El 29 de marzo de 1975 el subinspector de Policía JOSÉ DÍAZ LINARES salió de su domicilio de San Sebastián para dirigirse, como todos los días, a su trabajo. En ese momento, seis miembros de ETA, parapetados detrás de una furgoneta y armados con metralletas, le tirotearon hasta la muerte.
El 30 de marzo de 1976, ETA asesina al obrero VICENTE SORIA BLASCO en Placencia de las Armas (Guipúzcoa). Eran aproximadamente las ocho de la mañana y Vicente se dirigía a su trabajo en la fábrica Tornillos Ormaechea. Dos etarras le dispararon a muy corta distancia con una pistola, e inmediatamente huyeron en un coche. Mientras se alejaban, dejaron caer una granada de fabricación alemana, que no llegó a explotar porque tenía puesto el seguro. Dos horas después fue retirada por la Guardia Civil.
A media mañana del 31 de marzo de 1982 fallece en el Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián el policía nacional ANTONIO GÓMEZ GARCÍA, consecuencia del atentado que, cinco días antes, acabó con la vida del delegado de Telefónica en San Sebastián, Enrique Cuesta Jiménez, del que Antonio era escolta.
En la mañana del viernes 29 de abril de 1977 fue asesinado a manos de miembros de la banda terrorista ETA el sargento de la Guardia Civil ANTONIO GALÁN ACEITUNO durante un atraco al Banco Hispanoamericano de Tolosa. El guardia civil se encontraba en el banco porque, previamente, se había producido otro atraco en la sucursal bancaria. Ambos atracos fueron realizados por terroristas de ETA.
El 30 de abril de 1979 es asesinado en Oñate (Guipúzcoa) el guardia civil JUAN ANTONIO DÍAZ ROMÁN, adscrito al equipo de desactivación de explosivos de este cuerpo. Fue alcanzado de lleno por la onda expansiva de un artefacto que intentaba desactivar, colocado en el primer piso de un bloque nuevo de viviendas que se estaba construyendo en la calle Olakua del barrio de San Lorenzo de la localidad.
A las siete y cinco de la tarde del 29 de mayo de 1991, la banda asesina ETA lanzaba un coche-bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic (Barcelona), que quedó totalmente destruida. La explosión provocó la muerte directa de nueve personas. Dos guardias civiles: JUAN CHINCOA ALÉS y JUAN SALAS PÍRIZ; dos mujeres: NURIA RIBÓ PARERA, mujer del guardia civil Juan Chincoa, y MAUDILIA DUQUE DURÁN, suegra del guardia civil Juan Salas, también fallecido; y cinco menores de edad: FRANCISCO CIPRIANO DÍAZ SÁNCHEZ, de 17 años; MARÍA PILAR QUESADA ARAQUE, de 8 años; ANA CRISTINA PORRAS LÓPEZ, de 10 años; ROSA MARÍA ROSA MUÑOZ, de 14 años, y VANESSA RUIZ LARA, de 11 años. Además, el guardia civil en la reserva RAMÓN MAYO GARCÍA falleció al ser atropellado por una ambulancia que evacuaba a los heridos mientras prestaba auxilio a los afectados por la explosión.
A las seis y media de la tarde del 30 de mayo de 1985 la banda terrorista ETA asesina en Marquina (Vizcaya) de un tiro en la nuca a JOSÉ MARTÍNEZ PARENS, jefe de personal de la fábrica de armas Esperanza y Cía.
A las siete menos cuarto de la mañana del jueves 29 de junio de 1989, la banda terrorista ETA asesinaba en San Sebastián a GREGORIO CAÑO GARCÍA, chófer de Joaquín Aperribay, presidente de la Sociedad Anónima Placencia de las Armas (SAPA) y vicepresidente de la Real Sociedad Club de Fútbol. Tres horas antes de este atentado los terroristas lanzaron contra el cuartel de la Guardia Civil de la población guipuzcoana de Deba varias granadas de carga hueca, que no alcanzaron su objetivo.
A las nueve y veinte de la noche del 30 de junio de 1982, la banda terrorista ETA asesinaba al jefe de la Policía Municipal de Baracaldo (Vizcaya), JOSÉ AYBAR YÁÑEZ. Tres individuos dispararon contra él cuando, en compañía de varios amigos, se encontraba en el reservado de un bar, muy próximo al Ayuntamiento, jugando a las cartas. Aybar Yáñez solía acudir a ese local dos o tres veces a la semana, rutina que conocían sus asesinos, pues lo estuvieron vigilando durante varios días.
Horas después del asesinato de los policías Emilio López de la Peña y Miguel Ángel Saro Pérez, en torno a las once menos cuarto de la noche del 28 de julio de 1979, miembros de la banda terrorista ETA ametrallaban desde un Peugeot 404 la casa cuartel de la Guardia Civil en el barrio donostiarra de Herrera, alcanzando a tres agentes. Dos de ellos, el brigada MOISÉS CORDERO LÓPEZ y el agente ANTONIO PASTOR MARTÍN fallecieron horas después, el 29 de julio de 1979, en la residencia Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián. Un tercer guardia civil, José Álvarez Hillos, resultó herido, pero logró salir adelante.