Ahora que estamos en plena Feria de San Isidro, me ha llegado un librito magnífico e inesperado. Lo firma José Tomás, junto con otros muchos entre los que se encuentra Mario Vargas Llosa o Zabala de la Serna, y eso a mí ya me vale.

Diálogo con Navegante es una obra que habla de la tauromaquia, reflexiona sobre el toro y el hombre, la vida y la muerte. Y todo comienza con la escalofriante cogida de José Tomás en Aguascalientes (México) el 24 de abril de 2010.

Después de que un toro (de nombre Navegante, de 481 kilos de peso, de la ganadería de De Santiago) le quisiera quitar la vida, el diestro de Galapagar se enfrenta a sus miedos desde la cama del hospital, donde recibe la visita del morlaco, y se atreve a preguntarle directamente por qué. Y el toro le responde:

Te tocaba pagar otra vez por todo lo que te estábamos dando los toros. Para empezar, con nuestras embestidas le encuentras sentido a tu existencia. Estando ahí frente a nosotros, en el ruedo, te sientes más vivo; te puedes expresar toreándonos y juntos llegar al arte. Generas ilusión en la gente que acude a verte a la plaza, emoción cuando te acoplas a nuestras embestidas, te dan premios como este Paquiro. Todo tiene un precio como bien sabéis los toreros, nosotros cobramos cada cierto tiempo. Me tocó a mí el marrón de cobrarte a ti y aunque en mi instinto va el ataque, me costó un poco hacerlo. La verdad, sabemos que si no fuera por vosotros , los toreros, y porque existe la tauromaquia nuestra especie no sobreviviría. Además, iba contra mi imagen de toro para las figuras. Ya sabes lo que dicen algunos de nosotros, que somos cómodos e inofensivos. No veas lo que me entra por el cuerpo cada vez que les escucho hablar así. Pero en la plaza cada unos e comporta tal y como es, en la plaza no se puede fingir, en la plaza todo es de verdad.

Y de esta manera expone el torero, por voz del toro, lo que es para él la tauromaquia. Frente a José Tomás es Mario Vargas Llosa el que inicia un monólogo del toro sobre el enfrentamiento del animal y el hombre, o el hombre y el animal. Este texto lo escribió el premio nobel de literatura después de que volviera a nacer en los ruedos José Tomás en Nimes.

Una lucha, que es el toreo, sobre la que también escriben Araceli Guillaume-Alonso, Luis Abril, Paco Aguado, Natalia Radetich Filinich, Zabala de la Serna y François Zumbiehl.