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Me importa un bledo el 1 de octubre

No, lo siento. La fecha del 1 de octubre no es importante. Ni lo más mínimo. La fecha que me preocupa es el día 2.

El día 1 de octubre, los separatistas han amenazado con llevar a cabo un referéndum ilegal. No podrán hacerlo. Precisamente porque es ilegal. A lo máximo que podrán aspirar los separatistas es a sacar algunas urnas en algunos ayuntamientos, usando ilegalmente alguna lista censal y a realizar un simulacro de votación, sin miembros de mesa legalmente designados y sin interventores de los partidos. Es decir, en el caso peor, lo que los separatistas podrían conseguir es repetir la charlotada del 9-N.

Y sí, soy consciente de lo humillante que sería para España, y lo dañino que resultaría para el estado de derecho, que repitieran la charlotada. Pero eso es problema de Rajoy. Le pago un sueldo como presidente de gobierno, entre otras cosas, para que evite tanto los delitos como las afrentas a la Nación. Así que si vuelve a tolerar un simulacro de referéndum, será Rajoy quien tenga que asumir el desgaste. España seguirá aquí después del 1 de octubre, tanto con charlotada, como sin ella, así que no corre ningún peligro real en esa fecha. Por tanto, que se preocupe Rajoy por el 1 de octubre y por cómo evitarlo.

A mi lo que me preocupa es el día siguiente, el día 2. Que es cuando España corre un verdadero peligro. Y ese peligro no viene de los separatistas, que son tanto más irrelevantes cuanto más al margen de la ley se sitúan. El verdadero peligro procede de los partidos supuestamente nacionales, que usarán la charlotada del día 1 de octubre para volver a impulsar reformas constitucionales que intenten dar más poder aun a las comunidades autónomas.

Lo he dicho muchas veces en este programa: si los separatistas son un problema es porque los partidos nacionales no solo se lo consienten, sino que les financian. Y si los partidos nacionales financian los desafíos al estado es porque usan a los separatistas PRECISAMENTE para justificar las pretendidas reformas constitucionales.

Si no existiera la tensión separatista, no habría manera de vender a la opinión pública española una confederalización de España que para lo único que sirve es para acabar con la soberanía nacional y para blindar los diecisiete chiringuitos autonómicos. De hecho, la resistencia a esas reformas en la sociedad española (especialmente entre el electorado del PP, pero no solo en ese segmento) es tan grande, que nuestra clase política está necesitando llevar la tensión separatista a extremos casi insoportables, para ver si así nos dobla la mano. Básicamente, se trata de llevarnos hasta el borde del abismo de la confrontación civil, con el fin de que sea el miedo a esa confrontación el que acabe por hacernos ceder.

Básicamente, lo que nos están diciendo es: "¿Veis? El problema catalán es de extraordinaria gravedad, así que no queda más remedio que reformar la Constitución para acabar con él, desmantelando el estado todavía más". Lo que ocultan, cuando dicen eso, es que son ellos mismos los que han financiado y alentado ese supuesto "problema catalán".

Es por eso por lo que no me preocupa ni poco ni mucho lo que suceda el 1 de octubre. El 1 de octubre es solo la escenificación que necesitan los tres partidos nacionales (PP, PSOE y Ciudadanos) para intentar metérnosla doblada el día 2 de octubre. Y es por eso por lo que reservo mis fuerzas para ese día 2 de octubre. Porque si nuestra clase política cree que vamos a dejar que acaben con la soberanía nacional por el procedimiento de blindar los chiringuitos autonómicos, está muy equivocada. Si la clase política piensa que no nos hemos percatado de cómo usan el separatismo como arma de presión sobre la sociedad española, está muy equivocada. Si la clase política piensa que vamos a dejar que nos cuelen una reforma constitucional por la puerta de atrás, está muy equivocada.

El día 2 de octubre, cuando haya pasado la charlotada que VOSOTROS consentís y financiáis, nos veremos las caras.

Un último apunte: he dicho que no me preocupa en absoluto lo que pase el 1 de octubre y no estoy siendo totalmente sincero. Hay un aspecto que sí que me parece preocupante. Para poder aumentar la tensión separatista, han tenido que permitir que una parte pequeña, pero significativa, de la sociedad catalana llevara su odio a España hasta extremos patológicos. Sin radicales, ¿cómo iba a haber auténtica tensión separatista? Pero el problema, cuando uno cría monstruos, es que esos monstruos terminan adquiriendo vida propia. Y los radicales acaban por creerse el cuento de la independencia. Así que, de aquí al 1 de octubre, podríamos vivir episodios de tensión que terminaran degenerando en violencia, si los maestros titiriteros pierden el control de las marionetas.

Si eso sucediera, si en Cataluña se desatara la violencia, los responsables últimos seríais vosotros, maestros titiriteros. Porque sois vosotros los que habéis alimentado al monstruo. Porque sois vosotros los que habéis estado financiando el separatismo, ya que os venía bien para vuestros fines. Porque sois vosotros los que habéis querido hacer del separatismo una herramienta de manipulación de la opinión pública española.

Vosotros sois los productores, guionistas y directores de esta larguísima y aburridísima obra de teatro. Así que seréis vosotros los que tendréis que cargar con las consecuencias, y con la culpa, si la farsa termina degenerando en tragedia.

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