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¿Móviles encendidos o apagados?

Cuando el policía municipal Jacobo Barrero sacó una mochila bomba de uno de los vagones de la estación de El Pozo, la depositó en el andén y fue a buscar ayuda. Además de Jacobo Barrero, contamos con otros cuatro testigos que vieron esa mochila y (con mayor o menor grado de detalle) su contenido. Después de que Jacobo Barrero la sacase, fueron dos policías nacionales de la sección motorizada los que procedieron a alejar a la gente y acordonar el artefacto. Posteriormente, dos tedax se encargaron de neutralizar aquella mochila.

Hace pocas fechas, La Nueva España comentaba la noticia de que los dos policías nacionales (ambos de origen asturiano) de la sección motorizada habían sido condecorados, y publicaba una entrevista con ellos. Podéis encontrar el enlace aquí.

Me gustaría que os fijarais en particular en un párrafo de las declaraciones de los dos agentes. Me refiero al que dice:

"Los Tedax nos confirmaron que mientras estuvimos allí el teléfono móvil que debía hacer detonar la mochila sonó tres veces. Pudimos volar por los aires, pero en ese momento no piensas en que puedes quedarte allí... O quizás sí, y por eso te afanas en tu labor de señalar el artefacto, acordonar la zona y alejar del lugar a todo el mundo".

Es decir, esos dos testigos afirman que, según los Tedax, el teléfono de la mochila de El Pozo NO estaba apagado, sino que era capaz de recibir llamadas. En otras palabras: a diferencia de la mochila de Vallecas, donde el teléfono se usaba en modo alarma (y estaba apagado), lo que había en la mochila de El Pozo era un móvil encendido, preparado para activar la explo- sión por una llamada.

Otro dato más que apuntar a la ya larga lista de incoherencias entre la mochila de Vallecas y la de El Pozo.

SOBRE LOS COMENTARIOS DE LOS LECTORES

A Navauser: Gracias por los enlaces sobre la conexión navarra.

A Jonás Gutiérrez: Me llama mucho la atención un detalle de la crónica sobre la reconstrucción de la (mitad de la) cabeza de Allekema Lamari: "querían poner nombre a aquel resto humano cuyo ADN no correspondía con el de ninguno de los otros seis terroristas de Leganés y tampoco casaba con ningún otro frag- mento recuperado de entre los escombros". ¿Tanto se pulverizó el cuerpo de Lamari que no pudo encontrarse ningún otro resto suyo?

A Klingsor: Es una de las preguntas que tenemos por contestar: ¿Quién fabricó y "colocó" la mochila de Vallecas? Yo también creo que fue alguien que contaba con información privilegiada y de muy primera mano.

A Rolan: Hablaremos más extensamente de alguno de los comentarios que realizas, pero hay uno que no quiero dejar pasar. Dices, al hablar del tema de los dos confidentes cuyo nombre aún no ha trascendido, que seguro que he lamentado que esas afirmaciones se hicieran a micrófono abierto. No veo por qué habría de lamentar semejante cosa. Si te refieres a que se trata de una noticia jugosa, he de confesarte que carezco totalmente de sentido posesivo en cuanto a las noticias del 11-M. Cuantas más noticias interesantes saquen otros medios, mejor. Menos trabajo quedará por hacer.

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