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Jean-Serge Nérin, la última víctima de ETA, y tres asesinatos más

Hacia las diez y media de la mañana del jueves 16 de marzo de 1978, era asesinado ESTEBAN BELDARRAIN MADARIAGA, cobrador del Peaje de El Gallo de la autopista Bilbao-Behobia, tiroteado por varios miembros de la banda terrorista ETA.  

Esteban se encontraba solo en su puesto de trabajo del peaje, a unos 12 kilómetros de Bilbao, donde cubría el servicio de diez de la noche a seis de la madrugada. Un camionero que llegaba en ese momento creyó oír unos disparos y observó cómo un coche arrancaba a gran velocidad. Al comprobar que el cobrador de la autopista yacía herido en el interior de su cabina avisó inmediatamente a la Policía Municipal de Galdácano. El herido fue trasladado al Hospital Civil de Bilbao, donde ingresó cadáver. El cuerpo presentaba seis impactos de bala, dos en las piernas, dos en la cadera, uno en el estómago y otro en un brazo.

Para cometer el atentado, los terroristas robaron previamente un taxi en el barrio bilbaíno de Achuri. El taxi utilizado por los etarras -con edades comprendidas entre los veinte y los veinticinco años- fue encontrado hacia las 00:30 horas de la madrugada del viernes por la Guardia Civil de Basauri muy cerca del lugar de los hechos, a un kilómetro de la salida de la autopista en la carretera nacional Bilbao-Vitoria.

En 1982 la Audiencia Nacional condenó a 12 años a Ernesto Alberdi Jáuregui como cómplice en el asesinato de Esteban. Alberdi Jáuregui esperó a los autores del asesinato en el alto de Bedia para facilitar su fuga. Alberdi integraba, con los otros tres terroristas, un grupo de ETA denominado Askatu.

Esteban Beldarrain Madariaga tenía 51 años y estaba soltero. Vecino de la localidad vizcaína de Castillo Elejabeitia, había sido teniente de alcalde en el Ayuntamiento de esa localidad. Según informaciones reflejadas en la prensa un año y medio antes, había protagonizado algunos incidentes que lo pusieron en el punto de mira de ETA. Concretamente se habló de que había disparado con una escopeta de caza contra una ikurriña en Galdácano y había hecho manifestaciones públicas en las que afirmaba que la bandera vasca no ondearía en el Ayuntamiento mientras él ocupase el cargo de teniente de alcalde. Por todos estos hechos había sido amenazado por ETA, y así lo había denunciado a la Policía. El 18 de marzo la banda terrorista reivindicó el asesinato de Esteban. Tras aludir a su personalidad anunciaron que atacarían a los "elementos antivascos de Euskadi", hasta expulsarlos e implantar un "Estado socialista, euskaldun e independiente".

Un año después, a las ocho menos cuarto de la mañana del 16 de marzo de 1979, ETA asesinaba en Bilbao a JOSÉ MARÍA MADERAL OLEAGA, empleado de Iberduero y exlegionario.

José María había salido de su domicilio, en la calle Urazurrutia, en torno a las 7:45 horas para dirigirse a pie hacia su trabajo en las instalaciones que la empresa Iberduero posee en la calle Tercio Ortiz de Zárate. A la altura del número 31 de la calle Bilbao la Vieja, tres encapuchados armados le salieron al paso. Al percatarse de la situación, el antiguo legionario pidió auxilio, momento en que uno de los agresores se adelantó, disparando varios tiros que lo alcanzaron en la cabeza y el tórax. Recibió siete impactos de bala y falleció casi en el acto. Testigos presenciales del asesinato manifestaron que los agresores huyeron a pie, atravesando el Nervión por el puente de La Merced.

José María Maderal Oleaga era presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Vizcaya, y hermano de Juan Maderal, legionario muerto en el barranco de Edchera (antiguo Fuerte Chacal) en Ifni (Sáhara) el 13 de enero de 1958. A Juan Maderal se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando por su valor en combate. En 1968 el Ayuntamiento de Bilbao acordó dedicarle una plaza en Erandio. Tal y como informaba ABC (01/09/1968) ETA intentó boicotear el acto haciendo circular octavillas en las que, erróneamente, se decía que Maderal luchó en la guerra civil matando vascos.

Personas allegadas a José María Maderal informaron de que hacía unos dos años había recibido amenazas de la banda terrorista. Tenía 49 años y regentaba un bar llamado El Legionario en la calle Conde Mirasol de Bilbao. El bar era propiedad de la Hermandad y punto habitual de reunión de sus quinientos socios. Natural de Bilbao, estaba casado con dos hijos.

El funeral en la iglesia de San Antón de Bilbao se celebró al día siguiente sin incidentes destacables. Al mismo asistieron, entre otros, Girón de Velasco, el presidente de la Hermandad Nacional de Caballeros Legionarios, y Pilar Careaga, exalcaldesa de Bilbao desde 1969 a 1977 sustituyendo a Javier Ybarra. Nueve días después, el 25 de marzo de 1979, Pilar sufrió un atentado terrorista en Guecho del que salió viva de milagro, pues una de las balas quedó alojada en el pulmón.

No habían pasado dos semanas del asesinato del directivo de Ferrovial, José Edmundo Casañ Pérez-Serrano, cuando poco antes de las cuatro de la tarde del sábado 16 de marzo de 1991 la banda terrorista ETA hacía explotar una bomba accionada a distancia al paso de un vehículo ocupado por cuatro agentes de la Guardia Civil en el barrio de Eguía de San Sebastián. Provocó la muerte de LUIS ARAGÓ GUILLÉN y heridas a otras cinco personas: sus tres compañeros, también guardias civiles, y dos transeúntes (padre e hijo).

