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Análisis de situación (IV): El búnker

Decíamos en el artículo anterior que el colapso del actual sistema de bipartidismo imperfecto (PSOE + PP + nacionalistas) es algo que se admite ya como posibilidad en todos los despachos, y que las líneas de defensa y los planes de contingencia se están trazando desde hace muchos meses.

Para tratar de entender por dónde van los tiros, permítanme que simplifique las cosas y que clasifique a los distintos actores existentes en tres grupos diferenciados: el búnker, los tácitos y la oposición democrática. Analizaremos por turnos el papel de cada uno de esos grupos.

El búnker

Por supuesto, el actual régimen no va a disolverse sin presentar batalla. Permítanme que, para simplificar, utilice la palabra "búnker" para referirme a aquellos sectores interesados en que el actual régimen sobreviva con su configuración actual. Ante la posible debacle que auguran las encuestas, las líneas de defensa son varias.

1) Recuperación económica. El búnker esperaba que la dinamización de la economía internacional tiraría hacia arriba de la economía española. Eso hubiera permitido presentar un balance positivo del gobierno de Rajoy y habría hecho posible recuperar algo del crédito perdido. Sin embargo, la línea de defensa en la que más se confiaba se está desmoronando, porque la recuperación, ni está, ni se la espera. Como mucho, a lo único que se aspira ya es a llegar a 2015 con unas mejores magnitudes macroeconómicas, pero sin que la gente de la calle llegue a percibir aún una mejora de su nivel de vida.

De todos modos, de aquí a 2015, los medios de comunicación fieles, a uno y otro lado del espectro político, harán lo posible por vender cualquier dato que permita transmitir optimismo. El efecto electoral será limitado, pero todo ayuda.

2) Polarización derecha-izquierda. El búnker no puede permitir que se llegue a las elecciones europeas con la imagen de una ciudadanía enfrentada a una casta corrupta, ineficiente y egoísta. Si el debate político sigue centrado en la dicotomía casta-ciudadanos, no se va a poder evitar el desastre. En consecuencia, es necesario hacer todo lo posible porque el debate político se centre en la dicotomía derecha-izquierda, para poder movilizar de nuevo a los electores en favor del PP y el PSOE.

Cuando escuchen ustedes al PSOE hablar de romper acuerdos con la Santa Sede, no se equivoquen: al PSOE le importa un bledo el tema; ni siquiera lo hace para movilizar a su propio electorado, sino para movilizar al electorado del PP. De la misma forma, el PP corresponderá amagando con cosas como la ley del aborto, que induzcan a movilizarse a los electores del PSOE. PP y PSOE harán todo lo posible, en los próximos meses, por resucitar el voto del miedo: "Es posible que yo no te guste, pero si no me votas a mí, ganarán los otros".

Pero esta línea de defensa, como sucedía con la anterior, tiene una efectividad limitada. Puede funcionar con una parte del electorado, pero a la mayoría de la gente resulta difícil venderle que la política es una pelea PP-PSOE, cuando acaba de ver a los supuestos "contendientes" repartiéndose sin rubor, por ejemplo,  los puestos judiciales.

3) Caras nuevas. La tercera línea de defensa es algo más efectiva. La renovación de caras, por muy ficticia que sea, siempre permite recuperar fuelle. Ha funcionado parcialmente con la operación Susana Díaz, cuyo nombramiento ha logrado detener momentáneamente la caída en intención directa de voto del PSOE. En los próximos meses, Rajoy jugará con la baza del cambio de gobierno, para llegar a las europeas con aires supuestamente renovados. Probablemente la crisis de gobierno se produzca en enero o febrero de este año entrante, tal como señalan diversas fuentes.

El PSOE podría intentar jugar, en el mismo sentido, con sus propias primarias, pero el actual guirigay interno hace que ese movimiento resulte arriesgado. Si se celebran las primarias socialistas antes de las europeas y salen mal, el resultado podría ser contraproducente.

4) Coincidencia electoral. Si todo lo demás fallara y el desgaste de los dos partidos mayoritarios continuase, existen soluciones para intentar evitar que las próximas elecciones europeas se conviertan en una debacle para PP y PSOE. Una de ellas es hacer coincidir las europeas con otras elecciones que sí animen a los electores más fieles de ambos partidos a acudir a las urnas.

En caso de emergencia, no se dudaría en convocar las generales para 2014, pero esa medida parece aún excesivamente drástica. Lo que ya se está barajando seriamente es hacer coincidir las europeas con las elecciones autonómicas andaluzas. Eso permitiría centrar la campaña en Andalucía (y, por tanto, en el duelo PP-PSOE) y quitar el foco de unas elecciones europeas en las que el debate se plantearía entre casta política y ciudadanía.

También se está barajando adelantar las generales de 2015 a la primavera, para hacerlas coincidir con las municipales y autonómicas, aunque no habrá decisión al respecto hasta ver cómo evolucionan las encuestas de aquí a fin de año.

5) Modificaciones legales. En último término, determinadas modificaciones legales pueden ayudar a blindar el actual sistema. De un lado, ciertos engendros como la nueva Ley de Seguridad Ciudadana pretenden poner sordina a la crítica y las protestas sociales. Pero quizá el movimiento de mayor alcance sean las modificaciones de las leyes electorales que se están acometiendo en diversas autonomías. Aunque se intenta vender la reducción del número de diputados autonómicos como una medida de ahorro, en realidad el objetivo es otro bien distinto: evitar la entrada de nuevas fuerzas en esos parlamentos, por el procedimiento de hacer más difícil el obtener un escaño.

¿Quiénes componen el búnker? No se trata, claro está, de un sector monolítico. Dentro de él hay grupos y personas con muy distintos intereses. Por supuesto, están en él las actuales cúpulas dirigentes de los dos grandes partidos, junto con sus aliados nacionalistas tradicionales. Como también lo está un importante sector del empresariado, el más próximo al poder político, que ve peligrar su posición en caso de que el actual sistema colapse.

El búnker cuenta con medios de comunicación potentes a izquierda y derecha, y cuenta con la presión que puede ejercer sobre el resto de los medios menos adictos. Y lo más importante: cuenta con el Boletín Oficial de Estado y con recursos públicos ilimitados. Pero, como la Historia demuestra, el monopolio del poder no garantiza necesariamente la supervivencia.

En el próximo artículo pasaremos revista a lo que está sucediendo en el campo de la oposición democrática.

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