mandar allí el oro.

39 asturovi, día

Lo de los baños de Pío Moa, es una simple cuestión de fé, sus creyentes así lo afirman, pero un escéptico como yo no tiene por que creerles, y habiendo leido todas esas polémicas, no veo en que se basan.

40 vstavai, día

Y tanto que es un fenómeno digno de estudio: con nadie han perdido los nervios todos esos charlatantes como con ´Moa. Es que se han desenmascarado por completo, al pedir la censura contra él, de tan demócratas como son. Ha sido la demostración de lo que Moa dice por sus propios actos, no solo por su incapacidad para rebatirle.

41 vstavai, día

Ricardo de la Cierva, el erradicado Pío Moa Durante un debate televisivo, una catedrática de Historia contemporánea se jactaba de que Ricardo de la Cierva había sido “erradicado” de la actual historiografía profesional. “¡E-rra-di-ca-do!”, repitió con énfasis y mal disimulado cabreo, para aplastar a un colega que había tenido la malhadada idea de citar al historiador, convertido en tabú en la Universidad y en la mayoría de los libros de Historia: o se le silencia o se le despacha con alguna frasecilla displicente. Así entienden el debate intelectual esos pésimos historiógrafos, inquisidores vanidosos que se ensalzan a sí mismos como “serios” y “científicos”. Contra Ricardo de la Cierva todo ha valido, desde las descalificaciones insultantes en la prensa al cúmulo de rumores personales y profesionales, calumniosos como suelen serlo, y en todo caso ajenos a cualquier pretensión de prueba, tan frecuentes en círculos universitarios y académicos, muy dados, por lo común, al chismorreo insidioso y muy poco al intercambio y discusión de ideas que debieran serles propios. El bajo nivel científico de nuestra universidad se manifiesta en sus trabajos, pero también en esa actitud esterilizante y cerrada al debate –aunque a veces, cuando se abre un poco, casi resulta peor–, mezcla de beatería de secta, de ansiedad de cada cual ante la posibilidad de ser “pirateado” (pues la tendencia a parasitar ideas ajenas está muy difundida), y de miedo a quedar en evidencia fuera de los clanes aquiescentes. Quien, rompiendo el tabú –algo difícil, sobre todo para un estudiante–, compare los libros de Ricardo de la Cierva sobre la Guerra civil y otros hechos de nuestra Historia, con los de esas erradicadoras lumbreras, nota enseguida la superioridad del erradicado. El cual no les supera por sus tesis sino, ante todo, por el cúmulo de datos y documentación decisiva en que las apoya, y que sus enemigos (pues lo son, y no simplemente adversarios intelectuales) pasan sistemáticamente por alto o les dedican referencias vagas, y lo hacen precisamente por su valor demostrativo, demoledor de las tesis hoy en boga. Vale la pena observar de pasada cómo el descaro y falta de respeto a la verdad por parte de esos individuos acaba de manifestarse de nuevo en sus escasas y ridículas reseñas del libro de documentos soviéticos España traicionada. Pero, se objetará, si es así, ¿cómo puede haber sido Ricardo de la Cierva tan eficazmente aislado en amplios ámbitos intelectuales y en casi todos los medios de masas? ¿Puede tener él razón contra casi todos los demás? De lo segundo, nada. Un número muy alto de profesores e historiadores comparte más o menos las tesis de De la Cierva, o reconoce, por la simple necesidad de estudiar la Historia, la veracidad de la mayor parte de ellas. Pero poquísimos se atreven a decirlo en voz alta y clara, pues existe un auténtico miedo a pasar por “facha”, a compartir las descalificaciones y desprecios tributados a aquel. Es más, no faltan quienes, estando de acuerdo con él en lo principal, se unen al coro de los despreciadores o destacan los defectos del erradicado (¿quién no los tiene?), en lugar de señalar, como sería ahora necesario, sus indudables aciertos. Pero Ricardo de la Cierva no sólo supera como historiador a quienes le proscriben, sino que además ha sabido sostener sus ideas contra viento y marea, con datos y argumentos, devolviendo los golpes en una actitud valerosa por desgracia muy poco seguida: de ahí la eficacia de su aislamiento. Decía Churchill algo así como que el valor es la principal de las virtudes, pues sin él las demás naufragan. Ciertamente podría entenderse el desfallecimiento de tantos intelectuales si corrieran peligro, no ya de ser fusilados o de ir a la cárcel, sino simplemente de sufrir serios daños materiales. Pero no. El peligro consiste simplemente que les tachen de esto o de lo otro, y ante tan nimia amenaza, su amor a la verdad y a la ciencia flaquean. Y así está el panorama intelectual.

42 vstavai, día

Ahí tenéis otro ejemplo. La crítica de estos charlatanes solo sabe repetir "Moa se basa en Ricardo de la Cierva", o en "Arrarás" y tonterías parecidas, que cualquiera las nota en cuanto lo lee. Una crítica "a la lisenka" Pio Moa Espero haber aclarado al obcecado señor Reig, o al menos a los lectores imparciales, la raíz de sus lisénkicas monstruosidades historiográficas: su incapacidad, como la de todo su gremio, para revisar ciertas concepciones de base que debieran haberse hundido con el muro de Berlín, pero que persisten, aunque sea de modo desfigurado y un tanto fantasmal, en su modo de contemplar la historia. Tales distorsiones le impiden, además, entender otros puntos de vista, y, por lo hace a nuestro tema, le llevan a realizar una crítica de mis libros realmente pintoresca. Así, nuestro gremial historiador empieza por anotar una y otra vez, con el ceño fruncido, el hecho de que yo haya publicado numerosos libros en los últimos años: los cuenta minuciosamente y le salen quince en seis años (en realidad dieciséis, pues olvida una traducción), y de ahí concluye, escandalizado: "¿Acaso piensan que es posible escribir un libro de historia –o incluso dos– dignos de tal nombre al año?". Pretensión increíble, en efecto "no ya para cualquier iniciado, sino para cualquier persona con un mínimo de criterio", y suficiente por sí sola para descalificar al prolífico autor, a juicio del señor Reig. Esta "crítica" ha sido muy jaleada por nuestros distinguidos historiadores profesionales de izquierda, también contra César Vidal, así que viene a cuento explicar a estos sulfurados caballeros algunas cuestiones elementales. En primer lugar, no todos esos libros son de historia. Tres de ellos recopilan artículos de actualidad o de polémica historiográfica, o contienen ensayos breves sobre política e ideología; otro es una reedición de un libro de 1982, De un tiempo y de un país; y un quinto recoge diversos debates ya publicados en la prensa. Así, el número real de libros de historia se reduce considerablemente, aunque, para el criterio gremial, continúan siendo demasiados: ¡diez en seis años! Aquí Reig comete un segundo error, impropio de un historiador de mediana solvencia. Pues esos libros, como cualquiera imagina sin esfuerzo, no son el producto de seis años de trabajo, sino aproximadamente del doble, ya que antes de publicar es preciso investigar y escribir largamente. Empecé a trabajar sobre la trilogía de la república y la guerra civil no en 1999, cuando salió Los orígenes de la guerra civil, sino seis años antes. De esos años, más los siguientes, han salido los títulos conocidos. Por lo demás, Reig y sus pares tienen una idea rígida y estrecha, burocrática y desde luego inapropiada, de la labor historiográfica. Existen muchos tipos de libros de historia. Una cosa son las monografías sobre asuntos parciales y otra las obras de conjunto, una los libros de síntesis y otra los de divulgación, o los ensayos generales, etc. No exigen todos con la misma metodología ni presentan las mismas dificultades. Además, como en cualquier otra actividad humana, una cantidad de horas de trabajo puede producir resultados muy distintos según las personas, pues influye mucho la habilidad y el talento. Y el enfoque. Volviendo al principio, puede apostarse sin mayor riesgo que será baldía la mayor parte del esfuerzo vertido sobre una hipótesis lisenkiana, por muchos sudores que le dedique el historiador. Por olvidar estas evidencias, la labor, sin duda fatigosa, del Anti Moa va a resultar de poca utilidad para su objeto, aunque a mí me haya valido para clarificar algunas cuestiones y mostrar algunos yerros de los Reig, Preston, Viñas, Moradiellos, Bernecker, Helen Graham y tantos más. Si el señor Reig hubiera sido un poco más cuidadoso, habría comprobado que la base de mi producción está en la mencionada trilogía sobre la guerra y la república (tres libros que totalizan nueve años de investigación) y en ella habría concentrado su fuego. También se habría percatado de que estos libros, lejos de copiar a Arrarás o Ricardo de la Cierva, como él y sus pares pretenden, contienen miles de notas, y referencias en el texto, a partir de fuentes primarias como los archivos de la Fundación Pablo Iglesias, en especial el de Largo Caballero, el archivo de la guerra civil de Salamanca (recientemente expoliado por un gobierno digno sucesor del de Negrín), el Archivo Histórico Nacional, la prensa de la época, los diarios de las Cortes, etc. Y acompañados de un análisis minucioso de las versiones (trapaceras, permítaseme la expresión) difundidas por el gremio tuñoniano. De haber leído estos libros, Reig y compañía se habrían ahorrado la acusación, cuya tontería puede comprobar cualquier lector, de que yo no he pisado un archivo. Por cierto, uno de los tres libros, Los personajes de la República vistos por ellos mismos, utiliza una metodología creo que bastante original: la comparación sistemática de las memorias de los principales protagonistas de aquella historia. Método interesante y fructífero, que recomiendo a los jóvenes historiadores. Al mismo tipo de libros pertenece Una historia chocante. Los nacionalismos vasco y catalán en la historia de España, fruto de tres años de trabajo. Se trata, si no me equivoco, del único estudio publicado hasta ahora que aborde ambos nacionalismos en estrecha relación con la evolución de España en el siglo XX. Pese a constituir uno de los problemas clave de nuestra historia reciente, los dos nacionalismos han sido tratados casi siempre en obras separadas y con insuficiente relación, a mi juicio, con el desarrollo general del país, lo que difumina la perspectiva. Sobre el trabajo acumulado para esos libros me ha sido mucho más fácil y rápido componer obras de actualidad como Contra la balcanización de España, o ensayos como el dedicado a Federica Montseny, o trabajos de divulgación como 1934: Comienza la guerra civil, o 1936: El asalto final a la República. Divulgación acompañada de un muy amplio aparato documental fotocopiado, infrecuente en libros de este tipo. Todo esto es de puro sentido común, y cualquier crítico serio lo tendría en cuenta sin necesidad de explicarlo, pero no así nuestros tuñonianos. De hecho, los dos libros que realmente han hojeado y les interesan, no tanto por su veracidad como por su extraordinaria difusión, son Los mitos de la guerra civil y Franco, un balance histórico. En ellos centran sus ataques... equivocando, una vez más, el método. No se trata de libros de divulgación, como se ha dicho, ni tampoco de compendios o monografías, y por tanto no pueden analizarse como tales. Se trata de ensayos, obras de síntesis, cuyas tesis se fundamentan en la crítica lógica y factual de las versiones circuladas durante estos años. Por ejemplo, en dos capítulos de Los mitos pongo de relieve algunos graves errores cometidos por el propio señor Reig en relación con la matanza de Badajoz y el Alcázar de Toledo. El valor o disvalor de esos libros reside en su coherencia intelectual, visión de conjunto y penetración crítica, y no tiene sentido intentar demolerlos fijándose en su aparato bibliográfico o empleo de fuentes primarias, como hacen Reig y compañía. Por poner un ejemplo que espero entiendan, a nadie se le ocurriría atacar con tales argumentos los libros de síntesis de Pierre Vilar sobre historia de España o la guerra civil. Sí valen, en cambio, para valorar sus estudios sobre el papel de Cataluña en la España moderna, pongamos por caso. La verdad, deprime un poco tener que explicar estas cosas a unos "historiadores profesionales". Desbarrando una vez más, el señor Reig repite por activa y por pasiva que Ricardo de la Cierva es mi "maestro" y, acorde con tal idea, le dedica un capítulo repleto de invectivas e insultos (lo cual se le da mejor que razonar). Este hombre es que no atina ni por casualidad. Verá, mis maestros serían más bien los hermanos Salas Larrazábal, Martínez Bande y Burnett Bolloten, cuyos libros, por su rigor y agudeza crítica, empezaron a orientarme cuando comulgaba con las mismas lisenkadas que siguen alimentando al gremio. A De la Cierva empecé a leerlo con mucha posterioridad. Otra manía: yo repetiría las tesis de Ricardo de la Cierva y Arrarás, sin aportarles nada nuevo. Ya he dicho que estos señores apenas han hojeado mis libros, y los han interpretado mal. En un próximo artículo, final de esta serie, les resumiré mis tesis, a ver si por fin encuentran el modo de atacarlas con alguna solvencia intelectual.

43 tigrita, día

Astrouvi: ¿Y los polvos que se echaba el negrata que teníais de presidente quien los pagaba eh? Ya sé que al tío lo considerabais un bien de estado y que para él todo era poco, pero al menos en la contabilidad debías de ser un poco más rigurosos y dar a Stalin lo que es de Stalin pero descontando por supuesto lo que se llevó el crápula este.

44 DeElea, día

Asturovi dijo: “pero un escéptico como yo” Jajajajajajaja El tipo sectario, se cree que esta hablando de una cosa que paso hace 5000 años, todavía le pedirá a Moa, los resguardos de la entrega del oro, a nada que le apretéis un poquito. Y las obras de arte se las llevaban de España para restaurarlas y protegerlas de los incultos moros Españoles. Me da la sensación que en esta pobre España, no solo regalan los títulos universitarios a los etarras, sino a los sectarios de estomago agradecido. Y mientras mientes dicen ¡Beeeeee! ¡Beeeeee! ¡Beeeeeen! zETApeeeee es muy gueno ¡Beeeeeeen! Al mundo izquieeeerdoooooso de los zETApeeeeees.

