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Todos a la calle

El periódico El Mundo confirma hoy lo que todos venimos sospechando hace ya tiempo: que el caso oficial del 11-M se deshace como un azucarillo bajo el agua. De los dos presuntos autores materiales que estaban encarcelados, uno ha tenido que ser exculpado de las acusaciones de colocar las bombas en los trenes, porque los testigos no consiguieron identificarle en las ruedas de reconocimiento. Ya sólo queda la cabeza de turco oficial, Jamal Zougham, y las pruebas que hay contra él son unos reconocimientos de testigos efectuados después de que Zougham fuera detenido por algo que no hizo (vender la tarjeta de teléfono encontrada en la mochila de Vallecas) y después de que la foto de Zougham se aireara convenientemente en los medios de comunicación. A menos que su abogado sea un perfecto inútil, Zougham saldrá a la calle sin condena alguna.

Con lo cual, los muertos en Leganés cargarán con toda la culpa y habrá una serie de condenas leves para algunos otros imputados, como Suárez Trashorras (que saldrá de la cárcel a toda velocidad debido a la esquizofrenia que padece) y Rafa Zouhier (cuya implicación es tangencial y que ya anda presumiendo por la cárcel del dinero que le han prometido por comerse el marrón). Y los mismos que gritaban "¡Queremos saber!" a las puertas de las sedes del PP el 13 de marzo cruzarán angustiados los dedos para que las víctimas de los atentados del 11-M traguen con esta burla sin alzar la voz.

Tampoco hay que sorprenderse de que las cosas estén así después de casi dos años de investigaciones. Es lo que suele suceder cuando las investigaciones se dirigen no a buscar a los culpables, sino a preparar una serie de convenientes cortinas de humo y unos cuantos cabezas de turco voluntarios o involuntarios. Dice El Mundo en su editorial que los agujeros del 11-M, lejos de desinflarse, son cada vez más voluminosos y así es. Pero, ¿va a hacer alguien algo al respecto?

El gobierno se ha instalado en el dontancredismo. No es ya sólo que se les haya acabado el deseo de saber (deseo que, en realidad, jamás tuvieron) , sino que tratan por todos los medios de que se hable del 11-M lo mínimo imprescindible. Para muchos medios de comunicación, el 11-M parece no haber existido nunca. En cuanto al Parlamento... Pese a las apabullantes evidencias de que nos han mentido descarada y reiteradamente a todos los españoles, el Parlamento ha cerrado su Comisión de Presunta Investigación con unas conclusiones sonrojantes, sin siquiera entrar a analizar ni una sola de las numerosísimas dudas existentes. En estas circunstancias, ¿existe alguna esperanza?

Pues yo creo que sí. A pesar de los pesares, creo que el juez Del Olmo intenta realmente averiguar la verdad. Creo que es un juez honesto y competente, que ha tratado sinceramente de abrirse camino entre los numerosos señuelos y trampas que le han tendido quienes no quieren que sepamos la verdad. Pero el juez Del Olmo es también un ser humano, y es difícil asomarse a ciertos abismos cuando no hay nadie para agarrarte en caso de que resbales. Y no parece que nadie esté por la labor de echarle una mano. Entonces, ¿dónde está la esperanza?

Pues la esperanza está en todos y cada uno de los que leen este blog, en todos y cada uno de los que siguen las informaciones sobre el 11-M que publican los distintos medios independientes y en todos y cada uno de los que, a pesar de todo, no están dispuestos a tragar con una mentira oficial ni van a permitir que el 11-M se olvide. La esperanza está en tí, que estás leyendo estas líneas.

Hazte la siguiente pregunta: ¿he hecho yo algo para ayudar al juez y a los medios de comunicación independientes y así evitar que esta burla se consume? Si la respuesta es que no, empieza a movilizarte, porque sin tí ni los medios ni el juez podrán hacer nada. Tu voz es el mejor de los testimonios posibles. Haz que sean conscientes de que somos muchos los que todavía seguimos queriendo saber.

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