Menú

Rita Barberá y la hipocresía

Tal como dice la Constitución, el Senado de España está formado por dos tipos de senadores. Aproximadamente un 80% (208 senadores) son elegidos por nosotros, los ciudadanos de a pie. Aunque no existe obligación constitucional de hacerlo, las elecciones al Senado coinciden con las del Congreso de los Diputados.

El restante 20% del Senado (58 senadores) no son elegidos por los ciudadanos, sino designados por los parlamentos de las comunidades autónomas. A cada comunidad le corresponde un número distinto de senadores, según su población. Así, por ejemplo, el parlamento de la Comunidad Valenciana designa 6 senadores, mientras que el parlamento de Cataluña elige 8.

En la práctica, en lo que se ha convertido esa parte del Senado no elegida por los ciudadanos es en un cementerio de elefantes, que los partidos políticos usan para mandar al retiro a políticos que han perdido su puesto. O peor aún, que los partidos políticos emplean para aforar a compañeros sobre los que pesa la amenaza de alguna investigación.

Así, hemos visto cómo los partidos usaban los senadores de designación autonómica para “aparcar” en el Senado a Rita Barberá, a José Montilla, a Marcelino Iglesias o a José Antonio Griñán.

En concreto, a Rita Barberá se la designó para el Senado en una sesión de las Cortes Valencianas del pasado 22 de julio de 2015, en la que fueron nombrados otros cinco senadores más. Del PP se eligió a dos (Rita Barberá y Alberto Fabra), que recibieron cada uno 31 votos, los mismos que diputados tiene el PP en el parlamento valenciano. Del PSOE se eligió a Joan Lerma, con 23 votos del grupo socialista. De Compromís se eligió a Carles Mulet, con 17 votos de su grupo. De Ciudadanos se eligió a Luis Crisol, con los 13 votos de Ciudadanos. Y de Podemos se eligió a Pilar Lima, con 13 votos de sus compañeros de partido.

Fíjense en un detalle curioso: si tanto Fabra como Rita Barberá recibieron 31 votos, quiere decir que cada parlamentario autonómico del PP votó a los dos. Luego eso quiere decir que cada parlamentario autonómico puede votar a más de uno de los candidatos a senador. Sin embargo, los restantes grupos de la cámara, que podían haberse puesto de acuerdo en intercambiar apoyos, para que al menos Rita Barberá no fuera la más votada, votaron exclusivamente a sus propios candidatos. ¿Qué nos dice eso? Pues que el pacto no escrito consiste en repartirse los senadores de designación autonómica en función del número de escaños que cada uno tiene en el parlamento. Si Rita Barberá fue designada como senadora con el mayor número de votos en el parlamento valenciano, fue porque a PSOE, Compromís, Ciudadanos y Podemos les dio la gana. Porque todos ellos respetan el pacto no escrito para repartirse el bacalao.

Así que, en la práctica, los senadores de designación autonómica son elegidos a dedo por sus respectivos partidos. La designación por parte del parlamento autonómico es un mero trámite, consistente en dar por buenos los nombres que cada partido propone.

¿Han escuchado Vds a alguna fuerza política, como por ejemplo Ciudadanos y Podemos, exigir que se acabe con ese vergonzoso sistema de mercadeo de puestos de senador? No solo no han dicho ni mu, sino que han entrado en el juego de nombrar ellos los senadores que les tocan en el reparto.

No solo eso, sino que si se van Vds al pacto de investidura suscrito por PP y Ciudadanos, se encontrarán un punto en el que se pide transformar el Senado en una “cámara de representación territorial pura”, es decir, que los españoles dejemos de elegir senadores y que TODOS los senadores pasen a ser designados por los parlamentos autonómicos. Es decir, por los partidos políticos. De prosperar el acuerdo de investidura de PP y Ciudadanos, todos los senadores serían elegidos por el mismo mecanismo que Rita Barberá.

Lejos de regenerar la vida pública, acabando por ejemplo con los senadores de designación autonómica, parece que lo que se persigue es dar todavía más posibilidades a los partidos de aparcar en el Senado a políticos en desuso o a presuntos delincuentes.

¿Alguien me puede decir a qué narices están jugando los partidos que supuestamente venían a renovar nuestra democracia?

Herramientas

0
comentarios