45 Sherme, día

17# tigrita, te felicito. Hoy, en ese comentario estoy totalmente de acuerdo contigo. ======== asturovi: De 2000 citas dices que solo 200 son nuevas. Vamos que Moa no es "historiador" porque no ha descubierto Lemuria... pues vaya. ======= Mira, particularmente yo descubrí por casualidad el libro de Moa en un veraneo que se me ocurrió ir por Madrid (para quitarme de la quema playera y llevar con más tranquilidad a los Museos a mis niños. Me dió por ahí). C Era su segundo libro, Los orígenes de la guerra civil, antes creo que había publicado otro, con poco éxito, "la sociedad homosexual y otras polémicas (o algo así). Comencé a leerlo en el Hotel y "me enganchó". Era la primera vez que leía algo de historia sobre la guerra civil española que me cuadraba con lo que había escuchado a mis mayores y que cuadraba con la historia del franquismo. Que había estado 40 años y la mayoría de la gente no estaba incómoda con él. Por mucho que ahora haya tanto "antifranquista" a posteriori (a moro muerto, ¡gran lanzada!, que se dice). Cuando volví a casa me puese a ver si había escrito algo más, quien era etc etc y, gracias a él ¡descubrí LD!, a Federico JL, César Vidal etc, etc De ese hilo viene el que ahora tenga a la COPE como mi emisora favorita, LD como mi periódico de preferencia (en papel...así así... El Mundo lo compro con la nariz tapada y el ABC ¡JAMÁS, mientras siga Zarzadelejos y su línea progallardonita y antiinvestigación del 11-M! (lo siento por algunos buenos profesionales que trabajan en el "diario inane"). Tengo todos sus libros y ninguno me ha defraudado. No hace falta "sacar fuentes nuevas", sobre todo si son repetidas o ya son conocidas. No van a cambiar la historia. Con lo que decían las izquierdas (y analizando su PROPAGANDA como tal y no como "dogma de fe" (laica)). Los hechos son muy tozudos. En este verano me he estado viendo los videos que publicó el Mundo sobre "los años del NO-DO". Sensacionales. En los libros hay de todo un poco. Muchísimo mejores que los de la colección anterior sobre la GC. Es un placer volver a ver cosas que viví en PRIMERA PERSONA y otras que no, pero ver las caras de la gente y cómo se vivía así y el porqué de tantas y tantas cosas. E intentar COMPRENDER las gentes y la época. Ahora se NIEGA. Se INVENTA o se OCULTA la "verdad de AMBOS" bandos. No se quiere sacar HISTORIA, sino "Memoria" y "dignidad". O hacer una "Memoria HEMIPLÉJICA, de UN lado solo. Dos palabras demasiado bellas -Memoria y dignidad- para que la mancillen estos nuevos "demókratas" y "antifaxistas"... ya hemos tenido bastante. Y otra cosa, Arrarás y D. Ricardo de la Cierva (de quien tambien tengo casi todos sus libros) son una VERDADERA FUENTE de saber (salvo que en cuanto a la Masonería" el segundo "interpreta" mal o desbarra de lo lindo. Pero eso es más porque se declara seguidor de LEON XIII... vamos, "preconciliar" que se decía)

46 Peloputa, día

la ética savateriana es la destrucción de todo idealismo. para savater la defensa de la autonomía del individuo implica necesariamente una actitud combativa contra toda creencia hay que definirse ateo militante savater rechaza las creencias como buen seguidor de la tradición ilustrada y masónica para savater la verdadera religión es aquella que asegura la experiencia de lo sublime la presencialización de lo impresentable de lo inmanente. "llamo sagrado a esa presencia de lo inmanejable que subyace o se superpone a toda realidad instrumentalizable" en otras palabras para savater la auténtica religión es un sentimiento estético que naciendo del más hondo rincón de nuestras vísceras nos posee y que concluye en la reducción de lo religioso al orden de la estética como dice un amigo mío filósofo está como un cencerro.

47 Eiztarig, día

Ignoro el caracter de la trifulca con su contertulio del Gatoblepas. Por mi parte la democracia, no es si no un instrumento cuya razón de ser estriba en su utilidad, no existe ningún imperativo ético ni niguna razón lógica que haga de la democracia un sistema político más deseable que cualquier otro. La Humanidad ha vivid durante miles de años sin su necesidad, no iento esa atracción ante ese sistema porque no se trata de eso más que de un sistema, con pretensiones de metafísica, pero sin merecerlo. Si somos honestos cualquier cosa que se construya sobre ese sistema está tocado muerte porque lo necesita el hombre son convicciones fuertes y si España se hunde en arenas movedizas es porque sobre arenas movedizas se ha construido. No es que sea absolutamente imposible construir un estado democratico serio, es que estoy convencido que la democracia no interesa más que como disolvente de la sociedad y, si se presta a ello, es porque, en el fondo, parte de su ambigüedad se lo permite. La democracia ha permitido unir a los pueblos desunidos en torno a un ideal superior. La conciencia de Patria está relacionada con la conciencia de pueblo, pero no es eso lo que a la izquierda le interesa de la democracia si no su lado más oscuro, más siniestro, que también lo tiene y conviene explorarlo. ¿Porqué decimos que la democracia es el menos malo de los sistemas, aparte de porque nos no lo han enseñado? ¿Porque es más eficaz? ¿o porque es más justo? Más eficaz es la monarquía porque la unidad de acción queda garantizada. ¿Más justo? Si por Justicia se entiende igualdad, desde luego, pero si por Justicia se entiende su significado etimologico, su raiz, del latín ius y el avestico yaos, que significa limpio y por extensión inocente, vemos que lo propio de la Justicia es preservar la inocencia y retribuir la culpa, y como nadie es buen juez en causa propia si el hombre define como le da la gana los límites de la inocencia lo que tenemos es una tiranía del hombre, vuelto de espaldas a Dios, sobre el hombre. Porque una libertad sin verdad es una libertad muerta y esa es la libertad que define nuestra convivencia a partir de ahí, todo lo demás es anécdota. De nada me sirve que me digan que eso es libertinaje y que el sistema es bueno porque nosotros seremos buenos. Eso es tanto como sostener que el absolutismo es bueno porque el monarca es bueno. Y puestas así las cosas ¿De qué se extrañan de lo que está sucediendo? Cuando UCD transigió con hacer de la bandera del Partido Nacionalista Vasco la bandera de una comunidad autónoma puso el primer clavo del ataud de las victimas del terrorismo. ¿No creen que se impone una cierta autocrítica sobre lo sucedido en los últimos treinta años? Muchas Gracias

48 DeElea, día

Vastavai dijo: “Quitando sus desvaríos religiosos, es el historiador que ha cambiado completamente la visión que teníamos antes,” Esto te lo podrías haber ahorrado. Por que como mucho son opiniones, ideas, no desvaríos. Pero bueno, no me apetece entrar en el tema, solo decir, que, parece que cuando uno opina de algo “trascendente” comete “pecado ateo” ¿No se puede pensar ni opinar de esto? ¿Es políticamente incorrecto? ¿Es tabú? Sal del armario vastavai, que te vas a apolillar.

49 Peloputa, día

si para kant la única fuerza de cohesión social es la ley universal para el savater es voluntad individual si para el primero son los valores absolutos los que garantizan la dignidad humana para el savater son los valores subjetivos si kant piensa que el imperativo categórico es la garantía de los derechos humanos el savater quiere que el libertinaje sea lo que constituya el auténtico derecho humano si para uno es la razón el fundamento de la praxis para el savater es el amor propio narcisista. "luchar por una organización social menos antagónica y destructiva no es cumplir un deber moral o un destino histórico, sino defender racionalmente nuestro placer" no me extraña que justifique la homosexualidad ni la promiscuidad por mi como si se la machaca todos lo días al son de las canciones de víctor manuel.

50 Soren73, día

El sr. Moa ha hecho mención de una polémica con otra persona, indicando que ha sido en El Catoblepas. Pues no me he podido resistir a la tentación y aquí traigo a colación dicha polémica. La persona con la que tuvo la "trifulca" fue con el sr. Pedro Carlos González Cuevas es a la sazón Profesor de Historia de las Ideas y las Formas Políticas en la UNED. Si se quiere conocer algo más de él, en Minuto Digital hay una entrevista con él. http://www.minutodigital.com/noticias/cuevas.htm El origen de la "trifulca" entre el sr. Moa y él es el siguiente artículo: http://www.nodulo.org/ec/2007/n061p15.htm La decadencia cultural de la derecha española Pedro Carlos González Cuevas Revisionismo y memoria histórica La experiencia histórica demuestra que perder la batalla cultural significa perder la de las instituciones y, en definitiva, la del poder. La dialéctica intelectual condiciona las elecciones. Y es que la lucha política se gana, en última instancia, en el propio entendimiento del adversario. Hacer hincapié en ello resulta singularmente importante a la hora de analizar nuestra actual situación política. No descubrimos nada si denunciamos el abandono por parte del conjunto de la derecha española de la lucha por la hegemonía cultural. No siempre fue así. A lo largo de los siglos XIX y XX, la derecha española, en sus diversas tradiciones, disfrutó del apoyo de numerosos intelectuales. La derecha conservadora-liberal tuvo a Martínez de la Rosa, Borrego, Pastor Díaz y Cánovas; la tradicionalista, a Donoso Cortés, Balmes y Menéndez Pelayo. Ya en el siglo XX, Ortega y Gasset contribuyó decisivamente a la constitución de la nueva derecha liberal-conservadora; Ramiro de Maeztu, a la renovación del tradicionalismo; y Eugenio D'Ors, a la fundamentación intelectual de la derecha radical. El régimen de Franco contó, desde el principio, con intelectuales de prestigio como Pedro Laín Entralgo, Dionisio Ridruejo, José Antonio Maravall, Francisco Javier Conde, Antonio Tovar, etc. Sin embargo, a partir de la crisis de 1956, algunos abandonaron el franquismo para pasar a la oposición. Por otra parte, el Concilio Vaticano II deslegitimó el tradicionalismo, cuyos últimos representantes, Francisco Elías de Tejada y Rafael Gambra, se limitaron a repetir las viejas fórmulas sin capacidad de renovación alguna. Julián Marías intentó actualizar la tradición liberal-conservadora orteguiana, pero sin demasiado éxito, porque fue incapaz de superar a su maestro. Gonzalo Fernández de la Mora contribuyó a renovar la tradición conservadora autoritaria, en su sentido racionalizador y tecnocrático, pero careció de continuadores. Por contra, a finales de los años sesenta, surgió una nueva izquierda cultural, cuyos principales representantes fueron José Luis López Aranguren, Enrique Tierno, Ramón Tamames, Manuel Tuñón de Lara, &c., que daría sus frutos a lo largo del proceso de transición al Estado de partidos, convirtiéndose en claramente hegemónica. La izquierda consiguió, en aquel período, instaurar una oligarquía cultural, que, mediante múltiples rituales de exclusión simbólica, articuló un sistema segregacionista, basado en una distinción nítida entre discutidores legítimos y los excluidos del debate intelectual. Sus líderes exhortativos, como denunció el sociólogo Víctor Pérez Díaz, tienden a estrangular la emergencia de nuevas ideas a través de una crítica sistemática e incluso mediante su reducción al silencio. En contraste, la derecha estuvo dominada, en aquella situación, por un profundo sentimiento de culpa, una curiosa mezcla de consternación, perplejidad, temor y autocrítica; una especie de mala conciencia, basada en la certeza de haber abusado demasiado y durante demasiado tiempo del poder. Consecuentemente, ser de derechas no estuvo bien visto por un considerable sector de la sociedad española. Derechista y derechización adquirieron, en el lenguaje político e incluso en el lenguaje popular, un sentido no ya negativo, sino abiertamente peyorativo. Todo ello repercutió, sin duda, en ese abandono de la lucha cultural. Inútil buscar en la Unión del Centro Democrático, un partido de aluvión, sin ideología, intento alguno de hegemonía ideológica. Desde entonces, dominó en el conjunto de la derecha española el llamado centrismo, es decir, una posición de perfiles imprecisos, carente de sustantividad, cuya consecuencia última ha sido la consagración del oportunismo político. La llegada al gobierno de José María Aznar y del Partido Popular, en 1996, no supuso el menor cambio de perspectiva; todo lo contrario. El Partido Popular fue incapaz, a lo largo de ocho años de gobierno, no ya de llevar a cabo, ni tan siquiera de plantear la reforma intelectual y moral que la sociedad española necesitaba y necesita. En ese aspecto, su labor fue prácticamente nula. Lo cual demostró, entre otras cosas, que, a pesar de todas las derrotas históricas de la izquierda, la derecha seguía siendo, en el fondo, esclava de la cultura y de los mitos de su antagonista. Aznar manifestó que su gobierno no tendría «ningún a priori conceptual ni estético». Por otra parte, intentó entroncar con la tradición conservadora liberal de Cánovas, cuya concreción histórico-institucional había sido el régimen de la Restauración. Sin embargo, en una pirueta en la que se sintetizaban tanto el oportunismo como el complejo de inferioridad, el líder del Partido Popular intentó captar para la derecha liberal nada menos que a Manuel Azaña; lo que no sólo resultaba contradictorio con la reivindicación del canovismo, sino que fue un error por partida doble. En primer lugar, porque ensalzó a un intelectual mediocre, de quien lo mejor que puede decirse, como señaló Fernando Lázaro Carreter, es que fue «un utopista a quien el cielo castigó concediéndole el poder». ¿Acaso –nos preguntamos– no existía la figura egregia de Ortega y Gasset como posible referente intelectual de la nueva derecha española¿. Y, en segundo, porque, según advirtió el excomunista Jorge Semprún, en sus Memorias, aquel gesto demostraba que eran «los valores de los vencidos en la guerra civil los que fundaban la ley moral». Además, en un gesto irreflexivo, el Partido Popular apoyó la concesión de la ciudadanía española a los supervivientes de las Brigadas Internacionales, que fueron presentados ante la opinión pública nada menos que como «voluntarios de la libertad». Este episodio tuvo lugar durante la etapa socialista; pero la condena del régimen de Franco en el Parlamento, aparte de otras concesiones simbólicas de gran importancia, se efectuó bajo el gobierno popular. La derecha en el poder creyó obrar con altura de miras y en pro de la definitiva reconciliación de los españoles. Pero la izquierda no respondió positivamente a esa política de mano tendida. Sus intelectuales criticaron el homenaje tributado por Aznar a Cánovas, en conmemoración de su asesinato a manos de un anarquista; lo mismo que las beatificaciones de los sacerdotes asesinados por los republicanos durante la guerra civil. En los discursos de Aznar apenas hubo menciones, lo que era tremendamente significativo, a la guerra civil o al régimen de Franco. De vez en cuando, incidentalmente, hizo referencia al franquismo como «un largo período de excepción» o de «dictadura». El régimen de Franco sería así una especie de paréntesis, de anomalía histórica, tras la cual el progreso liberal continuaría su marcha. Pero este vacío fue aprovechado por la izquierda cultural para demonizar aún más al régimen nacido de la guerra civil y plantear reivindicativamente el tema de la memoria histórica de los vencidos. En ese sentido, la izquierda no puede decirse que haya resucitado, como suele decirse acríticamente, la memoria histórica de la guerra civil y del franquismo, sino «su» memoria histórica que trata, por todos los medios, de imponer al resto de la sociedad. Novelas, películas, ensayos históricos, reportajes televisivos, desenterramiento de cadáveres en fosas comunes, &c., &c.; todo ello se ha erigido en voz y símbolo del bando republicano en la guerra civil. La ofensiva fue de tal calibre que incluso un historiador de izquierda como Santos Juliá se vió obligado, con gran honestidad, a denunciarla como fruto de una estrategia política de los socialistas y de los comunistas para deslegitimar históricamente al gobierno del Partido Popular. Y es que, recordaba, los socialistas tuvieron catorce años para hacerlo y no hicieron nada al respecto. En el período aznarista, se publicaron más libros sobre la guerra civil, el maquis, la represión de postguerra o el franquismo que en toda la etapa socialista. Por lo general, en esta publicística suele ofrecerse una visión profundamente distorsionada y maniquea de los acontecimientos. El bando acaudillado por Franco resulta ser un compendio paradigmático de lo grotesco y lo repugnante; algo que produce indignación y, al mismo tiempo, supera los límites de lo absurdo. Los republicanos, en cambio, aparecen como depositarios de todas las virtudes cívicas y democráticas. La valoración del período franquista era –y es– absolutamente negativa, censurando toda concesión a sus razones y logros.

