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Todos somos Mitsotakis

Hoy se celebra el sorteo de lotería con más tradición, el Gordo de Navidad, así que déjenme que traiga a colación una anécdota reciente. En 2011, hace dos años, el Gordo cayó en la provincia de Huesca, y 16 millones de euros de ese premio fueron a parar a Sodeto, un pequeño pueblo oscense de unos 250 habitantes.

Las participaciones habían sido repartidas en la localidad por la Asociación de Amas de Casa, con la peculiaridad de que la lotería le tocó a todos los vecinos del pueblo... salvo a uno. Solo hubo un habitante que no compró lotería y al que no le tocó nada. Su nombre era Costis Mitsotakis, un cineasta griego que se afincó en Sodeto hace 11 años tras enamorarse de una chica oscense.

La historia de Mitsotakis dio la vuelta al mundo, como ejemplo de mala fortuna. Incluso se rumoreó que Disney estaba detrás de la historia para hacer una película. Y quien también se decidió a hacer un documental, porque para algo era cineasta, fue el propio Mitsotakis. Si buscan ustedes en Internet, podrán encontrar algún trailer de ese documental, llamado "Cuando tocó", en el que se narra cómo afectó la lotería a los habitantes del pueblo.

Pónganse ustedes en la piel del pobre Mitsotakis: le toca absolutamente a todos los que tienes a tu alrededor, y tú te quedas mirando cómo la suerte ha pasado por tu lado sin pararse.

En España, hoy en día, vivimos en una especie de Sodeto invertido. En lugar de que le toque la lotería a todo el pueblo, menos a uno, parece que la situación es la contraria: las penurias recaen sobre todo el pueblo, menos sobre unos pocos agraciados, que con crisis o sin ella, siguen viviendo estupendamente.

Sin entrar en el tema de la corrupción, lo cierto es que hemos construido un sistema en el que a determinados tipos de vecinos (dirigentes políticos, dirigentes patronales, dirigentes sindicales) parece haberles tocado uno de esos macrosueldos para toda la vida que sortean algunas marcas de productos de gran consumo.

Y si entramos en otro tipo de cuestiones, entonces ciertos personajes parecen tener conexión directa con el dios de los bombos. En una de sus declaraciones judiciales, Juan Antonio Roca, recientemente condenado a 11 años por el caso Malaya, le dijo al juez, para explicar el origen de su fortuna, que le había tocado la lotería 80 veces. Parecida suerte tenía Carlos Fabra, ex-presidente de la Diputación de Castellón, a quien le tocó 7 veces la lotería entre 2000 y 2011.

Decididamente, en España la suerte está mal repartida: ¡unos tanto y la inmensa mayoría tan poco! Casi todos haciendo economías, mientras algunos asan cada día una vaca sindical o de cualquier otro tipo.

A lo mejor es que los españoles somos todos Mitsotakis, tan desafortunados como para no comprar los décimos correctos en el momento oportuno, no lo sé. Pero no se preocupen ustedes: al menos podremos hacer, como Mitsotakis, extraordinarios documentales sobre la suerte que tienen algunos. Materia para elaborar guiones no nos iba a faltar.

En fin, queridos oyentes, que tengan ustedes mucha suerte hoy en el Sorteo de Navidad. Y ya verán cómo nuestra suerte cambia en este nuevo año que nos va a caer encima.

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