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Pero... ¿hay algo que cuadre?

Fernando Múgica publica hoy un artículo antológico dentro de su excelente serie de Los agujeros negros del 11-M. En el artículo, analiza y desmonta de manera inmisericorde las declaraciones del menor apodado El Gitanillo, que hasta el momento constituían una de las cada vez más escasas piezas de convicción dentro del sumario del 11-M. En lo que ese menor había contado se basaba hasta ahora todo el relato oficial sobre el transporte de los explosivos.

La instrucción entera del sumario, tal como se había pretendido originalmente encauzarla, se desmorona a ojos vistas. Si damos por buena la versión oficial, nos encontramos con que no tenemos pruebas de quién puso las bombas, no tenemos pruebas de quién las fabricó, no tenemos pruebas de qué explosivos se usaron, no tenemos pruebas de si hubo un transporte desde Asturias, no tenemos pruebas de quién ideó el 11-M, no tenemos pruebas de nada... Y recomiendo a los lectores que estén atentos a futuras revelaciones, porque nos esperan unas cuantas sorpresas.

Durante dieciocho meses, se ha estado intentando llevar al juez en una línea que respaldara la versión oficial y, a medida que pasa el tiempo, esa versión oficial se va quedando... en nada. Las contradicciones y lagunas existentes en el sumario son tantas y tan flagrantes que es imposible, a estas alturas, construir un relato de los hechos mínimamente sólido sin entrar a cuestionar esa versión oficial. Ninguna de las cabezas de turco va a poder ser condenada; ninguno del medio cente- nar largo de pequeños delincuentes a quienes se ha detenido para mantener entretenido al juez va a poder ser juzgado por nada relacionado con el 11-M.

Al paso que vamos, terminarán intentando sostener que los únicos responsables de la masacre son los siete muertos de Leganés. Aunque me temo que hasta esto lo van a tener difícil. Uno de los lectores de este blog resumía la situación con una excelente frase: los responsables del 11-M no están ni lejos, ni muertos. Confiemos en que el juez Del Olmo tome definitivamente las riendas de la investigación, termine apartando las cortinas de humo que le han puesto delante y pueda responder a la pregunta aún no resuelta: ¿Quién ha sido?

SOBRE LOS COMENTARIOS DE LOS LECTORES

Para Jalls: Sobre las dos primeras preguntas que planteas, me temo que no soy un experto en esos temas. En cuanto a la tercera, yo diría que la operación 11-M se planificó cuidadosamente a lo largo de muchos meses, aunque la decisión definitiva de atentar probablemente no se tomó hasta mediados de febrero. Pero eso no son más que hipótesis... Todavía queda mucho por investigar antes de saber a ciencia cierta cuánto tiempo se necesitó para preparar el 11-M.

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