51 Soren73, día

La decadencia cultural de la derecha española (II) En los discursos de Aznar apenas hubo menciones, lo que era tremendamente significativo, a la guerra civil o al régimen de Franco. De vez en cuando, incidentalmente, hizo referencia al franquismo como «un largo período de excepción» o de «dictadura». El régimen de Franco sería así una especie de paréntesis, de anomalía histórica, tras la cual el progreso liberal continuaría su marcha. Pero este vacío fue aprovechado por la izquierda cultural para demonizar aún más al régimen nacido de la guerra civil y plantear reivindicativamente el tema de la memoria histórica de los vencidos. En ese sentido, la izquierda no puede decirse que haya resucitado, como suele decirse acríticamente, la memoria histórica de la guerra civil y del franquismo, sino «su» memoria histórica que trata, por todos los medios, de imponer al resto de la sociedad. Novelas, películas, ensayos históricos, reportajes televisivos, desenterramiento de cadáveres en fosas comunes, &c., &c.; todo ello se ha erigido en voz y símbolo del bando republicano en la guerra civil. La ofensiva fue de tal calibre que incluso un historiador de izquierda como Santos Juliá se vió obligado, con gran honestidad, a denunciarla como fruto de una estrategia política de los socialistas y de los comunistas para deslegitimar históricamente al gobierno del Partido Popular. Y es que, recordaba, los socialistas tuvieron catorce años para hacerlo y no hicieron nada al respecto. En el período aznarista, se publicaron más libros sobre la guerra civil, el maquis, la represión de postguerra o el franquismo que en toda la etapa socialista. Por lo general, en esta publicística suele ofrecerse una visión profundamente distorsionada y maniquea de los acontecimientos. El bando acaudillado por Franco resulta ser un compendio paradigmático de lo grotesco y lo repugnante; algo que produce indignación y, al mismo tiempo, supera los límites de lo absurdo. Los republicanos, en cambio, aparecen como depositarios de todas las virtudes cívicas y democráticas. La valoración del período franquista era –y es– absolutamente negativa, censurando toda concesión a sus razones y logros. Y es que la llamada memoria histórica es un concepto de abierto contenido político, es decir, polémico, basado en la dialéctica amigo/enemigo. Tiende a presentarse como una especie de moral de sustitución, cuyo motivo conductor es fundar la identidad de determinados grupos e individuos; lo que implica un culto al recuerdo y a la conmemoración de ciertos acontecimientos. Es, además, selectiva por naturaleza, ya que tiene por base una discriminación partidista de los hechos. A ese respecto, como señaló Todorov, memoria histórica e historia representan dos formas antagónicas de relación con el pasado. La primera se basa en la conmemoración; la segunda en la investigación. La memoria histórica está, por definición, al abrigo de dudas y revisiones; mientras que la historia es esencialmente revisionista, porque ambiciona establecer los hechos y situarlos en su contexto, para evitar anacronismos. La primera demanda adhesión; la segunda, distancia. El gobierno presidido por Aznar no fue consciente de la importancia de esa ofensiva, a la que apenas tuvo nada que oponer. Tampoco tuvo especial interés en contar con los intelectuales. Gobernó durante ocho años; pero, en la práctica, no reinó, porque el imaginario ideológico siguió en manos de la izquierda. Ni tan siquiera se ocupó de organizar eficazmente los medios de comunicación para contrarrestar el ataque de la izquierda. Lo que explica, al menos en parte, su derrota electoral de marzo de 2004. Consciente de su superioridad cultural y mediática, la izquierda en el poder no ha vacilado en intentar llevar a cabo sus proyectos culturales y, sobre todo, imponer su propia memoria al resto de la sociedad. En ese aspecto, Rodríguez Zapatero, un hombre de mentalidad turbia, equívoca, tiene las ideas muy claras y carece por completo de capacidad autocrítica en relación a la historia del partido político que dirige y representa. No dudó en retirar la estatua de Franco sita enfrente de los Nuevos Ministerios, conservando, en cambio, las de Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero, cuya responsabilidad en el estallido de la guerra civil resulta indiscutible, y que se encuentran en el mismo lugar. Tampoco ha dudado en presentar a la II República como antecedente del régimen político actual; y de propiciar una Ley, como la de Memoria Histórica, cuyo objetivo apenas disimulado es la instauración de un nuevo relato hegemónico, sobre nuestro más próximo pasado, sin espacio alguno para la posibilidad de una memoria compartida. A diferencia de la derecha, Rodríguez Zapatero sí ha podido contar con la adhesión de numerosos historiadores y, sobre todo, con el apoyo mediático del diario El País, que sigue ejerciendo, tal y como lo definió López Aranguren, su función de «intelectual colectivo» de la izquierda española. Historiadores como Enrique Moradiellos, Alberto Reig, Gabriel Cardona, Francisco Espinosa, Francisco Moreno Gómez, Ángel Viñas, Antonio Elorza, Paul Preston, Julio Aróstegui, &c., &c., han contribuido eficazmente a la mitificación del bando republicano y a sus figuras carismáticas como Manuel Azaña, Vicente Rojo, Indalecio Prieto; y últimamente a Juan Negrín, a quien alguno de esos historiadores ha comparado con Winston Churchill o Charles De Gaulle. Y es que, en el fondo, viene a identificarse antifranquismo y democracia; lo que no deja de ser una gravísima manipulación histórica. Porque los socialistas revolucionarios, los comunistas y los anarquistas –lo mismo que sus aliados internacionales– no combatían en defensa de la legitimidad de la República del 14 de abril, sino por la construcción de un sistema político-social colectivista y antiliberal. De ahí que numerosos liberales, como Ortega y Gasset, Lerroux, Menéndez Pidal, García Morente, Marañón, Cambó, Pérez de Ayala, &c., apoyaran a Franco en la guerra civil. De esa forma, la izquierda cultural falsea la dinámica política de los años treinta del siglo XX. Huelga decir que, hoy por hoy, apenas existe espacio para una memoria franquista ni una narración o investigación en esa dirección. Los libros de inspiración manifiestamente franquista han quedado al margen de los circuitos académicos o de las editoriales de prestigio. Autores como Ricardo de La Cierva han sido incapaces de renovar su discurso histórico sobre la guerra civil, limitándose a repetir las viejas tesis de los años sesenta. Y el Partido Popular ha tenido poco que decir al respecto, conformándose con mantener su oposición a las leyes propugnadas por los socialistas, sin ser capaz de promover un proyecto cultural digno de tal nombre. La derecha actual cuenta con agitadores mediáticos, como Federico Jiménez Losantos, eficaces a la hora de movilizar a los sectores conservadores, pero cuya perspectiva político-cultural resulta muy limitada, incluso tosca. Algo que se extiende a una pseudohistoriografía muy influyente en dichos sectores, cuyos máximos representantes son Pío Moa y César Vidal. Ni Moa ni Vidal son verdaderos historiadores; a lo sumo, podrían ser calificados de polemistas. Los escritos del primero adolecen de una formación histórica e intelectual muy somera. El caso de Vidal es paralelo, pero distinto. Su trayectoria es la del típico oportunista. Y da la sensación de que podría defender una determinada causa política y la contraria. En un primer momento, su pluma estuvo escorada a la izquierda, como lo demuestra el contenido de su biografía sobre José Antonio Primo de Rivera, plagada de retórica marxista y... de plagios. Luego, una vez descubierto el filón de ponerse al servicio de la intelectualmente alicorta derecha española, se ha olvidado del sesgo ideológico de sus anteriores obras, aunque continúa su afición por el plagio. Las obras de Vidal carecen de credibilidad; son un conjunto de refritos, meras síntesis en el mejor de los casos, sin originalidad y innovación alguna. En consecuencia, lejos de servir a la derecha para contrarrestar la ofensiva de la izquierda cultural, los libros de Moa y Vidal han dado a su antagonista la posibilidad de inventar un maniqueo, es decir, reconstruir un adversario ideal a quien refutar y fingir sabiduría y capacidad de innovación. Los historiadores de izquierda han calificado la producción de Moa y Vidal de revisionista; pero, en eso como en su interpretación de la II República y de la guerra civil o del franquismo, se equivocan o, lo que es peor, trivializan conscientemente un fenómeno de tanta importancia político-cultural como es el revisionismo histórico-político europeo. Revisionistas han sido auténticos historiadores como Renzo de Felice, François Furet, Pierre Chaunu o Ernest Nolte, cuya brillante producción se encuentra –y da hasta vergüenza tener que decirlo– a años luz de las elucubraciones oportunistas de Moa y Vidal. De Felice fue capaz, sobre todo a partir de la publicación de su monumental biografía de Mussolini, de someter a discusión racional los mitos y los tópicos sobre el fascismo y la resistencia italiana; Furet y Chaunu, criticaron elocuentemente la «vulgata» marxista sobre la Revolución Francesa; y Nolte contribuyó de forma sagaz a contextualizar la emergencia del nacional-socialismo alemán frente a la amenaza bolchevique. La producción de estos autores ha tenido una resonancia mundial y ha contribuido a replantear toda nuestra visión de la historia contemporánea europea. Nada que ver, pues, con la mediocre realidad española. En nuestro país, resultaría hoy imposible algo semejante al célebre Debate de los Historiadores, protagonizado en Alemania entre otros por Nolte y Habermas.

52 Soren73, día

La decadencia cultural de la derecha española (III) Tal es, a grandes rasgos, la triste situación político-cultural de la derecha española. Me gustaría creer que la lejanía del poder político pudiera servirle para reflexionar sobre su necesario rearme intelectual. Pero ello sólo sería posible si consigue atraerse a verdaderos intelectuales y articular una auténtica élite cultural. Además de ello, necesitaría asumir su historia, emancipándose de la caricaturesca construcción de la memoria histórica fabricada por la izquierda. Una historia llena de errores y de aciertos, como toda obra humana; pero cuyo balance es más positivo que el de su antagonista. Asumir su pasado con capacidad crítica y optimismo creador, tal es la reforma moral que necesita.

53 Soren73, día

La siguiente es la respuesta del sr. Moa http://www.nodulo.org/ec/2007/n062p11.htm La crítica zascandil El señor González Cuevas ha escrito en El Catoblepas (nº 61, pág. 15) un artículo sobre la decadencia cultural de la derecha española, descubriéndonos un pequeño mediterráneo. Un mediterráneo algo nebuloso: más que «cultural», concepto demasiado amplio, debiera decir intelectual. Y más que de decadencia quizá conviniera hablar de inanidad o raquitismo, o algo así; un raquitismo intelectual demasiado prolongado, no se sabe bien cuándo empezó. Está bien denunciar estas cosas, pero la crítica debe ser seria, y me temo que la del señor González no lo es, sino que refleja, a su vez, ese raquitismo lamentable, esa esterilizante vaciedad pomposa, tan extendida en nuestro país. Ese tipo de crítica, que podemos llamar zascandil suele constar de tres pasos: una pequeña exhibición erudita, consistente en citar nombres y hechos un poco al buen tuntún y sin análisis; exhibición de un gusto exigente, habituado a los más exquisitos manjares intelectuales transpirenaicos, lo cual demuestra mediante un desdén ostentoso por lo que se cuece en España; y, en función de tales méritos, un despliegue de pontifical sapiencia: «Es así porque yo lo digo». Desde luego, tales escritos no aclaran nada, salvo la vanidad del escritor. Por ejemplo, el señor González establece buenamente que Azaña fue «un intelectual mediocre, de quien lo mejor que puede decirse, como señaló Fernando Lázaro Carreter, es que fue «un utopista a quien el cielo castigó concediéndole el poder». Mediocre, ¿en relación con quién? ¿Con el propio González Cuevas, quizá? En cuanto a la cita de Lázaro Carreter, no pasa de salida más o menos ingeniosa, sin valor explicativo. Azaña no fue un utopista, y a quien castigó el cielo fue a otros. Pero estas pequeñas frases gustan mucho por estos pagos. Luego argumenta: «¿Acaso –nos preguntamos– no existía la figura egregia de Ortega y Gasset como posible referente intelectual de la nueva derecha española?». Aquí cabe preguntarse por qué el señor González Cuevas no ha puesto manos a la obra él mismo, si tan claro lo ve y tanto le inspira la figura de Ortega. ¿O cree que estas cosas se hacen por decisión ministerial y la correspondiente provisión de fondos? Me temo que de esto se trata, precisamente. Por lo demás, ¿en qué sentido concreto ve él aprovechable el pensamiento político de Ortega? Tendría interés que nos lo explicase, en lugar de darnos a entender su propia agudeza al calificar de egregio a Ortega. Y si el señor González es un intelectual de izquierda, le vendría bien hacer un ejercicio de autocrítica y preguntarse, mejor, ¿qué tradición intelectual reivindicará la izquierda española? Porque si la derecha puede traer a colación a una considerable serie de pensadores, la izquierda no tiene a casi nadie medianamente serio, a menos que intentemos tomar por tal al «intelectual colectivo» de El País. La izquierda en España nunca ha superado el nivel del panfleto, la consigna y la vulgarización (a menudo estropicio) de ideas importadas. Lo cual indica, de paso, cuán nebuloso es el aserto sobre el que construye el señor González como si se tratase de un pétreo fundamento: «La experiencia histórica demuestra que perder la batalla cultural significa perder la de las instituciones y, en definitiva, la del poder». Ni mucho menos. Un panfleto puede ser más eficaz, en cuanto al poder, que una obra de pensamiento bien meditada; y el comunismo ganó y perdió muchas batallas culturales, pero tomó el poder y lo retuvo casi siempre por la más tangible fuerza de las armas. Asegura nuestro crítico que el vacío intelectual de la derecha no puede ser llenado por César Vidal y por mí. No le falta razón, en lo que a mí respecta, pues no me considero de derecha, sino que, simplemente, me esfuerzo en acercarme en lo posible a la verdad histórica, sin consideraciones ni servidumbres de partido. En cualquier caso, con su castizo estilo pontificador, el exquisito y exigente señor González establece: «Ni Moa ni Vidal son verdaderos historiadores; a lo sumo, podrían ser calificados de polemistas. Los escritos del primero adolecen de una formación histórica e intelectual muy somera». Tal vez sea así, claro, pero el señor González debiera comprender que su afirmación no vale simplemente porque él la diga en tono tan suficiente. ¿Somera formación en relación con quiénes? ¿Con los historiadores de izquierda que presentan como defensor de la democracia a un Frente Popular compuesto de totalitarios y golpistas, protegidos por Stalin? ¿Con los historiadores de derecha que apenas han entendido lo más grueso del marxismo, pese a la fundamental influencia de este en el siglo XX? ¿Con la formación del propio señor González? No vendría mal una explicación. Y un intento, al menos, de mostrar la huella de esa «somera formación» en mis libros. Eso es lo que diferencia una crítica seria de una tontería. Y sigue nuestro gourmet intelectual: «Los historiadores de izquierda han calificado la producción de Moa y Vidal de revisionista; pero (…) se equivocan o, lo que es peor, trivializan conscientemente un fenómeno de tanta importancia político-cultural como es el revisionismo histórico-político europeo. Revisionistas han sido auténticos historiadores como Renzo de Felice, François Furet, Pierre Chaunu o Ernest Nolte, cuya brillante producción se encuentra –y da hasta vergüenza tener que decirlo– a años luz de las elucubraciones oportunistas de Moa y Vidal». El señor González vuelve a dejarnos boquiabiertos con la finura de su gusto, incapaz de tragar la bazofia acostumbrada en esta desdichada España… Pero aquí no se trata de degustar, sino de cocinar, y sus pretenciosas comparaciones no nos convencen de que él esté a la altura de Felice y los demás. En fin, zascandilismo en estado puro. Lo cierto es que la izquierda no pretende dignificarnos al llamarnos revisionistas; y nunca ha sido capaz de sostener un debate medianamente racional, como tampoco lo está siendo el buen González, a pesar de su elevada formación. Pero para él no hay dudas, esos de izquierda sí son historiadores. Como él mismo. Creo que nunca se había asistido a una demostración tan patética de ineptitud y deshonestidad intelectual como la ofrecida por estos personajes de izquierda y bastantes de derecha. Al respecto publicaré pronto un libro titulado, precisamente, La quiebra de la historia progresista. Y, de paso, vuelve a demostrarse cómo ganar la «batalla cultural» no supone ganar el poder. Aunque hundida intelectualmente, la izquierda sigue detentando el poder, esto es, ejerciéndolo de forma abusiva e inescrupulosa, también en la universidad, y puede seguir así mucho tiempo. El señor González opina que la derecha debe superar el marasmo y para ello «atraerse a verdaderos intelectuales y articular una auténtica élite cultural». Es decir, nuestro crítico se está ofreciendo a los políticos del PP como un «verdadero intelectual», y tratando de eliminar la competencia por anticipado. Pues muy bien, seguro que el PP ha tomado nota y pronto lo veremos salir de su «decadencia cultural» gracias, ¿cómo dudarlo?, al clarividente esfuerzo de González y compañía. Tampoco deben tener cuidado por mi competencia: no aspiro a formar parte de esa élite articulada. Otra cuestión: como sin darse cuenta, nuestro agudo crítico deriva de la cultura en general a la historiografía, donde hoy se plantea con mayor acuidad la «lucha ideológica», que decían los comunistas. Esa deriva tiene el mayor interés, y quizá el señor González sepa explicarnos por qué.

