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Pleno al cero de la izquierda progre

Ayer planteamos en el programa una encuesta sobre el denominado pin parental. Le preguntamos a los oyentes, en concreto, "¿Está usted de acuerdo con que se pida a los padres autorización antes de dar a los niños ninguna charla de carácter moral en los colegios? ".

Pocas veces hemos tenido una respuesta tan abrumadora en una tuitencuesta. Más del 95% de las 3.800 personas que respondieron lo hicieron afirmativamente. Solo un 4,5% manifestó su desacuerdo con que se consulte a los padres. Lo cual viene a demostrar que esto del pin parental es uno más de esos temas donde la sociedad va por un lado y los partidos políticos por otro.

Por eso la batalla de la opinión pública está ganada en este asunto: cuando a la gente le dices que opte entre la libertad de elegir y las imposiciones, suelen preferir la libertad de elegir. Qué raros son estos seres humanos, ¿verdad?

Y lo que son curiosos son los efectos de este tipo de polémicas, porque lo que el PSOE está consiguiendo es que los de Vox, con Santi Abascal al frente, aparezcan como los abanderados de la libertad. ¡Tanto esfuerzo en presentarlos como unos fascistas peligrosos, para al final regalarles la imagen de defensores de los derechos de la gente frente a las imposiciones de los políticos! No se puede ser más torpe que esta izquierda progre.

Y no solo eso: Sánchez ha conseguido desnudarse a sí mismo, haciendo que afloren de golpe las contradicciones. Su anuncio de llevar la decisión del gobierno murciano a los tribunales hace que su apuesta por "desjudicializar" lo relativo al ‘procés’ quede como lo que es: un regalo a los que humillan e insultan a diario a España y a los españoles.

Con lo cual, la izquierda progre ha conseguido un "pleno al cero": queda como totalitaria, sitúa a Vox como defensor de la libertad y se autodesmonta su discurso sobre el tema catalán. ¿Quién podría pedir más?

Lo cual nos lleva a la conclusión final. Al contrario de lo que ha sucedido en los últimos 15 años, hay que dar todas las batallas ideológicas. Todas. Porque ganarlas es mucho más fácil de lo que parece. La izquierda progre, con su tendencia a la ingeniería social, es ordenancista por definición. Por no mencionar su pasión por aprovechar cualquier cosa para montar un chiringuito. Ambas cosas (imposiciones y tendencia al chiringuito) tienen muy mala prensa. Aprovechémoslo.

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