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¿Algún psiquiatra en la sala para mis pobres progres?

Ayer les comenté en las noticias el anuncio a toda página que la sección radical del "sindicato de la ceja" estadounidense ha puesto en el New York Times, animando a la movilización para impedir la toma de posesión de Trump.

Permítanme que les traduzca el manifiesto completo, porque no tiene desperdicio. Dice así:

¡No! ¡En nombre de la Humanidad, nos negamos a aceptar una América fascista!

Donald Trump, el presidente electo, ha preparado un régimen gravemente peligroso. Millones de personas en los Estados Unidos y en todo el mundo están presas de una ansiedad, un miedo y un asco profundos. Nuestra angustia es justa y razonable. Nuestra rabia debe ahora transformarse en una resistencia masiva - antes de que Donald Trump tome posesión y tenga todos los resortes del poder en sus manos.

Si no nos levantamos ahora a millones, con determinación y audacia, para parar esto, las consecuencias para la Humanidad serán desastrosas. Nosotros, los abajo firmantes, sabemos en lo profundo de nuestro corazón la catástrofe que se abatirá sobre las gentes de todo el mundo si el régimen de Trump/Pence asume todo el poder.

Hacemos, por tanto, un llamamiento a un Mes de Resistencia que alcance su culmen el 20 de enero de 2017, día de la toma de posesión.

Puesto que nos negamos a aceptar una América fascista, millones de personas deben alzarse para resistir, con una determinación tan profunda que provoque una crisis política que impida que el régimen fascista de Trump/Pence consolide su poder de gobierno sobre la sociedad.

La presidencia de Donald Trump es ilegítima.

Donald Trump no ganó en voto popular. Ni siquiera estuvo cerca, porque perdió por casi 3 millones de votos. Ganó en el Colegio de Compromisarios, una institución creada en 1787 para defender la esclavitud.

Aún más importante: es el carácter fascista del régimen de Trump/Pence, y lo que planean hacer, lo que lo convierte en ilegítimo y en un peligro inmoral para el futuro de la Humanidad y de la propia Tierra.

Desde cualquier punto de vista, Donald Trump es un fascista. Ha preparado un régimen que llevará a cabo este programa, o incluso peor.

Fascismo es una palabra dura. Es algo serio. Tiene unos objetivos y un impulso que deben ser detenidos antes de que sea demasiado tarde.

El fascismo fomenta y aprovecha el nacionalismo xenófobo, el racismo, la misoginia y la agresiva reinstauración de los opresivos "valores tradicionales". El fascismo alimenta y promueve la amenaza y el uso de la violencia para construir un movimiento y tomar el poder. El fascismo, una vez en el poder, elimina esencialmente los derechos democráticos tradicionales.

Ninguna elección, sea justa o fraudulenta, puede legitimar esto. Cualquier colaboración legislativa entre demócratas y republicanos solo legitimaría aquello que es ilegítimo.

Si se colabora con fascistas, se da un aire de normalidad al camino hacia el horror. No podemos esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Los que vivieron en la Alemania nazi y se quedaron al margen, contemplando cómo Hitler demonizaba, criminalizaba y al final detenía a un grupo social tras otro, son responsables de una vergonzosa colaboración con monstruosos crímenes. ¡No mediéis! ¡No admitáis! ¡No colaboréis!

¡El régimen de Trump puede y debe ser detenido antes de comenzar!

Esto no es dejarse llevar por los deseos, sino que puede hacerse realidad si todos los que odian aquello que representa este régimen fascista traducen nuestra rabia en una movilización masiva que cree las condiciones políticas que lo hagan posible. Somos millones.

Nuestro único recurso en estos momentos es actuar juntos fuera de los canales normales. Cada facción de la estructura de poder establecida debe verse obligada a responder a lo que hagamos - creando una situación en la que se impida al régimen de Trump/Pence gobernar.

Hacemos un llamamiento a todos y cada uno de los que se oponen a lo que este régimen representa, y a lo que piensa llevar a cabo, para que participen y construyan activamente esta resistencia y este rechazo.

Organízate. Planifica. Actúa.

El Mes de la Resistencia debe movilizar a millones, transformándose en protestas permanentes que la gente se niegue a abandonar: ocupando los espacios públicos y haciendo que más y más personas se levanten con convicción y coraje al grito de: ¡No! ¡Nos negamos a aceptar una América fascista!

Hasta ahí el manifiesto publicado hace cuatro días en el New York Times. ¿Verdad que es una pequeña joya? Un sector de la progresía americana está tan histérico que ni siquiera es consciente del aroma profundamente antidemocrático que desprenden sus escritos. No son conscientes de que lo que huele a fascismo es... este llamamiento contra Trump. No se dan cuenta de que los que dan miedo... son ellos.

Han perdido el contacto con la realidad. Ni siquiera se han parado un minuto a pensar por qué Hillary Clinton ha cosechado el peor resultado del Partido Demócrata en 28 años. Incluso admitiendo que Trump fuera el demonio caricaturesco que esos progres quieren dibujar, deberían haberse planteado una simple cuestión: ¿qué estamos haciendo mal, para que la gente prefiera incluso al demonio, antes que a nosotros?

Pero descuiden ustedes: el verdadero progre no aprende, ni se cuestiona nada. La progrez es una seudo-religión y fuera del dogma no hay vida. Es un simple problema psiquiátrico.

Pero bueno, miremos la parte positiva: nos van a dar momentos de gloria estos próximos cuatro años, porque quien carece de capacidad de autocrítica tampoco suele tener (y este escrito publicado en el New York Times lo demuestra) sentido del ridículo.

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