54 Peloputa, día

tiene toda la razón pío zapatero es muy cumplidor incluso va más allá de las promesas electorales la derecha puede prometer y promete pero luego todo se queda en aguas de borrajas o en un 11-m sin ir más lejos la derecha española es subrrealista hay que saber entenderla como a riesgo o como a los cuadros de picasso que en principio quieren representar una corrida de toros y al final sale nada menos que el bombardeo de guernica hay que xoderse.

55 asturovi, día

A pesar de todos los encomios y elogios de Moradiellos, Casanova, Julia o Reig Tapia, sigo sin ver en Negrín a ese gran estadista que ellos dicen. No puedo olvidar las descripciones de Abad de Santillán, Martinez Amutio o Casado sobre semejante personaje. Me sigo considerando "antinegrinista", aunque con algunas dudas sobre su nivel de sometimiento a los comunistas, o su nivel de coincidencia con ellos. Es uno de esos temas sobre los que no tengo una posición definida y clara.

56 Sherme, día

Vaya, vaya... acabo de ver que vuelven a sacar en DVD "Los años del No-DO" (primera entrega 1 euro). Os aconsejo, para el que no la tenga, la colección. Una joya. Ver aquellas caras, la publicidad, la evolución del mismo franquismo, el que había MULTITUDES por donde pasaba... las MISAS MULTITUDINARIAS... el verdadero "espíritu de la época".. aquella época en donde para decir que una cosa era un verdadero lío se decía: "ESTO ES... ¡¡UNA REPÚBLICA!! Por cierto... en los capítulos finales (no recuerdo ahora los años... finales de los 60´s o primeros 70´s, creo..se puede ver que las Cé,cé o, o (CC.OO) llegaron casi a COPAR los sindicatos verticales POR LA ALTÍSIMA ABSTENCIÓN que se produjo en aquellas elecciones. ¡¡SÍ, E L E C C I O N E S!! Hay que conocer la época. No vale condenar "el franquismo" "fascista" o por tal o por cual .. para a renglón seguido decir que los del PP son sus herederos. Entre otras cosas porque los HIJOS Y NIETOS del franquismo ¡¡¡SON "SOCIATAS" HOY.!!!

57 Soren73, día

La siguiente fue la réplica del sr. González Cuevas http://www.nodulo.org/ec/2007/n063p11.htm Imperativo de selección Esta réplica a Don Pío Moa no hubiera querido escribirla. Me encuentro elaborando tres estudios sobre la obra de Raymond Aron, José Ortega y Gasset y Gonzalo Fernández de la Mora; y descender a los niveles del conocido polemista me resulta tan penoso como molesto. Discutir con el señor Moa es muy dificil; puede ser incluso tedioso y seguramente inútil. He seguido, por puro deber profesional, algunas de sus polémicas con historiadores de izquierda; y hace tiempo que llegue a esa conclusión. Sirva al lector como simple botón de muestra el cúmulo de insultos que me dedica en pocas líneas, tachándome, entre otras lindezas, de «zascandil», «raquítico», «inepto», «pomposo», «vacío», «deshonesto», &c., &c. Parece que mi artículo sobre La decadencia cultural de la derecha española, le ha sacado de sus casillas. Y es una lástima, porque yo no pretendía polemizar con el señor Moa; y tampoco creo, como ya he dicho, que merezca la pena hacerlo. Mi mención a su persona fue casi incidental; ni recurrí al insulto ni le dí excesiva importancia. Me limité a señalar lo somero de su formación cultural; nada más. El señor Moa no sólo carece de relevancia, sino que es incapaz de ceñirse a las reglas básicas del debate intelectual. A falta de razones, recurre sistemáticamente a la diatriba, a la descalificación intempestiva y al insulto procaz. Y es que el señor Moa es, ante todo, un polemista. Vive de la polémica y su único objetivo es darse propaganda a costa de sus antagonistas. Lo cual en nada eleva su estatura intelectual; antes al contrario. La originalidad del señor Moa consiste en no ser original; su táctica, en aprovecharse de las ideas de otros y en tergiversar hasta lo indecible las de sus adversarios, lo que le sirve para publicar libros y artículos sin freno, a cual peor. En su obra, se impone la diatriba sobre el razonamiento; la ocurrencia sobre la teoría; la superficialidad sobre la profundidad; y el oportunismo y la improvisación sobre el sistematismo. O sea, todo lo contrario de lo que necesitamos. A pesar de ello, he decidido contestarle, no porque dé importancia a sus opiniones, sino por mera servidumbre al imperativo de «enseñar al que no sabe». En primer lugar, el señor Moa me acusa de ejercer una «pequeña exhibición erudita» en mi artículo. Con ello mi contradictor tan sólo demuestra, una vez más, su crasa ignorancia. Y es que resulta imposible explicar las razones de la mediocridad cultural de la derecha actual en un artículo de cuatro páginas. Lo que ocurre es que he dedicado cinco libros a la historia de las derechas españolas, donde analizo de forma exhaustiva algunos de los problemas planteados en el artículo. Curiosamente, mis obras han sido valoradas positivamente por uno de sus compañeros de Libertad Digital, Don José María Marco, un autor mucho más tolerante, lúcido y culto que el señor Moa. Llevado de la misión pedagógica que me he autoimpuesto, le informo, por si le interesa, para que no hable de oídas o improvise, de los títulos y de las editoriales donde han sido publicados: -> Acción Española. Teología política y nacionalismo autoritario en España (1913-1936). Tecnos. Madrid, 1998. -> Historia de las derechas españolas. De la Ilustración a nuestros días. Biblioteca Nueva. Madrid, 2000. -> La tradición bloqueada. Tres ideas políticas en España: el primer Ramiro de Maeztu, Charles Maurras y Carl Schmitt. Biblioteca Nueva. Madrid, 2002. -> Maeztu. Biografía de un nacionalista español. Marcial Pons. Madrid, 2003. -> El pensamiento político de la derecha española en el siglo XX. De la crisis de la Restauración al Estado de partidos (1898-2000). Tecnos. Madrid, 2005. En sus páginas, analizo temas como la influencia determinante de la religión católica en el universo simbólico de las diferentes tradiciones de la derecha española, a lo largo de dos siglos; la ruptura producida en dichas tradiciones político-intelectuales por la incidencia del Concilio Vaticano II y el proceso de secularización socio-cultural iniciado en los años sesenta; la incapacidad para dar respuesta a las sucesivas crisis epistemológicas sufridas por el conjunto del pensamiento conservador español durante la transición al régimen de partidos; el complejo de «culpa» que aqueja a la derecha actual, tras el final del régimen de Franco, &c. De la misma forma, he intentado, creo que con cierto éxito, revisar la visión demonológica que la historiografía de izquierdas ha dado de la trayectoria histórica del conjunto de la derecha española. Puse en cuestión la tesis defendida por Raúl Morodo sobre el carácter «fascista» de Acción Española y de las derechas en la etapa republicana; lo que no significa que fuesen democráticas o liberales, porque en la España de entonces casi nadie lo era. De la misma forma, quise dejar bien claro que la revista distaba mucho, pese al título, de ser un mero remedo de L´Action Française, como suele decirse. Reivindiqué la figura intelectual de Maeztu, frente a la minusvalorización de las izquierdas. Y demostré que la derecha española no podía identificarse solo con la caricaturesca derechona, sino con Ortega, con Maeztu, con «Azorín», con Luis Díez del Corral, con Julián Marías, con Gonzalo Fernández de la Mora, Antonio Millán Puelles, &c., &c. No creo, pues, que el señor Moa pueda darme lecciones en ese tema. Por otra parte, lo que mi crítico no puede pretender es que yo ejerza, en mi artículo, el papel de remediavagos, dándole un resumen de mis tesis para que él las digiera sin dificultad y sin esfuerzo. Si el señor Moa desea saber mi opinión sobre tales temas, ha de leer mis libros, acudir a las fuentes, que ahí están. Criticar un artículo porque no le sirve como remediavagos, cuando no era ese su propósito, carece de sentido. La verdad es que nunca me interesó administrar remedios a los vagos; ni mi vocación intelectual consiste en escribir artículos para tal fin.

58 Soren73, día

Imperativo de selección (II) Luego, el señor Moa centra su interés en la figura de Manuel Azaña, para poner en cuestión su mediocridad intelectual, preguntándose con respecto a quién, incluso a mí. Pero tal punta de ironía sólo puede ocurrirsele a un dilettante como el señor Moa. Naturalmente, la obra de Manuel Azaña ha de analizarse en relación a la circunstancia que le tocó vivir y en relación a sus contemporáneos. Y es que Azaña albergó en su mente, sin demasiado fundamento, las más radicales ambiciones intelectuales y políticas. Su monstruoso egocentrismo, su soberbia, casi tan grande como la del señor Moa, puede percibirse no sólo en en el contenido de sus proyectos políticos, sino en sus opiniones sobre algunos de los componentes de la elite intelectual española. Su hostilidad hacia Ortega y Gasset no podía ser más manifiesta: «Ortega ha puesto al alcance de las damas y de los periodistas el vocabulario de la filosofía. Una cosa es ponerse a pensar; otra tener ocurrencias. Ortega tiene ocurrencias (...) Quédese en revistero de salones. Su originalidad consiste en haber tomado la Metafísica por trampolín para su arribismo y sus ambiciones de señorito». No salía mejor parado Eugenio D´Ors: «Si España fuese una colonia o un país protegido, la metrópoli o el Estado protector nos enviaría a Eugenio D´Ors». El más criticado fue, sin embargo, Ramiro de Maeztu, quien le parecía «algo loco, fanático, poseur y mucho farsante. Carece de buena instrucción y descubre Mediterráneos». Tampoco fue favorable a Azorín: «Se amanera. Su estilo es monótono, sin jugo, sin matices, puede servir para un trabajo corto, un artículo, una impresión; es insoportable en un libro. Explota siempre los mismos recursos, no se renueva. Es muy seco. Todo lo empequeñece, cuando quiere explicar algo. No raciocina, no liga dos ideas». Sin embargo, nada existe en su obra que revele una capacidad intelectual análoga a la de los destinatarios de sus diatribas. Azaña fue incapaz de escribir algo ni remotamente parecido en calidad a España invertebrada, La rebelión de las masas, La Bien Plantada, Tres horas en el Museo del Prado, La crisis del humanismo, Defensa de la Hispanidad, Los pueblos o Alma Castellana. En el fondo, su formación intelectual fue muy somera; y en modo alguno puede considerársele como un pensador político de altura. No existe en sus escritos un diálogo con lo más creativo del pensamiento o la filosofía política de los siglos XIX y XX. Marx no aparece; tampoco Max Weber o Carl Schmitt, a quien Francisco Ayala había traducido al español en 1934. Su provincianismo cultural fue proverbial. El mundo de Azaña fue el de la España decimonónica, al lado de la III República francesa: Juan Varela, Ganivet, los noventayochistas, &c., &c. En su obra, no existe la menor reflexión sobre la revolución rusa, el fascismo, el nacional-socialismo o el New Deal. La crisis del modelo capitalista liberal o del parlamentarismo clásico tampoco pareció conmoverle lo más mínimo. Y leemos sus famosos diarios de los años 1932-1933 y vemos la ausencia del menor comentario sobre el significado político e internacional de la subida de Hitler al poder. Igualmente, su falta de interés por los temas económicos –en plena crisis del 29– resultó tan proverbial como significativa. En otro orden de cosas, reitero mi opinión de que Azaña fue un utopista y un constructivista social, porque aspiró, según sus propias palabras, a «emancipar» a la sociedad española nada menos que de «la historia»: «Ninguna obra podemos fundar –afirmó en 1930– en las tradiciones españolas, sino en las categorías universales humanas». El político alcalaíno minusvaloró la fuerza social de la Iglesia católica y del conjunto de las derechas. Lo pagó caro. Y lo más significativo es que para tan ambicioso proyecto, como ha señalado el más lúcido de sus biógrafos, Santos Juliá, apenas disponía de base social y política. Con frecuencia, se ha valorado más positivamente al Azaña escritor. No comparto esa opinión. Sus obras de estricta creación literaria ocuparon un lugar relativamente escaso en los escritos del alcalaíno; y gozan, en mi opinión, de un crédito inmerecido. El jardín de los fraíles carece de tensión narrativa; su estilo resulta dubitativo y no tiene garra. Una obra menor, sin duda. El drama La Corona es aburrido. Lo mejor de su producción fue, y en esto no soy muy original, sus escritos sobre Juan Varela y La velada en Benicarló. Pero nada de esto basta para que Azaña se incorpore a la historia de nuestra literatura contemporánea. ¿De verdad alguien cree que nos acordaríamos del Azaña escritor si no hubiese sido, además, presidente de la II República?. A mi modo de ver, la exaltación de Azaña por parte de José María Aznar supuso un grave error político y simbólico. Y es que, como señala uno de los pocos intelectuales serios que van quedando en España, el profesor Gustavo Bueno, cada grupo social y cada individuo elige a sus sabios y a su héroes, pero, al elegirlos, «se define a sí mismo, tanto más que a la persona escogida como paradigma del sabio, de filósofo o de héroe». Por ello, la elite política y mediática del Partido Popular mostró, con esa elección, sus insuficiencias y complejos. No sólo eligió a un intelectual a mi juicio mediocre, sino que, como vió muy claramente el excomunista Jorge Semprún, se humilló ante la izquierda política y cultural. Algunos de los responsables de aquella funesta operación mediática, como Federico Jiménez Losantos, hace tiempo que se han arrepentido públicamente de semejante error de perspectiva. A continación, el señor Moa se pregunta por qué no he puesto manos a la obra en la reivindicación de Ortega y Gasset como referente intelectual de la nueva derecha española. Por suerte o por desgracia, el señor Moa sigue muy mal informado sobre mi producción. Porque lo he hecho en la medida de mis fuerzas. Reivindiqué el legado orteguiano en una entrevista para la Revista de Occidente, con motivo de la publicación de mi último libro; lo mismo hice en el ABC Cultural, de nuevo en la Revista de Occidente, en Razón Española, en la Revista de Estudios Políticos; y en varias páginas de mi libro El pensamiento de la derecha española en el siglo XX. No he sido, por otra parte, el único en hacerlo; el profesor Ignacio Sánchez Cámara ha glosado e interpretado el pensamiento orteguiano, con más conocimiento de causa que yo, pues es un reputado filósofo, en clave liberal-conservadora. Un precursor en ese sentido fue Gonzalo Fernández de la Mora, con su libro Ortega y el 98, cuya primera edición es de 1961. La izquierda cultural y política después de ningunear al filósofo, tachándolo de «pequeño burgués», ha pretendido apropiarse de su legado, presentándolo ahora como «socialdemócrata». La miopía de la derecha en su relación con el filósofo ha sido proverbial. A mi modo de ver, Ortega y Gasset es la máxima figura intelectual del siglo XX español, junto a D´Ors y Zubiri. Y nuestra derecha podía haberse beneficiado de sus planteamientos sociológicos, políticos y culturales. Ni su pulcritud literaria, ni su elitismo político, ni su racionalismo conceptual, ni su rigor metodológico, ni su conservatismo básico han envejecido; resultan más actuales que nunca. Se trata, además, de un obra abierta, capaz de renovarse y de reinterpretarse.

