Menú

21 gramos

Editorial del programa Sin Complejos del sábado 15/9/2012

Duncan McDougall era un médico americano que a principios del siglo XX se empeñó en demostrar la existencia del alma de una manera bastante chocante. Lo que hizo fue instalar una cama sobre una báscula en una residencia para tuberculosos, e ir llevando a ella a enfermos terminales, para ver qué pasaba en el momento de la muerte.

Y después de experimentar con seis pacientes concluyó que, en el momento de morir, el peso del cuerpo humano se reduce ligeramente. McDougall repitió después sus experimentos con perros y no detectó pérdida de peso ninguna.

Con esos datos, dedujo que el hombre tiene alma y que el perro no, y que el alma del hombre pesa aproximadamente 21 gramos. Y publicó sus conclusiones en 1907 en dos revistas científicas americanas.

Esa cantidad, "21 gramos", es el título que el director mejicano Alejandro González Iñárritu eligió en 2003 para una película protagonizada por Sean Penn y Benicio del Toro, que gira en torno a las vidas de tres personajes que se ven afectados por un mortal accidente de automóvil.

La publicación del artículo de McDougall fue acogida por sus colegas médicos con escepticismo y con sorna, por motivos bastante comprensibles. Repasando las notas de McDougall se vio que, en realidad, todo el experimento era un completo fraude:

- para empezar, McDougall no tenía forma científica de saber, con el instrumental disponible en aquella época, cuál era el instante preciso de la muerte.

- en segundo lugar, McDougall calculaba en realidad los pesos más o menos a ojímetro, para compensar las pérdidas naturales de peso por la evaporación del sudor.

- en tercer lugar, McDougall había descartado con todo el desparpajo las medidas que no cuadraban con su hipótesis.

- y, para rematar la jugada, resulta que los experimentos realizados con ovejas arrojaban el resultado de que, al morir, el peso de la oveja aumentaba, en lugar de disminuir, lo que por supuesto echaba por tierra todo lo que McDougall decía.

En fin, una auténtica demencia de experimento, que tan solo demuestra que ese médico americano era un perfecto soplagaitas.

Pero no he podido evitar acordarme de esos cálculos cuando he oído esta semana al presidente del gobierno hablar del caso Bolinaga. En su comparecencia televisiva, Mariano Rajoy se atrevió a decir, para justificar la indecente actitud de su gobierno, que es el que el pobrecito terrorista llevaba 50 días en el hospital y solo pesaba 47 kilos.

Permítame el señor Rajoy invitarle a hacer algunos cálculos matemáticos.

El esqueleto de una persona adulta está formado por 206 huesos (sin contar los dientes y algunos otros huesos de tipo especial) y representa alrededor del 12% del peso corporal. Eso quiere decir que en una persona de 75 kg, el esqueleto pesa unos 9 kg.

De esto se deduce, señor Rajoy, que el peso actual de los tres guardias civiles a los que asesinó Bolinaga es de 27 kg, porque ellos no están en ningún hospital a cuerpo de rey, sino en una fosa. O sea, que ese terrorista que tanta pena le da a usted, señor Rajoy, pesa actualmente casi el doble que sus tres víctimas mortales juntas. Esas tres víctimas que murieron defendiendo el Estado que permite que usted, señor Rajoy, cobre su sueldo.

Aparte de liberar a su asesino, ¿qué piensa Vd. hacer, don Mariano, por las tres víctimas de Bolinaga, que tan poco pesan?

Sigamos con los cálculos, señor Rajoy. ¿Sabía Vd. que los seres humanos adultos tenemos, por término medio, unos 5 litros y medio de sangre, que pesan en torno a 6 kg? Eso quiere decir que a lo largo de toda su historia, y contando únicamente las víctimas mortales, esa organización terrorista en la que Bolinaga nunca ha dejado de militar ha vertido más de 4.700 litros de sangre, con un peso total superior a las 5 toneladas.

Cinco toneladas de sangre. ¿Qué hacemos con ese dato, señor Rajoy, ya que a Vd. le gustan los pesos? ¿En qué columna de la contabilidad del poder anotamos esa cifra? ¿Tal vez en la de amortizaciones de inmovilizado? ¿O mejor en la de deudas incobrables?

¿Y por qué no en la columna de ingresos por estafa electoral?

Le agradezco mucho, señor Rajoy, que se preocupe Vd. tanto por el peso de un pobrecito asesino y secuestrador, miembro de una organización terrorista. Es una pena que no se preocupe Vd. igual por sus víctimas y por los restantes españoles.

Yo no sé si el alma tiene peso o no. Como tampoco sé, en caso de que lo tenga, si ese peso es de 21 gramos, como decía aquel excéntrico médico americano. Lo que sí sé es que, si el alma tiene peso, Bolinaga no va a perder 21 gramos el día que se muera, por la sencilla razón de que se trata de un vulgar asesino sin alma.

Como tampoco perderá 21 gramos Vd., señor Rajoy. Porque hace falta ser verdaderamente desalmado para hacer lo que Vd. ha hecho.

Herramientas

3
comentarios
1 Mulacen, día

Magnífico el editorial de hoy. Es difícil expresar con tanta claridad el tremendo asco que produce la actitud de este Gobierno que ha traicionado a todos sus electores. ¿Sr. Rajoy qué le deben Vd. y su gobierno a la ETA?. Desde el 11-M esto no es un país democrático, es un corral. Todos los partidos políticos con poder, están conchabados y ETA parece tener la llave del calabozo...

2 DasBoot, día

Los enemigos de España estan ganando la partida. Con la debilidad económica se van a cebar en el cuerpo de nuestro pobre pais. Tras colocar a un Cenutrio a bombazos el 11M han conseguido que un pusilanime le suceda. "Disparen sobre nuestras posiciones, el enemigo esta dentro" ATENCIÓN: NUEVO HILO DEL BLOG

3 nvischip, día

En la famosa y violada jornada de reflexión de 2004 y según declaraciones de Rubalcaba, "España no se merece un gobierno que mienta", tras lo cual tuvimos un gobierno que nunca dijo la verdad. El gobierno actual, en sus casi ocho años de oposición, parecía decir la verdad, pero "ay de nosotros", ahora es cuando dice la verdad y es entonces, acompañando a las víctimas del terrorismo en casi todas las manifestaciones, por lo que se deduce de los hechos recientes, cuando nos engañaba a todos. ¿Que acuerdos habrá pactado el PP con el PSOE para seguir con el proceso de desintegración de la Nación Española por todos sus costados, habiendo obtenido una mayoría absoluta en las últimas elecciones generales?, ¿por dónde estará pillado el PP para haber traicionado a la mayoría de sus electores?. Solamente espero que, cuando al fin hayan conseguido destruir por completo la unidad de nuestra querida nación, ninguno de ellos, de los que están al sol y de los que están a la sombra, se erija como nuevo salvapatrias reunificador de lo que quede de España, porque del asco que nos produzca pueden perder algo más que unas elecciones. ¡Traidores a España!. ¡Españoles!, no olvidemos lo inolvidable ni perdonemos lo imperdonable.