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Dalí, calç i sorra

Si el otro día la sorra, hoy la calç:

–– No temáis a la perfección; nunca llegaréis a ella.

–– ¿Que Picasso es español? ¡Yo también! ¿Que es un genio? ¡Y yo! ¿Que Picasso es comunista? ¡Yo tampoco!

–– Siempre he dicho ––aunque la modestia no sea una de mis virtudes–– que si a alguien se le ocurriera compararme con Velázquez u otro pintor de su talla, mi obra parecería un auténtico desastre. Pero, comparado con los pintores contemporáneos, soy de lo mejorcito que hay. Incluso dejando de lado mi genio, lo que pasa es que los otros son tan malos...

–– ¡Ni hablar! ¡Me sublevo con todas mis fuerzas! ¡Exijo una vida en el más allá con persistencia de la memoria!

–– El hombre que más detesto en el mundo es Auguste Rodin, porque es el autor de una escultura abominable que representa a un pensador con la cabeza apoyada en las manos. En esa postura no es posible crear nada, a lo sumo se puede defecar.

–– Aragon: tanto arribismo para no arribar a ninguna parte.

–– "Salvador Dalí, ¿qué es un payaso?". "Un payaso es usted, un señor que da risa cada vez que hace una pregunta".

–– Hay que meter a la gente en la cárcel. Estoy a favor de las prisiones. El periodo más feliz de mi vida fueron los cuatro meses que pasé arrestado en España. Antes era un ser completamente libre, malcriado por mis padres, que me daban todo cuanto se me antojara. Pero vivía presa de una especie de ansiedad realmente angustiosa, ya que era incapaz de saber si convenía más que escribiera un poema en vez de hacer un dibujo o pintar un óleo, salir con chicas muy jóvenes o ser un poco pederasta. En suma, una angustia espantosa. En esas estaba, cuando me pusieron preso. Todas mis angustias se esfumaron en un solo día, y comencé a disfrutar de la vida como un sibarita.

S. D., en Iluminaciones y anécdotas tb.

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Cal i sorra, cal y arena, una de cal y otra de arena:

Nunca he en­ten­di­do esa ex­pre­sión, es decir, co­noz­co el sig­ni­fi­ca­do pero nunca he sa­bi­do cuál de los dos com­po­nen­tes es el bueno, ¿la cal o la arena? A mí las dos me pa­re­cen ba­su­ra como ob­se­quio.

La cosa es que he con­sul­ta­do a un par de per­so­nas y una vez plan­tea­da la duda me quedo igual, nadie tiene ni puta idea,

dice uno y ––oh la lá, uh, puag–– aporta una solución. Pero la explicación tiene que ver con la construcción ––¡arriba la rima en ón!––; con los componentes de la argamasa, con

un compuesto que se hacía con una palada de cal ––el material caro y más noble–– y otra de arena, lo más abundante y menos importante.

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Lecturas Compras, ayer, en la Cuesta de Moyano: Maigret en los bajos fondos (Simenon, Luis de Caralt, 1964, 3 €), La búsqueda de Dios. Un peregrinaje personal (Paul Johnson, Planeta, 1997, 8 €), La ceguera voluntaria. Los socialistas y el nacimiento del mito soviético (Christian Jelen, Planeta, 1985, 1 €).

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Aquí y aquí, los audios del programa del sábado. Libros reseñados: Vísperas sicilianas (Runciman), ABCdario (Ventura y Villamuza), Mil sitios que ver antes de morir (Schultz). (Y más ––Actualidad y El Vecindario––). Personaje entrevistado: Jorge Alcalde. Extranjero molestado: Rosanna Marchese. Y la Prosa Victoriana y el Aforismo y tal.

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5
comentarios
1 crico, día

Hola! he leído con atención y veo que seguís con Dalí, ¿hay por ahí algún libro sobre su vida del que nos vayais a hablar? Magnífico el programa del sábado y me gustó mucho la entrevista a Jorge Alcalde, se le entiende muy bien. Y Victor se superó en su prosa victoriana. Una pregunta para los que no somos de Madrid y por si voy ¿dónde está la Cuesta Moyano? ¿Cómo es que hay libros tan baratos?. Gracias.

2 Justivir, día

Querido Crico. A diferencia de mis hijos, yo tampoco soy de Madrid, por eso espero me tomes con humor el comentario. Para los que veníamos de los pueblos en tren, según te bajabas en Atocha (cuya magnífica cubierta era denominada por algunos “el tinao”) tenías a la derecha la impresionante fachada del Ministerio de Agricultura, otrora Fomento. Bueno, pues justo a espaldas de dicho edificio ministerial está la Cuesta de Moyano, una calle con numerosos puestecillos que suben desde la plaza de Atocha (oficialmente del Emperador Carlos V) hasta la entrada del Retiro. Esta divertida escena puede facilitarte aclaraciones adicionales: http://www.youtube.com/watch?v=cJnXMYy3Q2E El Ministerio es el edificio que se ve arriba a la derecha al final de la escena y la Cuesta de Moyano es hacia donde huyen Tony Leblanc y Ozores

3 crico, día

Muchas gracias Justivir por el rato que me has hecho pasar! Yo también "de provincias" a veces voy a Madrid. La próxima vez iré por allí y le diré a mi hija que ahora está allí estudiando que se de un paseo. Gracias. Por cierto muy interesantes las reseñas que han puesto tuyas en LD Libros.

4 Canterbu, día

Las frases de Dalí son muy buenas, desde luego. Pero creo que ni él mismo se creía lo que decía la mitad de las veces. ¿Que tenía ingenio para soltar frases brillantes y provocadoras? Sí. ¿Que era un gran pintor? También me lo parece, aunque eso ya es cuestión de gustos. Pero no pienso que fuera un genio, ni mucho menos que estuviera loco. Detrás tenía a Gala, que fue quien realmente le convirtió en un fenómeno de masas, en un provocador, en el Dalí que todos conocemos. Y por muy dominado que estuviera por ella, y aunque no le importara hacer el ridículo en el proceso, no era ningún tonto, ni estaba ido. Es, si acaso, un hombre que acabó creyéndose el papel que interpretaba. Me gustaría leer alguna buena biografía suya; lo que he leído sobre él iba más hacia el morbo y los detalles escabrosos que otra cosa.

5 jlh, día

Crico, ya que Justivir te ha explicado donde está la cuesta de Moyano, yo te explico por qué hay libros tan baratos: es que las casetas venden fundamentalmente (o exclusivamente) libros usados. Es una feria permanente de libros de segunda mano. Es muy entretenido ir por allí, pero yo creo que es mejor no ir a por algo en concreto, porque es muy difícil encontrar algo en concreto (al menos para mí). Lo suyo es darse un paseo tranquilamente, y si ves algo que te gusta, comprarlo. Y el peligro es que siempre que uno va ve muchas cosas que le gustan, por lo que acaba comprando. Así que si vas, que sepas que algo te acabarás llevando.