59 Soren73, día

Imperativo de selección (III) Percibo, por otra parte, en las palabras del señor Moa un cierto escepticismo hacia Ortega; quizás una cierta inquina y un cierto miedo. No sería extraño que así fuese. Porque en un mundo intelectual organizado en torno a los cánones orteguianos el señor Moa tendría poco que hacer; y no, desde luego, porque se ejerciera sobre su obra cualquier tipo de censura; todo lo contrario. La razón está en lo que el filósofo denominaba imperativo de selección. Y es que lo que algunos han venido llamando el fenómeno Moa –para mí una patología– puede ser interpretado en clave de la sociología orteguiana. Vivimos en España, pese al triunfalismo oficial, no sólo una profunda crisis nacional, sino un momento cultural caracterizado por una falta de creatividad ciertamente singular, lo que no deja de ser el reflejo, por los modos indirectos en los que las letras y el pensamiento filosófico y político pueden hacerlo, de la privatización, el hedonismo y el narcisismo característicos de una vida social donde la improvisación, la promiscuidad, el dinero y la autogratificación mediante el consumo de bienes superfluos se han convertido en norma general. En el mundo cultural, la banalidad y la mediocridad se imponen y se propende a la abolición de toda jerarquía o autoridad espiritual o intelectual. Por doquier triunfan la degradación y el mal gusto. Una mediocridad que puede percibirse en la superabundancia de bazofia revistera en el llamado mundo del corazón; en la hegemonía de una televisión que, a más de sumamente mediocre, incumple diariamente la labor de una educación en valores superiores; en la abundancia de tertulias radiofónicas, donde los participantes parecen saber de todo y, en realidad, no saben de nada; en una prensa plagada de localismo y sensacionalismo. Una degradación que no sólo puede percibirse en algunos sectores de la derecha, sino igualmente, y en mayor escala, en la izquierda. Basta para comprobarlo, comparar el contenido y la calidad analítica y estilística de revistas como Cambio 16, Cuadernos para el Diálogo o El Viejo Topo en los años sesenta y setenta del siglo pasado con el fallido intento de revival de dichas publicaciones en la actualidad. No hay duda de que las distancias son infinitas. Y resulta significativo, a título de anécdota, que un diario digital como El Plural, dirigido por un tal Enrique Sopena, pretenda dar credibilidad a un autor como Fernando Gracia y su demencial e inane obra El hijo secreto de Franco. Y es que en cierta izquierda contra Franco vale todo. Así, han llegado a inventar lo que podríamos llamar el antifranquismo-basura, para consumo de las masas beocias y poco exigentes. Pues bien; el llamado fenómeno Moa es consecuencia de este imparable proceso de nivelación y de masificación, ya presente en las pesadillas de Tocqueville, Renan y Ortega. Lo dijo el filósofo, en su obra España invertebrada: «En un país donde la masa es incapaz de humildad, entusiasmo y adoración a lo superior se dan todas las probabilidades para que los únicos escritores influyentes sean los más vulgares, es decir, los más fácilmente asimilables». Como gustaba decir Miguel Maura, aquí vale lo mismo Julio César que Julián Cerezas. Tal es la situación que ha hecho posible a Moa. Es la España de Javier Sardá y Boris Izaguirre, de Tómbola, Crónicas Marcianas, Salsa Rosa, Dolce Vita, Aquí hay Tomate, donde domina el kitsch cinematográfico de un Vicente Aranda o de un Pedro Almodóvar. Lamento decir que, al menos en mi humilde opinión, en el caso del señor Moa, el mundo intelectual de la derecha española no ha sabido regirse por el necesario imperativo de selección. Que le vamos a hacer; nadie es perfecto. El señor Moa es contumaz; y se atrave a negar la condición de historiadores a figuras como Santos Juliá, Enrique Moradiellos, Angel Viñas, Alberto Reig Tapia, Francisco Espinosa, Gabriel Cardona, Antonio Elorza, Paul Preston o Julio Aróstegui. La duda ofende. Además, negar el problema no ayuda a su solución; es la táctica del avestruz. Se trata de figuras relevantes de la historiografía española; otra cosa es que estemos de acuerdo con sus tesis, que son susceptibles, como todo lo humano, de revisión y de crítica, pero con rigor conceptual, con apoyo en las fuentes y voluntad constructiva; no con denuestos e insultos. Haría una matización en el caso de los señores Reig Tapia y Francisco Espinosa, que tanto juego dan a mi contradictor; y cuyo único objetivo parece ser, sobre todo en uno de los casos, emular al señor Moa por la izquierda. Ambos han caído en una visceralidad que en nada favorece a la calidad de su obra. En ese sentido, no dudo en reconocer al autor de Los mitos de la guerra civil una virtud; y es la de haber logrado sacar a la luz el pathos antiliberal de esos dos autores. Aunque no comparta sus métodos, me cortaría una mano con tal de que el señor Moa siguiera escribiendo con total libertad; y lo mismo haría por los señores Reig y Espinosa. Sin embargo, algunas de las opciones defendidas por los señores Reig y Espinosa me resultan absolutamente rechazables. Reig Tapia propugna, en el libro dedicado al señor Moa, nada menos que una política de «higiene cultural» contra el «uso del espacio público a estos provocadores sociales, a estos mentirosos compulsivos, a estos falsificadores vocacionales y delincuentes culturales». En pleno delirio jacobino, Reig Tapia hace referencia a una pretendida «cuestión sanitaria, preventiva, para evitar las epidemias mentales y/o políticas mucho más peligrosas que otras que asustan tanto al común». Iniciativas de tal jaez no sólo irían contra presuntos negacionistas como David Irving o contra el señor Moa, sino contra cualquier planteamiento revisionista que no fuera del agrado del señor Reig Tapia. Hubiese sido muy triste ver en la cárcel a Renzo de Felice, François Furet o Ernest Nolte. No menos aterradoras me parecen algunas opiniones de Fernando Espinosa, quien parece haber convertido la llamada memoria histórica en una especie de religión secular. El contenido de sus libros parece haberse forjado en plena guerra civil. Espinosa vive en el 36 e interpreta la transición y el actual régimen de partidos como «un apéndice del franquismo». Sus ataques a la Iglesia católica, a la que considera «uno de los legados más firmes y más pesados del franquismo», no tienen desperdicio, cuando se pregunta, escandalizado por las beatificaciones de los sacerdotes asesinados en la contienda, si «una institución semejante es compatible con una sociedad civil organizada en democracia». De una sociedad civil democrática regida y definida, sin duda, por los rígidos e inefables moldes mentales, políticos, morales y culturales del señor Espinosa. Como para echarse a temblar. Y más con el antecedentes del anticlericalismo español. Pero retornemos al señor Moa, quien incurre en el mismo error de sectarismo de sus antagonistas, cuando, contra no pocas racionalidades y evidencias, pone en duda la existencia de una tradición intelectual de izquierdas en España; lo que refleja su estrechez de miras. Podemos estar de acuerdo en que no existe un pensamiento socialista o marxista español de altos vuelos; pero no puede reducirse la izquierda cultural española a «la consigna y vulgarización (a menudo estropicio) de ideas importadas». En la izquierda española militaron y militan figuras eminentes, dignas de estudio, de respeto y, por supuesto, de crítica razonada, como Manuel Sacristán, Fernando Savater, Elías Díaz, José Carlos Mainer, Francisco Fernández Buey, Adela Cortina, Félix Duque, &c., &c. Un mínimo de objetividad resulta vital para el buen funcionamiento de nuestra vida cultural. Menéndez Pelayo no negó nunca capacidad intelectual a «heterodoxos» tales como José María Blanco o Francisco Pi y Margall. Es más, como reconoció Juan Goytisolo, gracias a su obra los intelectuales de izquierda descubrieron sus ancestros, como fue el caso de Blanco White, desconocido por los progresistas hasta entonces. Tampoco Gonzalo Fernández de la Mora negó, en sus célebres críticas de ABC, la valía de López Aranguren, Tierno Galván, Alfonso Sastre o José Luis Sampedro. Sigamos su ejemplo.

60 Soren73, día

Imperativo de selección (IV) Con respecto a si mi producción historiográfica se encuentra al nivel de la de Renzo de Felice, he de decir, con toda claridad, que no. Claro que el señor Moa no está en condiciones de otorgar patentes de talento. Como de costumbre, simplifica la cuestión. Volvamos a Gustavo Bueno y su lúcida aserción de que cada grupo social y cada individuo elige a sus sabios y a sus héroes intelectuales, definiéndose con ello a sí mismo. Y efectivamente, uno de mis ídolos intelectuales es el historiador italiano, en cuya obra veo un ejemplo de honestidad, erudición, capacidad interpretativa y gran capacidad polémica; tanto es así que logró convencer de sus tesis a personalidades tan relevantes de la intelectualidad italiana y europea como Norberto Bobbio, Augusto del Noce, Giorgio Améndola, Rosario Romeo, Francois Furet, &c., &c. Lo que ignoro y tampoco me interesa excesivamente son los héroes intelectuales del señor Moa. Frente a lo que dicen sus enemigos, no creo que sea Ricardo de la Cierva, un apreciable historiador en los años sesenta y setenta, aunque incapaz de renovar su discurso ni de garantizar la continuidad de su obra; tampoco Joaquín Arrarás, fértil erudito en cuyos libros han bebido mucho más de lo confesable no pocos de sus críticos. Dejemos el tema. La genealogía intelectual del señor Moa carece de interés para mí. Aunque no hay duda de que sus métodos recuerdan a Mauricio Carlavilla y Eduardo Comín Colomer. No deja de ser significativo que el señor Moa nos amenace con un nuevo libro titulado La quiebra de la historia progresista. Con toda seguridad, su contenido será «sonado», en el sentido boxístico del término; un nuevo parto de los montes. Como suele ocurrir en estas ocasiones, el libro recibirá los mayores elogios de sus incondicionales; pero no hará mella alguna en las convicciones ni en las ideas de sus antagonistas, que seguirán utilizándole como un vulgar Peropalo en las fiestas del pueblo; inmejorable para construir el enemigo a quien refutar. Eso sí, venderá muchos libros; ese será el único éxito de su empresa; quizás es de lo que se trata. Libros biodegradables; de usar y tirar. Y es que el señor Moa no sólo carece de capacidad de autocrítica; tampoco es consciente de sus limitaciones. Lo que resulta tan cómico como delirante es su acusación de que me estoy ofreciendo al Partido Popular como intelectual orgánico. El señor Moa no ha leído mis libros; desconoce mi persona y mi carácter; pero se atreve a pontificar sobre mis objetivos. Su osadía no tiene límites. Personalmente, no aspiro a nada en política. Soy un humilde profesor universitario que no he ocupado jamás el menor cargo, ni he militado en ningún partido político; que detesta los mass media, y que sólo por encargo ha escrito en algún periódico. Aunque me considero un hombre de la derecha, el contenido de mis libros apenas concuerda con las directrices político-culturales del Partido Popular. He criticado la mitificación de la figura de Juan de Borbón, que nunca fue, a mi juicio, el demócrata que ciertos panegiristas y turiferarios han pretendido inventar y vender. Tampoco he compartido su visión beatífica de Cánovas del Castillo y del régimen de la Restauración, cuyas insuficiencias de todo tipo he destacado en mis libros. Lo mismo puedo decir de su acrítica valoración de la figura de Adolfo Suárez o del proceso de transición hacia el régimen de partidos. Y, para colmo, soy republicano. ¿Cree que con semejante bagaje puedo, o deseo, convertirme en intelectual orgánico del Partido Popular?. Ni lo deseo, ni lo espero. Lejos de mí, pues, cualquier oportunismo o veleidad partidista. Muy al contrario, el contenido de mi artículo nacía exclusivamente de una indignación personal ante la inanidad de la vida política y cultural española en general; y de su derecha en particular. Tampoco entiende el señor Moa mi concepción del poder cultural. En su indigencia, cree que con un simple panfleto se pueden ganar unas elecciones. Pero yo no me refería a algo tan empírico y rudo como conseguir una mayoría electoral, sino que escribía en términos metapolíticos, es decir, haciendo hincapié en la necesidad de transformación del sentido común y del imaginario de la sociedad española. Lo que Ernest Renan llamó la reforma intelectual y moral. Y es que de poco sirve la victoria en unos comicios, incluso con mayoría absoluta, si el partido triunfante de la derecha se disfraza de «centro reformista»; reivindica a Manuel Azaña al mismo tiempo que a Cánovas; defiende el llamado «patriotismo constitucional»; y se muestra incapaz de reformar la enseñanza y de elaborar un auténtico proyecto de poder cultural, es decir, de generar ideas sólidas y convincentes y permear con ellas a la sociedad. Sermón perdido. Termino el artículo. Los temas exigían un dilatado comentario. El alegato del señor Moa, no; pues su exégesis de mis planteamientos resulta muy pobre y refleja tanta animadversión como resentimiento. Retorno a mis estudios sobre Aron, Ortega y Fernández de la Mora, cuyas obras resultan infinitamente más enriquecedoras, gratificantes y atractivas que los alegatos del señor Moa. Y, por favor se lo pido, no inicie, como es su costumbre, otra polémica conmigo. De verdad que no merece la pena, ni para usted ni para mí. Nuestra vida es corta y todavía queda tanto por leer... Y es que, como dijo Panero a Neruda, con sus palabras se derrota «enteramente solo». Adieu, monsieur Moa.