Los cuatro guardias civiles habían estado comiendo juntos en un bar cercano al lugar en el que se produjo el atentado. Los agentes se encontraban fuera de servicio en el momento en que sucedieron los hechos y vestían de paisano.

Una vez acabada la comida se dirigieron hacia el cuartel que la Guardia Civil tiene en el barrio de Intxaurrondo. Cuando el vehículo -un Ford Escort de color blanco propiedad de uno de los agentes-, se encontraba entre el cementerio de Polloe y el campo de fútbol de Metigosetegui, miembros del grupo Donosti de ETA hicieron estallar una bomba que se hallaba adosada a una de las farolas. Según testigos presenciales, la explosión desplazó al coche unos treinta metros. 

La bomba, compuesta por unos ocho kilos de explosivo y metralla, había sido colocada, según indicaron testigos del hecho, por dos personas jóvenes pocos minutos antes de la explosión. Muy probablemente, los autores del atentado vigilaron a los guardias civiles en el lugar en el que los agentes estuvieron almorzando, y esperaron en las cercanías al paso del vehículo.

El cabo primero Luis Aragó Guillén falleció prácticamente en el acto al quedar atrapado entre los hierros del coche. Los heridos fueron los guardias civiles Pedro Samuel Martín García de 26 años y natural de San Sebastián; Miguel Ángel García Morillas, de 23 años, natural de Algeciras (Cádiz) y Jose Carlos Casillas Hernández de 21 años y natural de Cerezo de Abajo (Segovia).

Además, resultaron heridos de gravedad dos transeúntes: Víctor Montes Centol y su hijo Diego Montes Calle, de 12 años. El pequeño acababa de terminar un partido de fútbol en un campo ubicado a escasos metros de donde estalló la bomba. Tuvo que sufrir operaciones quirúrgicas muy complejas debido a la gravedad de las heridas en cara, abdomen y pierna derecha.

Luis Aragó Guillén tenía 28 años y era de Murero (Zaragoza), donde su padre, Maximiliano Aragó Cortés, era alcalde. Luis estuvo destinado en el destacamento de Tráfico de la Guardia Civil en Cariñena (Zaragoza) hasta marzo de 1990, cuando fue trasladado al País Vasco tras superar el curso de cabo.

El martes 16 de marzo de 2010 moría el gendarme francés JEAN-SERGE NÉRIN tras un intercambio de disparos con varios miembros de la banda terrorista ETA. Uno de ellos, Joseba Fernández Aspurz, alias El Guindi, fue detenido, pero los otros cinco consiguieron huir. Fernández Aspurz tenía antecedentes por terrorismo callejero.

Jean-Serge Nérin recibió varios disparos al tratar de impedir que los etarras robaran un coche en un concesionario de BMW, momento en que los terroristas abrieron fuego contra él. Según fuentes de la investigación Jean-Serge llevaba chaleco antibalas, pero la bala pasó bajo la axila y le destrozó la caja torácica. Falleció una hora después del tiroteo.

El gendarme muerto fue la primera víctima de las fuerzas policiales francesas asesinada por ETA y la duodécima víctima de la banda después de la ruptura de la tregua. Es, además, la última víctima mortal de la banda terrorista. Desde el 30 de julio de 2009, cuando una bomba lapa acabó con la vida de los agentes Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvà Lezáun en Palma de Mallorca, ETA no había vuelto a asesinar.

Aunque Jean-Serge era el primer policía francés asesinado por ETA, éste no ha sido el único enfrentamiento entre los etarras y los gendarmes. De hecho, ya se habían producido trece enfrentamientos más entre los terroristas y la Policía francesa.

El 4 de abril, la banda asesina emitió un comunicado, vía diario Gara, en el que acusaba a Francia de obligarle a asesinar al gendarme. Con su cinismo habitual, en el comunicado se dice que "el origen del enfrentamiento está en la actuación de la Policía francesa contra nuestros militantes y, por tanto, de ningún modo al revés. Ellos fueron los que se acercaron a los gudaris de ETA para secuestrarlos y fueron los primeros en disparar". Además exigían a Francia una "profunda reflexión" y señalaban la "borrachera represiva" del Gobierno español.

En enero de 2012 la Guardia Civil, en una operación conjunta con la Gendarmería francesa, detuvo en París a tres miembros de la banda terrorista ETA, armados y con documentación falsa, en la que fue la primera operación policial contra la banda del Gobierno de Mariano Rajoy tras las elecciones del 20 de noviembre de 2011. Entre los detenidos se encontraba Jon Etxeberria Oyarbide, al que fuentes del Ministerio de Interior vinculan con el tiroteo en el que murió asesinado Jean-Serge Nérin.

Además, está acusado de participar en varios actos de terrorismo callejero, igual que Joseba Fernández Aspurz, El Guindi -detenido tras el tiroteo que acabó con la vida del agente francés- y de pertenecer a Segi, la ilegalizada organización juvenil proetarra. Etxeberria perteneció al grupo Ustargi de ETA formado por chivatos de la banda que proporcionaban información a la misma sobre objetivos en la provincia de Álava. En 2001 fue detenido por la Guardia Civil y puesto en libertad bajo fianza, circunstancia que Etxeberria aprovechó para huir.

Jean-Serge Nérin, de 53 años, ejerció toda su carrera en la comisaría de Dammarie-les-Lys, en el departamento de Seine-et Marne. Nacido en Cayenne (Guayana), tenía cuatro hijos: una hija de 32 años, uno de 18 años y dos mellizos de 16. Le quedaban dos años para jubilarse.

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