61 Soren73, día

La respuesta última del sr. Moa y que no tuvo contestación (por lo menos, que se sepa) http://www.nodulo.org/ec/2007/n064p13.htm La conveniencia de los debates El debate es conveniente tanto en la vida política como en la intelectual, y su escasez en España revela mala salud. Pero casi resultan peores que tal escasez esas polémicas ocasionales en que los contendientes hacen afirmaciones gratuitas apuntaladas por una exhibición impúdica de vanidad: cada cual esgrime sus títulos y méritos reales o supuestos, cita a troche y moche para demostrar sus lecturas, trata de picar a su vez la vanidad del contrario, le atribuye estar «nervioso», o «fuera de sus casillas», tener «miedo», «resentimiento», le achaca frases que no ha dicho, exhibe su desdén por él, se hace el ofendido, interpreta como insultos calificativos justificados, y, en suma, no olvida ninguno de esos viejos truquillos retóricos que dan vergüenza ajena. El tema, desdibujado entre tanta farfolla («complejidad» suelen llamarla), nunca se plantea y desarrolla con alguna precisión. Tras amplia ostentación de personalismos acaba la disputa por hastío, nada se ha aclarado, mucho humo y poco fuego. Y aquí tenemos a nuestro ilustre señor González Cuevas, que empieza y termina por informarnos de que él se dedica a estudiar a «Aron, Ortega y Fernández de la Mora, cuyas obras resultan infinitamente más enriquecedoras, gratificantes y atractivas que los alegatos del señor Moa». ¡Ah, qué envidia dan esos tres intelectuales, tan afortunados de que el señor González Cuevas les conceda su atención y su valioso tiempo! Pero si el señor González no quería perder tiempo conmigo, eso es lo que debiera haber hecho, exactamente, en lugar de zascandilear dedicándome sus despectivas y gratuitas parrafadas para descartarme de sus ofrecimientos al PP. No puedo pronunciarme sobre el valor de los estudios del señor González, porque no puedo leer todo, por desgracia. Espero y deseo que sean más brillantes que estos dos últimos artículos suyos, pues si siguen la misma tónica ni siquiera el PP les sacará mucho jugo: están a la altura de la inanidad cultural que él mismo denuncia. Mi detractor planteaba la necesidad de que la derecha, si quería ganar el poder, «articulase» una intelectualidad afecta y eficaz, de la cual debía excluirnos a César Vidal y a mí (e incluir, va de suyo, al señor González, que tan garbosamente se codea con Aron, Ortega y Fernández de la Mora). Ya le dije algo la ocasión anterior, pero se lo aclararé un poco más. Para mí, el problema no es el respaldo intelectual a la derecha, sino a la democracia, hoy nuevamente en crisis en España debido, en gran medida, a la imperante y falsa interpretación de la historia. A cada cual le preocupa su asunto, y desde luego no pienso competir con él por los favores del PP. Siguiendo con su tema, el señor González compara a Azaña y Ortega como posibles maestros de la derecha. Él prefiere a Ortega sobre el «mediocre» Azaña, una preferencia algo innecesaria al efecto perseguido, pues en realidad Azaña no funciona como tal maestro de las derechas. Solo Aznar lo invocó alguna vez, sin efectos posteriores. Por otro lado, ¿en relación con quién era mediocre Azaña? No con los demás líderes izquierdistas, a quienes sacaba varias cabezas de talla como intelectual y como político. ¿Y en relación con Ortega? Eso depende. El señor González funda su aversión a Azaña en una serie de consideraciones variopintas y en parte anecdóticas, olvidando que la comparación debe hacerse sobre una base común. Como pensador, Ortega está muy por encima de Azaña, que realmente no lo era. No tiene sentido compararlos en ese aspecto. La base común consiste en su calidad de intelectuales-políticos, pues Ortega también lo fue durante unos años cruciales. Los dos compartían una serie de grotescos prejuicios sobre España y su historia (ya lo explicaré en otra ocasión), y los dos propugnaron la república como salida a las dificultades del país. El desvarío de Ortega fue inmenso, culminado en su artículo «El error Berenguer», uno de los más influyentes y necios del siglo XX español; y fracasó de manera patética con su Agrupación al servicio de la República. Pronto se dio cuenta de que la república llevaba muy mal camino –tampoco hacía falta ser un gran pensador para ello, lo constataban millones de personas– y, con la misma irresponsabilidad que atacó al régimen liberal de la Restauración, se desentendió del monstruo que él había contribuido a engendrar. En Azaña, al menos, encontramos mayor compromiso, coherencia y responsabilidad, y hasta mayor éxito personal en la común empresa, aun si ese éxito supuso una calamidad social. Otro dato me lleva a dudar de la calidad de los trabajos de nuestro amigo, y es su solidaridad o compadreo de gremio, en perjuicio de la ética intelectual: «El señor Moa es contumaz; y se atreve a negar la condición de historiadores a figuras como Santos Juliá, Enrique Moradiellos, Angel Viñas, Alberto Reig Tapia, Francisco Espinosa, Gabriel Cardona, Antonio Elorza, Paul Preston o Julio Aróstegui. La duda ofende. Además, negar el problema no ayuda a su solución; es la táctica del avestruz. Se trata de figuras relevantes de la historiografía española». A uno le viene la duda de si el señor González sabe interpretar sus lecturas. Yo no niego la condición de historiadores a esos caballeros; al contrario, han sido ellos quienes me la han negado a mí. Lo que he dicho –o, más propiamente, he sostenido con abundante apoyatura documental y argumental, no con simples afirmaciones gratuitas– es que son malos historiadores. Y si el señor González los considera relevantes, él mismo se pone a su nivel. Le recomiendo lea (con cuidado, para no interpretarlo al revés) mi libro recién publicado La quiebra de la historia progresista. En qué y por qué yerran Beevor, Preston, Juliá, Viñas, Reig… Ahí podrá enterarse, si quiere descansar un rato de sus elevadas especulaciones, de lo que digo y por qué. Recordaré algunos hechos que no debieran caer en olvido tan fácilmente. Cuando empecé a publicar esperaba un debate duro, pero racional. Increíblemente, la respuesta consistió en exigencias de censura para mis libros por parte de algunos de esos «relevantes historiadores», y aplicación efectiva de esa censura por el grupo PRISA y muchos otros medios (durante un período solo pude escribir en Libertad digital). No todos pidieron mi silenciamiento, pero ninguno de ellos protestó por aquel ultraje desvergonzado a la democracia y al decoro académico. Ni uno. Tampoco el señor González. Al contrario, reforzaron la marea inquisitorial con una oleada de insultos y calumnias personales, en ocasiones amenazas, junto con un arrogante –cómicamente arrogante– rechazo del debate… en el que, quisieran o no, recaían una y otra vez, si bien a su oscuro modo; como ahora el propio señor González. Con todo lo cual han demostrado su categoría intelectual, personal y política, ¡para que vengan luego haciéndose los ofendidos por mis «insultos»! Y dice el gracioso que yo incurro «en el mismo error de sectarismo» que algunos de sus ilustres compadres de gremio. Y habla de su intención de impulsar una «reforma intelectual y moral». Casi nada. Seguramente el personalista señor González opinará que los hechos señalados no pasan de ser una experiencia meramente particular, a la que yo, por resentimiento o lo que sea, otorgo una importancia desmedida. Pero la importancia se la han dado ellos, el mismo González se la da con su ridícula pose de desdén y su afanosa colaboración en la campaña. El mío ha sido el único caso, desde la democracia, en que se ha intentado declarada y abiertamente, con esfuerzo ímprobo y presiones inadmisibles, silenciar unas tesis históricas y políticas. Por supuesto, ha habido otras campañas, pensemos en Ricardo de la Cierva, a quien unos intelectuales muy inferiores a él han querido «erradicar» de la universidad, sin que hallara el «erradicable» el menor apoyo o solidaridad de los timoratos que pensaban como él, pero disimulaban. Lo singular de mi caso es que desde el principio los mandarines se pusieron en evidencia al predicar la censura e imponerla donde podían. Todos ellos saben por qué, y me permito recomendarles al respecto un reciente artículo de Rob Stradling en The English Historical Review, «Moaist Revolution and the Spanish Civil War: Revisionist History and Historical Politics». Yo no pongo en duda el derecho a sostener otras ideas, y acepto en principio que puedan ser más acertadas que las mías. Lo que no admito son esos modos y métodos, degradantes para la vida intelectual, y puedo permitirme denunciarlos y calificarlos como merecen porque, afortunadamente, nuestra democracia todavía resiste el arbitrio de tales personajes. Queda en el balance su fracaso tanto en refutar mis tesis como – y eso les habría interesado mucho más– en silenciarlas o desprestigiarlas con malas artes.

62 Soren73, día

La conveniencia de los debates (II) Ha ocurrido con demasiada frecuencia en España que obras de mérito fueran sepultadas por la algarabía de los mandarines de turno. En cuanto a mí, la ausencia de debate civilizado, sustituido por el empeño en desacreditarme personalmente, me ha obligado a emplear bastante tiempo en salir al paso a tanto golfante intelectual. Y he aquí que entonces estos individuos me llaman «polemista», como si defenderme de ellos fuera un abuso y sugiriendo de paso que mis trabajos solo tienen el valor de la pura «pelea» con la cual intento hacerme notar… en contraste implícito con la labor profunda y callada, destinada a perdurar, que ellos estarían realizando. ¡No les faltan pretensiones! Esta insidia la emplean sobre todo gentes de derechas, de esas que, cómplices o acobardadas, callan y dejan al mandarinato progresista aplastar a otros y destrozar su reputación. Unos competidores menos, parecen decirse; y en el fondo disfrutan malsanamente. Pero no se trata de defender a tal o cual autor, sino las normas que deben regir en el debate, si no queremos degradar la tensión intelectual a puras maniobras indecentes y rivalidades sórdidas en torno a cargos, subvenciones y prebendas. Como suele suceder. Sobre otras observaciones que hace González, con solemnidad un poco asnal, acerca de la categoría de tales o cuales pensadores, pocas palabras. En lo que tienen de ciertas, son triviales; en lo que quieren salir de lo trivial, insignificantes. Tropezamos de nuevo con las viejas taras: el argumento de autoridad, la erudición sin argumento, la solemnización de lo obvio, la incapacidad para plantear problemas. Bien, si el señor González quiere mantener un debate algo serio, no intente «enseñar al que no sabe», prescinda de todos esos trucos y aténgase al tema. Y si no quiere, como parece ser finalmente el caso, evite meterse en berenjenales innecesarios. Todos tenemos mucho que hacer.

63 DeElea, día

Ande no hay……¡¡¡pos no se pué sacar!!! Defensa de Negrin. Acto I: asturovi dijo el día 23 de Agosto de 2007 a las 21:49: Sobre el oro de Moscú: “….Esta versión es mentira, porque el oro se gastó en la compra del material soviético utilizado por la República, aparentemente en su totalida, aunque se puedan discutir algunos detalles acerca de las valoraciones y los precios utilizados por los soviéticos…..” Acto II: “Me sigo considerando "antinegrinista", aunque con algunas dudas sobre su nivel de sometimiento a los comunistas, o su nivel de coincidencia con ellos.” -- Que gran cantor fue Negrete… ¿verdad? … o no?

64 Soren73, día

Y con el post anterior queda finalizada la "trifulca" que tuvo el sr. Moa. Pido disculpas a todos los que les ha parecido un rollo patatero que no debería haber colgado pero dado que el sr. Moa lo mencionó me parecía lógico que todos los que participamos en su blog supiésemos de qué iba la vaina.

65 DeElea, día

Soren73. Creo recordar que no hace mucho tiempo, nos trajo todos los enlaces de este intercambio, Castella. Al menos yo ya leí todo estos enlaces al debate, en un pos que creo recordar era de él. ¿Lo mismo por eso no se ha molestado? ¿No crees?

66 Soren73, día

34 - Asturovi, Aunque no veas a nadie que respetar en el Valle de los Caídos, hay españoles que sí los tienen allí enterrados.

67 Soren73, día

DeElea, Desconozco si Castella había puesto enlaces al debate. ¿A quién te refieres con que no se ha molestado?

68 Peloputa, día

que en nuestra sociedad se está promocionando la pederastia es más que evidente el pretexto es la libertad sexual y si a los niños en los colegios se les da educación sexual o a auténticas niñas se les da sin problema la pastilla abortiva o se les reparte condones todo eso no se puede entender sino en el sentido de que se está incitando a la práctica sexual desde la misma infancia.

69 DeElea, día

".....“pero dado que el sr. Moa lo mencionó me parecía lógico que todos los que participamos en su blog supiésemos de qué iba la vaina.” lo mismo intuia que los que participamos en su Blog, al tener ya constancia de que iba el tema (por conocido) no necesitabamos que nos pusiese todos los antecedentes

70 Soren73, día

DeElea, Efectivamente Castella publicó los enlaces el pasado 9 de julio. Estaba yo de vacaciones así que con razón no recordaba yo haberlos leído. De todos modos no sé si el sr. Moa estaba al tanto de que se habían publicitado. A fin de cuentas en aquellos días no escribía con mucha asiduidad. Buenas noches.

71 Peloputa, día

los pederastas son individuos de nivel medio alto con una aparente adaptación al medio social y familiar sin embargo escarbando es posible encontrar una historia personal conflictiva abusos sexuales un exceso de permisividad o represión los estímulos visuales negativos que se producen en la infancia marcan de una manera brutal hay menores que ven la televisión por la noche sin control que se empapan de escenas de sexo y violencia en la cárcel de navalcarnero por ejemplo hay un centenar de internos condenados por agresión sexual un tercio de ellos por pederastia los pederastas son los que ocupan el último lugar en el escalafón de la cárcel y tienden a aislarse la pederastia amenaza en convertirse en una plaga social ¿quién es el responsable?

72 Peloputa, día

vuelvo a ti mi niñez como volvía a tierra a recobrar fuerzas anteo cuando en tus brazos yazgo en mí me veo es mi asilo mejor tu compañía de mi vida en la senda eres la guía que me apartas de todo devaneo purificas en mí todo deseo eres el manantial de mi alegría siempre que voy en ti a buscarme nido de mi niñez bilbao rincón querido en que ensayé con ansia el primer vuelo súbeme de alma en flor mi edad primera cantándome recuerdos agorera preñados de esperanza y de consuelo miguel de unamuno

73 Peloputa, día

prometo no volver a meterme con mi amigo riesgo al que aprecio y admiro pero me ha dolido lo confieso que por detrás un puñal me clavara cuando el payaso tachuela y el masón sherne me insultaban bueno insultaban a momia y es que amigo riesgo momia soy yo saludos.

74 Momia, día

Un buen análisis de mi amigo olasarep del blog de LdP "Por una vez Rajoy me parece inteligente, con el tema Gallardón-Rato. Se encuentra con la operación Rato, orquestada para que el régimen mantenga el control del PP (lo que es buena señal, supone que con Rajoy no lo controlan). Rajoy reacciona pronto y decididamente pero con suavidad cortando la cabeza de Piqué. Un milagro. Gallardon se pone nervioso porque si traen a Rato sobra él, y empieza a hacer cabriolas. El PSOE difunde que el liderazo de Rajoy está cuestionado. Rajoy le deja hacer a Gallardón porque de este modo se desprestigian las operaciones de controlar al PP, Gallardón contamina a Rato. PJ, que auspicia a Rato, exige que se pare los pies a Gallardón como sea, hasta exige que Rajoy y el PP se quemen con alboroto meses antes de las elecciones. Rajoy le toma la palabra a la burda excusa de Rato -cuestiones familiares- y declara que habla mucho con él y que le asegura Rodrigo que no hay más que problemas personales. Está desactivando la peligrosísima operación Rato sin mojarse. Otra historia es la de Navarra. Una cosa es el juego corto para hacerse con el gobierno, algo básico para que no caiga en manos de los terroristas hipócritas. Y otra jugar con los principios, mostrar sumisión al terrorista de la Moncloa y dar otra vuelta de tuerca a la euskaldunización promovida por el PSOE y CDN. El miedo a una moción de censura no lo justifica, máxime si ZetaP ha calculado que no le interesa mostrar su pacto con el nacionalismo terrorista, porque entonces tampoco lo puede hacer hasta las elecciones. Si ZetaP convoca para octubre, Sanz no podrá convocar elecciones y tiene la moción de censura asegurada si se produce la catástrofe de que no gane el PP. Si ZetaP convoca para marzo, Sanz puede convocarlas en enero. En eso debería pensar. No hay margen para ninguna jugada a corto plazo. Debería mantenerse más firme que nunca en los principios, y tener acorralado dialecticamente al PSOE, no al revés".

75 riesgo, día

Has hecho bueno aquello que dije de que eres impredecible, es decir capaz de sorprender con registros diversos y ricos, puñal a Peloputa no le he clavado, no más que el a mí, pero no son puñales pueden ser dardos de otra naturaleza La verdad es que el tema de los masones siendo grave para algunos, a otros nos queda demasiado lejos para no ver solo neblinas, y no saber qué es cierto y qué inentado, y Sherme recibe demasiados palos teníendo el hombre, a mi entender, merecimientos para no ser siempre el blanco de reproches e insultos. Claro que llegado el caso él no se queda manco Nunca hubiera sospechado que eras Momia, y de verdad que Tachuela me recuerda a Zamarro, que tambien es un buen amigo tuyo de aquellos tiempos, como mio, como del Madriles, que seguro están de vacaciones, que de eso es el tiempo que disfrutamos en agosto, yo estoy en guardia forzosa, pero sinforzarme nada, un abrazo amigo Peloputa Sobre Savater creo que no se atreve a defender lo que considera bueno y deja espacio a los que están por hacer cosas malas para todos con tal de no meterse en lios, y tener ética, claro que tendríamos que saber qué ética és esa de dejar que sea modelo el esperpento y el disparate

76 riesgo, día

Pues el análisis de la situación que expone este compañero es posible teniendo los datos que tenemos, Gallardon lleva unos dias que es portada del Pais, y de CNN+, para convencernos de sus bondades nos lo venden Rubalcaba y Bono, así que ya estamos todos convencidos de lo bueno que és Yo hé leido que Mariano le ha dicho que está muy bien donde está, de otras reacciones se ha aieado lo justo para poder decir que todos le atacan , el mismo así lo ha expresado extrañandose que gente que oye a FJL lo tenga por bueno al lado de Mariano, por que si Gallardón tiene una losa encima esa es el 11m, otras podrá tener, pero desde el principio no querer saber siendo alcalde de Madrid, es para ponerle como le pone FJL, y el entra al trapo por que le interesa desmarcarse de ese PP que oye a FJL o lee Pio Moa Buenas noches Momia y gracias por los apuntes, hoy no me había pasado por ese blog, además no siempre se lee todo lo que sale, y está bien que tengamos una visión del conjunto, Mariano no sabemos si sube o si baja, mira hacia el futuro, por que sabe que sin la Moncloa no tiene nada que hacer, ahora en su soledad tiene que decidir si va a ser capaz de dar la talla que nadie espera, o si como todos anuncian va derechito al matadero, por otro lado Zp a eso iba cuando alguien, los prisoetas seguro, lo pusieron en la Moncloa, supervisados tambien seguro por quien todo lo supervisa en España, veremos qué nos trae septiembre, y esa fecha del 9m pienso que son cábalas para despistar Zp tampoco tiene claro cuando va a pedir elecciones, o eso me parece a mí

77 Momia, día

Un abrazo riesgo, la verdad es que he estado de vacaciones, si Tachuela es Zamarro pues la vida es un teatro y todos somos actores que como en aquellas primigenias representaciones de Esquilo o Sófocles y otros en Grecia en que se interpretaba con caretas en la escena y significaron nada menos que el nacimiento del teatro clásico occidental y que después de más de treinta siglos sigue marcando el pulso cutural de las metrópolis y de los pueblos. A los único que no perdono es a los masones, es un duelo a muerte pues todos vamos a morir hasta Polanco.

78 Momia, día

Es otro de olasarep que me parece intersantísimo. "Como dices, De la Morena y Cuadro Jaén responsables y ejecutores del golpe, del 11 al 14 y después. Tan claro como el agua. En cualquier país normal hace tiempo que estarían en la cárcel. Y por su propio bien cantarían y nos llevarían a los autores de la masacre. Todo se andará. Como no hay Justicia, ni sociedad civil libre, tenemos que intentar esclarecerlo por nuestra cuenta. ¿Por qué lo hicieron? Desde luego no por ser vocal del consejo asesor de la policía -Cuadro- ni jefe de seguridad de Iberia -De la Morena-. Ni sólo por dinero. ¿A quién obedecían? ¿Y a quién obedecían quienes les mandaban? Hay que desentrañar esas tramas del ministerior del interior y a quien servían. Ese libro que citas sobre Galindo -con Margarita Robles en pantalones, que lo único bueno que tiene es que no es la De la Vega, y viceversa- nos puede ayudar. Como el del hermano de Belloch sobre Interior, el de Urbano sobre Garzón, que citaba Belga. Y otros, el de Barrionuevo sobre sus días en Interior, etc. Separando el grano de la paja. Hay una cosa evidente, el golpe es electoral. Y sólo se pudo hacer con Prisa. Lo que nos lleva a donde todos sabemos: Cebrian-Polanco-González. Mister X nos devuelve a las cloacas, reinando a través de Belloch, Garzón, Vera. Son clanes distintos, pero alguien los coordinó. También Mister X nos lleva al mundo del gran capital. Y claro está, el PSOE, Rugalcaba y ZetaP. ¿Quienes de los encubridores conocían el atentado? Apuesto por dos: Fuentes y el Gordo". Buenas noches.

79 DeElea, día

Jajajajaja Momia y alguno más, momia y alguno más Saludos y hasta mañana Que Dios Guarde a España y a los Españoles.

80 riesgo, día

No lo puedo asegurar, pero hay algo que me recuerda, y Zamarro estaba cansado de replicar certeramente comentarios ofensivos, recuerdo los viejos tiempos,y me pareció que estaba por tomarse un descanso que a todos nos viene bien, cuando empezó tachuela su sequedad en el juicio me hizo recordarlo, expresar lo justo para ser entendido, pero entro en dias en que estaba el blog con mucho catolicismo reivindicativo, o eso me parece a mí, el dijo algo que fué tomado como ataque y se le atacó, pero que yo recuerde Tachuela no ha expresado nunca lo que defiende en ese campo, en fín que vinieron dias de dimes y diretes, creo que asentados en un mal entendimiento y en un ambiente poco propicio Pero son solo elucubraciones mias, puede ser que esté equivocado en eso, como en otras cosas, claro que hay otras cosas en que no me equivoco por que son evidentes para cualquiera, o eso me parece a mí Los masones peligrosos como se pueden reconocer peloputa?, porque de los que hablamos es de masones que son capaces de hacer que se cambie un regimen y que no nos enteremos nadie, es decir van disfrazados, los masones reconocidos como Sherme ha declarado aquí están en otras cosas, son las sectas satánicas, más que masonas las que creo tú detestas, muerto polancone veremos en qué cambia su legado, por ahora en poco, o más bien en nada, no sé yo si Rato estará aquí para eso

81 riesgo, día

Momia claro que és interesante, todos los que hemos seguido los testimonios del juicio sabemos que Cuadro Jaen estaba con la furgoneta, con la bochila, en Leganes, tomando nota, sin asumir ninguna responsabilidad, siendo el jefe de Manzano deja que se entienda con de la Morena o con sus hombres sin que le de cuentas a él primero, eso n se lo cree ni él, se llevó pruebas a mogollon, como de la Morena, es decir sus hombres directos por su orden directa requisaron lo que les dio la gana, y Cuadro al final cuando Bermudez le dice : pero como és que siendo un informe que cambió el rumbo de la autoria de manera determinante no se hizo por escrito? Cuadro contesta: ese informe, creo yo, que existe, dentro de los consecutivos que se fueron enviando como es natural, tiene que existir tal informe, EL DE LOS FOCOS QUE NO ESTÁ EN EL SUMARIO Yo creo que esto está supervisado por quien está, yd esde luego Galindo, o sus hombres tambien tiene algo que decir en este asunto, o eso me parece a mí

82 riesgo, día

Por que como defiende Sinro, sin los medios no somos nada, o somos poca cosa, o esa impresión dá el asunto, así que Rato sea una alternativa, el que tambien se portó con el imperio Polanco, pera ser continuador de su obra, pero borrando a los izmierdosos del mapa político español, es algo que para mí es una posibilidad, Rato no deja el puesto donde estaba si no le dicen que tiene algo importante que hacer, la venganza del clan Aznar, borrar a X y Zp de la faz de la política española, no es mala ni pequeña la tarea, para eso hace falta que no estén en peleas por poltronas, y que tengan claro qué tienen que hacer, por que poder tienen, o deberian tenerlo, para hacerlo, e inteligencia y recursos Claro queluego hay que demostrarlo, y desde luego el 11m és la clave, y aún estamos a tiempod de dar la vuelta a todo el asunto para la generación de Felipe al menos

83 Momia, día

Por sus obras los conoceréis; la verdadera masonería es invisible, es cierto, los masones más peligrosos no son conocidos; Sherme, Polanco, Cebrián, son caretas las que más interesan en cada momento; se conocen las logias, algunos masones "públicos" -Gallardón, Zapo, Rugalcaba, Cebrián, Gabilmono, González, etc.-; pero sobre todo se conocen sus obras, su "filosofía": el laicismo anticristiano, el libertinaje sexual, el ateísmo militante, el socialismo radical, el relativismo ético y moral, el cientifismo o ciencismo, la cultura de la muerte y la destrucción de la familia -aborto, eutanasia, divorcio, pederastia, homosexualidad- hay que luchar contra todo éllo sin desánimo, con fuerza, sabiendo que la lucha será fiera, la victoria segura; alabado se Dios, por siempre sea Bendito y Alabado.

84 tigrita, día

Peloputa= Momia = Madriles = Quichote. ¿Y Por qué? Por afinidad de tigrita en los contenidos, aunque reconociendo siempre la competencia y el magisterio de estos nicks por supuesto.

85 sinrocom, día

Peloputa...(Yo sabia); (le iba a llamar Momia sin comas, pero no queria echarle a perder su espectaculo), Madriles, Quijote o como se quiera llamar... Con cualquiera de sus nick, es un tio c.ojonudo. El sinro.

86 Sherme, día

¡Hombre, Momia, ya has vuelto! ¿cómo está Lefevre? supongo que habrás estado visitando su tumba de rodillas (¿o sigue vivo? no me acuerdo)... no creo que hayas ido por lugares de vicio y perversión como son los lugares costeros; con ese nudismo desatado y esa relajación de las costumbres ancestrales del cilicio y el ayuno que un seglar debe respetar... Lo de que "peloputa" eras tú... se lo cuentas a tigrita... tu sumisa acólita... qué jerarquía, madre. ¿es que, de pronto, te han vuelto los puntos, las comas y demás signos de puntuación a tu paranoica mente? Dices que lo tuyo es "lucha a muerte" contra los masones... pues vale..¿me doy por enterado? desde luego te puedo asegurar una cosa: POR MI PARTE, NO. Jamás he preconizado, ni siquiera pensado tal cosa. Además, los masones tenemos la rara idea de que la pena de muerte ES UNA ABERRACIÓN. Pues solo DIOS es quien puede DAR Y QUITAR la vida, jamás los hombres y mucho menos responsabilizar a los demás miembros de la sociedad de tal CRIMEN. Así, que, como mucho, ADVERSARIO intelectual. No pidas más que los duelos, para nosotros, están proscritos. Y, si quieres te saco los párrafos de nuestros rituales donde lo explicita... La verdad es que desconozco la secta aberrante a la que perteneceis... he leído algún juramento de los "caballeros de Colón" sobre esa "defensa o cruzada" bélica contra nosotros, pero, la verdad, la tomé por "simbólica", seguramente, por lo que dices, no será así y os la tomais como real... claro que como vosotros sois los ue estais "con el "dios" verdadero", tendreis "bula" para hacer, pedir o promover tales disparates. Yo llevo en masonería ya casi 12 años, y además me muevo en la "cúpula" (cosa nada anormal en nostros, tampoco) )¿cómo es que en todos estos años NINGUNO de los personajes que citas tengo ni siquiera la menor "confidencia" de que sean masones? Ahora, que repetirlos y pregonarlos... no veas... todo el que se os ocurra. Que alguien dice algo que os parezca inconveniente... ea, "masonazo" al saco y santas pascuas... será por "masones"... Ale, me voy a leer las noticias y las cosas de interés... que volvemos a las andadas... y todavía es muy temprano...

87 tigrita, día

¿Sabías Sherme que detras del pseudónimo de Jac el Destripador habían policías controlados por la masonería? ¿Y tú sabes Sherme que han corrido ríos de tinta y se han escrito montones de libros sobre las actividades de estos digamos "benefactores de la humanidad"? Sí hasta Franco hubo que promulgar una ley para controlar sus actividades porque hubieran terminado por comérselo. ¡Qué tíos!

88 tigrita, día

Y te diré más Sherme, al paso que vamos, no me extrañaría que pronto estuvieran controlando el GOOGLE,

89 Soren73, día

Eso de los Caballeros de Colón, ¿qué es? ¿Masones de la Iglesia? Porque también tienen ceremonias secretas. 88 - tigrita, "Y te diré más Sherme, al paso que vamos, no me extrañaría que pronto estuvieran controlando el GOOGLE" Jejejeje, muy bueno el chiste. Pues teniuendo en cuenta la pasata que gana Google, desde luego como fuente e financiación estaría de cojones.

90 Sherme, día

89# Po-zí, Soren, no estaría nada mal ¿a cuanto me toca? jejejej Tigri, hija ... si nos cargamos de una corná a Manolete.... qué me vas a contar.... como dijo Jack el Destripador, "vamos por partes"... jorl. Jejeje... el chiste que me contaron ayer en un almuerzo (que no ágape) con masones... ¡qué suerte tienen los vikingos... ¿por? ... porque tienen los cuernos de quita-y-pon ... jejejej... si es que "conspiramos" que es un gusto...

91 Contable, día

Grande-Marlaska confirma el archivo de parte de la investigación sobre el YAK-42 "EL GOBIERNO DEL PP NO MINTIÓ" El PP dice que el archivo de la investigación del Yak demuestra las "calumnias" del PSOE El portavoz de Defensa del PP, Arsenio Fernández de Mesa, dijo este jueves a Libertad Digital que el archivo de la investigación del Yak 42 demuestra que "el Gobierno del PP no mintió, sino que dijo toda la verdad sobre el accidente". Fernández de Mesa exigió a Bono una rectificación por acusar al PP de haber enviado militares a la muerte para ahorrarse 6.000 euros. El dirigente popular comparó la transparencia del gobierno popular con el oscurantismo con que ha tratado el PSOE el accidente del Cougar. Noticia publicada el 23-08-2007 (Libertad Digital) Arsenio Fernádez de Mesa dijo en declaraciones a Libertad Digital que se es la cuarta vez que el juez Fernando Grande-Marlaska ratifica el archivo de la investigación de la contratación del Yak 42 durante el Gobierno del PP. Demuestra, en opinión del portavoz popular "que el Gobierno del PP no mintió, sino que dijo toda la verdad sobre el accidente". "Desde el PP queremos mostrar todo nuestro reconocimiento a los muertos y respeto y afecto a los familiares". Fernández de Mesa mostró también su "indignación" por las "manipulaciones" del PSOE que están "cayendo por su propio peso y la verdad va floreciendo". Criticó la "manipulación desvergonzada" del ahora partido en el Gobierno con "acciones tan extremas como propiciar la intimidación del ex ministro Trillo en el Parlamento" al que se ha "injuriado y calumniado". El dirigente popular exigió una rectificación al ex ministro de Defensa socialista José Bono por afirmar que el Gobierno del PP había enviado a los militares a la muerte para ahorrarse 6.000 euros. "Ha estado injuriando permanentemente", dijo, recordando también cuando acusó falsamente a dos militantes del PP de haberle agredido. "Todos los informes realizados han confirmado que no hubo ninguna irregularidad" en la contratación del avión, dijo Fernández de Mesa. "El PP ve con satisfacción que la justicia nos da la razón y demuestra que el Gobierno dijo la verdad". En cuanto a la investigación que aún sigue abierta sobre la identificación de los cadáveres, De Mesa dijo que "el PP está de acuerdo con todo lo que haga la Justicia". "El Gobierno del PP contó la verdad en todas las tragedias sufridas, todas las investigaciones están dando la razón al gobierno del PP", señaló, y comparó esta actitud con el oscurantismo del Gobierno del PSOE al "desmantelar" el accidente del Cougar sin dar explicaciones. "Esa es su forma de actuar, no dejar ninguna huella", afirmó y aseguró que la "sombra de la duda" está sobre el Gobierno del PSOE. Según Fernández de Mesa, todas las investigaciones han demostrado que el PP dijo la verdad también en el caso de Prestige o en la guerra de Irak. "Se demuestra que el PP siempre ha dado cara y asumido su responsabilidad mientras que el PSOE borra las huellas". Recordó como en el caso del accidente del Cougar, siendo Bono ministro de Defensa, se negó una comisión de investigación y "ni Bono ni los militares comparecieron en la comisión de Defensa del Congreso". Grande-Marlaska confirma el archivo de parte de la investigación sobre el YAK-42 --- --- Bono, tan embustero... ...como el Bambi, Zapatero. --- ---

92 Contable, día

Grande-Marlaska confirma el archivo de parte de la investigación sobre el YAK-42 "EL GOBIERNO DEL PP NO MINTIÓ" El PP dice que el archivo de la investigación del Yak demuestra las "calumnias" del PSOE El portavoz de Defensa del PP, Arsenio Fernández de Mesa, dijo este jueves a Libertad Digital que el archivo de la investigación del Yak 42 demuestra que "el Gobierno del PP no mintió, sino que dijo toda la verdad sobre el accidente". Fernández de Mesa exigió a Bono una rectificación por acusar al PP de haber enviado militares a la muerte para ahorrarse 6.000 euros. El dirigente popular comparó la transparencia del gobierno popular con el oscurantismo con que ha tratado el PSOE el accidente del Cougar. Noticia publicada el 23-08-2007 (Libertad Digital) Arsenio Fernádez de Mesa dijo en declaraciones a Libertad Digital que se es la cuarta vez que el juez Fernando Grande-Marlaska ratifica el archivo de la investigación de la contratación del Yak 42 durante el Gobierno del PP. Demuestra, en opinión del portavoz popular "que el Gobierno del PP no mintió, sino que dijo toda la verdad sobre el accidente". "Desde el PP queremos mostrar todo nuestro reconocimiento a los muertos y respeto y afecto a los familiares". Fernández de Mesa mostró también su "indignación" por las "manipulaciones" del PSOE que están "cayendo por su propio peso y la verdad va floreciendo". Criticó la "manipulación desvergonzada" del ahora partido en el Gobierno con "acciones tan extremas como propiciar la intimidación del ex ministro Trillo en el Parlamento" al que se ha "injuriado y calumniado". El dirigente popular exigió una rectificación al ex ministro de Defensa socialista José Bono por afirmar que el Gobierno del PP había enviado a los militares a la muerte para ahorrarse 6.000 euros. "Ha estado injuriando permanentemente", dijo, recordando también cuando acusó falsamente a dos militantes del PP de haberle agredido. "Todos los informes realizados han confirmado que no hubo ninguna irregularidad" en la contratación del avión, dijo Fernández de Mesa. "El PP ve con satisfacción que la justicia nos da la razón y demuestra que el Gobierno dijo la verdad". En cuanto a la investigación que aún sigue abierta sobre la identificación de los cadáveres, De Mesa dijo que "el PP está de acuerdo con todo lo que haga la Justicia". "El Gobierno del PP contó la verdad en todas las tragedias sufridas, todas las investigaciones están dando la razón al gobierno del PP", señaló, y comparó esta actitud con el oscurantismo del Gobierno del PSOE al "desmantelar" el accidente del Cougar sin dar explicaciones. "Esa es su forma de actuar, no dejar ninguna huella", afirmó y aseguró que la "sombra de la duda" está sobre el Gobierno del PSOE. Según Fernández de Mesa, todas las investigaciones han demostrado que el PP dijo la verdad también en el caso de Prestige o en la guerra de Irak. "Se demuestra que el PP siempre ha dado cara y asumido su responsabilidad mientras que el PSOE borra las huellas". Recordó como en el caso del accidente del Cougar, siendo Bono ministro de Defensa, se negó una comisión de investigación y "ni Bono ni los militares comparecieron en la comisión de Defensa del Congreso". Grande-Marlaska confirma el archivo de parte de la investigación sobre el YAK-42 --- --- Bono, tan embustero... ...como el Bambi, Zapatero. --- ---

93 Sherme, día

89# No, Soren, no, No son "masones dentro de la Iglesia", son fanáticos ANTIMASONES (jo, la que nos ha caído con las mentiras del Leo Taxil). La verdad es que yo estas cosas las tomo con mucha prevención... pero al parecer existen, sobre todo en Méjico... ya sabes las guerras crísticas y todo eso... pero no me extrañaría que la cosa siguiera... El juramento es este: ( la verdad es que no sé si es real o no): "“ Yo . . . En presencia del Todopoderoso Dios, de la bienaventurada Virgen María, del bienaventurado San Juan Bautista, de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, de todos los Santos, sagradas huestes del cielo, y de tí, mi Santísimo Padre, el Superior General de la Sociedad de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola, en el Pontificado de Pablo III, y continuada hasta el presente, por el vientre de la Virgen María, la matriz de Dios y el cayado de Jesucristo, declaro y juro que Su Santidad, el Papa, es Vicerregente de Cristo y que es única y verdadera cabeza de la Iglesia Católica o Universal en toda la Tierra; y que en virtud de las llaves para atar y desatar dadas a Su Santidad por mi Salvador Jesucristo, tiene poder para deponer Reyes herejes. Príncipes, Estados, Comunidades y Gobiernos y destruirlos sin perjuicio alguno. Por tanto, con todas mis fuerzas defenderé esta doctrina y los derechos y costumbres de Su Santidad, contra todos los usurpadores heréticos o autoridades protestantes, especialmente de la Iglesia Luterana de Alemania, Holanda, Dinamarca, Suecia y Noruega y ahora de la pretendida autoridad e Iglesia de Inglaterra y Escocia, y de las ramas de la misma, establecidas en Irlanda y en el Continente Americano y de todos los adherentes a quienes se considera como herejes y usurpadores, enemigos de la Santa Madre Iglesia de Roma”. “ Renuncio y desconozco cualquier alianza, como un deber, con cualquier Rey hereje, Príncipe o Estado, llámese protestante o Liberal y la obediencia a cualquiera de sus Leyes, Magistrados u Oficiales”. “Declaro, además, que las doctrinas de Inglaterra y Escocia, de los Calvinistas, Hugonotes, y otros de nombres protestantes o Masones son condenables, y todos los que no las abandonen”. “ Declaro, igualmente, que ayudaré, asistiré, y aconsejaré a todos y cualquiera de los agentes de Su Santidad, en cualquier lugar donde esté, ya sea en Suiza, Alemania, Holanda, Irlanda o América, o cualquier otro reino o territorio a donde vaya y haré todo lo que pueda para extirpar las doctrinas heréticas, protestantes o masónicas y para destruir a todos los pretendidos poderes legales y de cualquier clase que sean”. “ Prometo y declaro, no obstante que me es permitido pretender cualquier religión herética con el fin de propagar los intereses de la Madre Iglesia, guardar el secreto y no revelar todos los consejos de los Agentes, según sus instrucciones y a no divulgarlos directa ni indirectamente por palabras o escritura o de cualquier otro modo, sino a ejecutar lo que se ha propuesto y encomendado, y a lo que se me ordene por medio de ti, mi Santísimo Padre, o por cualquiera de esta Sagrada Orden”. “ Declaro, además, y prometo que no tendré opinión, ni voluntad propia ni reserva mental alguna; que como un cadáver obedeceré incondicionalmente cada una de las órdenes que reciba de mis superiores en la Milicia del Papa y de Jesucristo” “ Que iré a cualquier parte del mundo a donde se me envíe, a las regiones frígidas del Norte, a los espesos montes de la India, a los centros de la civilización de Europa o a las silvestres cabañas de los bárbaros salvajes de la América, sin murmuración o queja; y seré sumiso a todo lo comunicado”. “ Prometo y declaro que haré, cuando la oportunidad se me presente, guerra sin cuartel, secreta y abiertamente, contra todos los herejes, Protestantes, Masones, tal como se me ordene hacer, extirparlos de la faz de la Tierra, y que no tendré en cuenta ni la edad, sexo o condición, y colgaré, quemaré, destruiré, herviré, desollaré vivos a estos infames herejes. Abriré los estómagos, los vientres de sus mujeres, y con las cabezas de sus infantes daré contra las paredes a fin de aniquilar a esa execrable raza. Que cuando esto no pueda hacerse abiertamente, emplearé secretamente la copa de veneno, la estrangulación, el acero, el puñal o la bala de plomo sin tener en consideración, el honor, rango, dignidad ó autoridad de las personas, cualquiera que sea su condición en la vida pública y privada, tal como sea ordenado en cualquier tiempo por los Agentes del Papa o el Superior de la Hermandad del Santo Padre, de la Sociedad de Jesús ”. “ Para todo lo cual consagro mi vida, alma y todos los poderes corporales, y con la daga que recibo ahora suscribiré mi nombre con mi sangre en testimonio de ello, y si manifestare falsedad o debilidad en mi determinación, pueden mis hermanos y mis soldados compañeros de la Milicia del Papa, cortar mis manos y mis pies y mi cuello de oreja a oreja. Protesto abrir mi vientre y quemar azufre en él y aplicarme todos los castigos que se puedan sobre la Tierra, y que mi alma sea torturada por los demonios del Infierno para siempre”. “ Que daré mi voto siempre por uno de los Caballeros de Colón con preferencia a un protestante, especialmente a un masón y que haré que todo mi partido haga lo mismo; que si dos católicos están luchando, me convenceré quién defiende más la Santa Madre Iglesia, y daré mi voto por él”. “ No trataré ni emplearé a un protestante si está en mis facultades tratar o emplear a un católico. Colocaré a una señorita católica en familias protestantes, para que semanariamente rinda informes de los movimientos familiares de los herejes”. “ Que me proveeré de armas y municiones a fin de estar listo cuando se me dé la orden o me sea ordenado defender la Iglesia, ya como un individuo o en la Milicia del Papa”. “ Todo lo cual yo juro por la bendita Trinidad y el bendito Sacramento que estoy para recibir, ejecutar y cumplir este Juramento”. ============ De ser cierto... no me extraña lo de la "lucha a muerte"... pero, vamos, no me quita el sueño, ni el humor (a veces sí lo último)

94 Contable, día

SOBRE LA CONTRATACIÓN DEL AVIÓN Grande-Marlaska confirma el archivo de parte de la investigación sobre el YAK-42 El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha confirmado el archivo de la parte de la investigación sobre el YAK-42 relativa a la contratación del avión, al rechazar todos los recursos presentados contra su decisión, incluido el de los familiares de los 62 militares fallecidos. Sigue abierta la investigación por la identifición de los cadáveres. La Audiencia Nacional archiva la querella del Yak-42 al no existir un delito de imprudencia por parte de Defensa Noticia publicada el 23-08-2007 L D (EFE) En un auto al que tuvo acceso Efe, el magistrado insiste en que el sistema de contratación de la aeronave -a través de una agencia de la OTAN llamada NAMSA que luego subcontrató el transporte- es utilizado por muchos países y dice que "podrá ser discutido en mayor o menor medida (...), pero nunca valorado de arbitrario". Añade que las causas concretas del accidente, ocurrido el 26 de mayo de 2003 en Trebisonda (Turquía), "no se circunscribían de forma principal, ni siquiera como coadyuvante, al estado o mantenimiento de la aeronave", lo que resulta determinante a la hora de valorar la responsabilidad y su posible imputación a algún funcionario español. En este sentido, el juez afirma que, descartada la responsabilidad del Ministerio de Defensa, no cabe dirigir la investigación contra las empresas responsables del vuelo, ya que para que actuara la Audiencia Nacional sería exigible que al menos uno de los imputados fuera español, "sin que pueda establecerse o colegirse por tal motivo la pretendida jurisdicción universal". Grande-Marlaska atribuye el siniestro "a circunstancias de preparación del personal en relación a aterrizar en aeropuertos de la orografía del de Trebisonda" y a la "falta de sinergia entre la tripulación ante eventos de riesgo y cansancio de la misma". A pesar del archivo, el juez abrió la vía para que los familiares de los fallecidos reclamen una indemnización al Estado y sigue investigando en una causa separada las irregularidades cometidas en la identificación de los cadáveres de los militares fallecidos. --- --- Bono, tan embustero... ...como el Bambi, Zapatero. --- ---

95 Contable, día

Ahora, Bono, el inefable Bono, que nos explique por qué se personó en una manifestación a título de Esquirol, para reventarla. Bono, mentiroso y más falso que un €uro de goma. Bono el que juró por lo más sagrado que si salía elegido Presidente de Castilla la Mancha, jamás abandonaría el cargo, ni aunque le ofrecieran un Ministerio ni cualquier otro cargo... --- --- Y le ofrecieron el Ministerio --- --- Luego, todos saben más o menos qué pasó. --- --- Bono, tan embustero... ...como el Bambi, Zapatero. --- ---

96 Contable, día

Y hablando de Bono, ¿Qué pasa con el caso Seseña (Toledo)? ¿Qué pasa con el caso Ciempozuelos? ¿Qué pasa con el Hotel de la plaza del Juego de Pelota? --- --- Bono, tan embustero... ...como el Bambi, Zapatero. --- ---

97 Soren73, día

93 - Sherme, Decía que si eran masones, no por ser masones "per se" sino porque también debe ser una especie de fraternidad con sus ritos y ceremonias secretas. Simplemente. Lo del juramento, ¿estás seguro de que es el de los Caballeros de Colón y no de los Jesuítas? A fin de cuentas están jurando sobre "...el Superior General de la Sociedad de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola".

98 Contable, día

José Luis Rodríguez Zapatero (Zapo el Corto) dice que va a leer 1 libro. Y eso es noticia de Primera Magnitud en toda la Prensa. --- --- Perplejo. Perplejo. Perplejo me quedo. --- --- O, ¡es que no sabía leer, y aprendió recientemente? --- --- ¿Cuántos libros leo yo al cabo del año? No lo sé. No llevo la cuenta. Pero más de 1 por semana. Y al igual que yo, mucha gente con la que trato. --- --- ¿Cuánto textos técnicos, artículos,... caen por mis manos? Pues la respuesta tiene que ser similar a la anterior. --- --- Noticia tremenda el presidente del Bobierno empieza un libro. ¿lo acabará?

99 Sherme, día

89# Ma, si non é vero, é bon trovato: http://www.voltairenet.org/article123343.html desde luego , se explicaría con esa "adcripción" de estos sectarios los continuos ataques de estos (castella, Momia, Quixote, madriles... no creo que tigri ni sinro, ni Bremon ni los demás que no creo que sepan de qué va la vaina). El propio Momia ha dicho "que es su misión" combatir contra... vamos... si estos no son una SECTA (y perniciosa)... por mi madre, que yo soy bombero...

100 Sherme, día

97# no creo que los jesuitas hagan semejantes tonteras sectarias. Son gente mucho más seria y de verdadera valía. Moral y material. No estos alucinados. La sociedad es REAL y el juramento existe. En los USA y Méjico (ya sabes la preponderancia que tienen por esos sitios los "telepredicadores" y la pasta que manejan. Lo de América de arriba abajo es un alucine... hay sectas de todo pelaje y condición... de aquellos polvos, nos está llegando cada lodo... vamos, que ríete tú del "nacional-catolicimo"... niños de pecho comparados con muchos de estos... Fíjate tú la cantidad de veces que estos han proclamado que "hay que acabar con", "exterminar"... perseguir... expulsar... Y el menda, ¿cuándo ha dicho NADA de eso contra la Iglesia o los católicos? ¡¡¡¡N U N C A!!!! pues ni aun así... toma del frasco, Sherme, guerra "a muerte"... por "liberal" y por "masón", hagas lo que hagas y pienses como pienses...